La gama Picanto está compuesta por dos motores de gasolina: el tricilíndrico de 1 litro y 69 CV y el 1.2 de 85 CV objeto de nuestra prueba. Esta motorización se comercializa únicamente con el nivel de equipamiento denominado Emotion que es el más completo.
Ya sea por la crisis o por su carácter práctico a la hora de moverse por ciudad y alrededores, el segmento de los coches pequeños cada vez está más concurrido, así que el Kia Picanto tiene muchos y muy variados competidores. Entre ellos está el Toyota Aygo, el Suzuki Alto, el Hyundai i10, el Fiat Panda y el Volkswagen Up!, por citar algunos de ellos.
El precio del Kia Picanto 1.2 CVVT es de 12.475 euros, al margen de posibles descuentos promocionales.
Diseño exterior
Los trazos fluidos de la carrocería y su marcada línea de cintura le proporcionan un aspecto dinámico y hasta de cierto empaque. Llegando incluso a parecer mayor de lo que realmente es, dado que su longitud roza los 3,60 metros, 6 centímetros más que en la anterior versión.
En la variante de tres puertas cambia el diseño del montante trasero, los paragolpes y la parrilla con la intención de dar un perfil más deportivo que la versión de cinco puertas.
En el acabado Emotion los grupos ópticos cuentan con luces LED.
Habitabilidad
Además de crecer en longitud también aumenta 1,5 centímetros su distancia entre ejes lo que le hace ganar habitabilidad, sobretodo en lo que respecta a la capacidad del maletero pues ahora llega a los 200 litros.
El interior está habilitado para cinco ocupantes aunque tres adultos en las plazas traseras viajarían muy justos. Todas las plazas cuentan con su correspondiente reposacabezas y tanto el respaldo como la banqueta trasera se pliegan asimétricamente en una proporción 60/40 dejando una superficie de carga plana.
El interior tiene unos acabados agradables así como una distribución de los mandos sencilla y práctica.
El acceso a las plazas traseras es un tanto dificultoso por la falta de espacio.
Mecánica
El motor de gasolina 1.2 de 85 CV es el que encabeza la gama del Kia Picanto. La otra opción pasa por otro gasolina: el tricilíndrico de 1 litro que rinde 69 CV.
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Ambos están fabricados en Corea y comparten, entre otras cosas, el ajuste variable continuo de las válvulas y la cadena de distribución sin mantenimiento de larga duración.
Con el motor 1.2 obviamente se gana soltura y resulta más indicado para extender el uso del coche más allá de la ciudad. En cualquier caso habrá que estar pendiente del cambio (manual de cinco velocidades) si se quiere ganar agilidad dado que el Picanto responde mejor en la zona alta del cuentavueltas.
El consumo medio en uso mixto que homologa es de 4,5 l/100 km, nuestra media fue de 5,8 l/100 km.
Comportamiento
Nuestra unidad de pruebas tenía un tacto de embrague demasiado blando al principio del recorrido, si bien acabamos acostumbrándonos a medida que incrementábamos los kilómetros. A lo que es más difícil acostumbrarse es a la dirección del Picanto. Callejeando no hay problema, tiene un radio de giro muy bueno y resulta suficientemente suave para facilitar las maniobras pero en carretera se aprecia un endurecimiento progresivo en función de la velocidad demasiado artificial y con una notable falta de precisión en el guiado que, curiosamente, lo que más penaliza es la estabilidad lineal del coche, algo que repercute en el agrado de conducción pero en ningún momento en la seguridad.
La suspensión ofrece un buen compromiso entre estabilidad y confort, dado que contienen los balanceos propios de las inercias en los tramos virados o cambios de apoyo y filtra correctamente las irregularidades que pueda haber en el asfalto.
Seguridad
La estructura de la carrocería del Picanto ha ganado rigidez respecto al modelo precedente. Utiliza un mayor porcentaje de acero de alta resistencia y también incorpora refuerzos en distintas partes del chasis y la carrocería.
Independientemente del nivel de acabado, la gama Picanto incluye de serie seis airbag, sistema de frenado de emergencia, ABS con distribución electrónica de la fuerza de frenado y sistema de asistencia a la frenada.
Valoración
El Picanto es un coche de ciudad, aunque nada le impida realizar recorridos más ambiciosos. Y es que es en la urbe donde más partido se puede sacar a su buena maniobrabilidad y a la visibilidad que proporciona la posición un tanto elevada del asiento del conductor, algo, esto último, que lo acerca a pequeños monovolúmenes del tipo del Opel Agila, o del propio Kia Venga.
Por tamaño el Kia Picanto está a medio camino entre un Peugeot 107 y un Mini. El Seat Mii y el Ford Ka, entre otros, tienen unas medidas muy similares a las del coreano. Por comportamiento y acabados también podría situarse a mitad de la tabla, pero en lo que destaca claramente es en los siete años de garantía que ofrece.
Quiero comprar un kia picanto 1.2 Sport me podéis decir si merece la pena comprarlo gracias