El Kia Sportage ha sido, desde el lanzamiento de la segunda generación en 2004, uno de los pilares de las ventas de la firma en España. Y lo continúa siendo después de la profunda renovación recibida el año pasado. Su estética convence y su relación calidad/precio también. El primer Kia Sportage de nueva generación en llegar al mercado con motor diésel fue el 2 litros CRDi de 136 CV, del cual hace meses os ofrecimos una prueba y posteriormente una comparativa con uno de sus rivales, el Ssangyong Korando D20T. Para acabar de dar la puntilla a un segmento de mercado muy competitivo, Kia ha ampliado la gama Sportage poniendo a la venta esta versión que probamos ahora. Es un Sportage diésel con menor cilindrada, menor potencia, tracción 4x2 y un precio similar al del Kia Sportage de gasolina. De esta manera, pone las cosas más difíciles a rivales como el Hyundai ix35 1.7 CRD, Mitsubishi ASX 180 DiD, Nissan Qashqai 1.5 dCi o Ssangyong Actyon 200 Xdi, entre otros.
PVP: KIA Sportage 1.7 CRDi VGT Drive 24.595 €
Diseño
Kia decidió renovar este SUV en primavera de 2010, de forma muy acertada. El coche creció en tamaño, ganó en habitabilidad y cambió ligeramente su estética por otra más moderna y atractiva. Esto le permitió continuar con su buen ritmo de matriculaciones y contribuir a la nueva imagen de la marca. La parrilla es común a la de otros modelos de Kia, y permiten identificar a este modelo como miembro de la familia Kia desde un primer momento. Su apariencia es muy atlética, gracias a sus anchos pasos de rueda, altura libre y estudiados volúmenes. Destacan los anchos laterales y la estrecha cristalera, que da al coche un aspecto robusto y deportivo. La unidad de prensa que cayó en nuestras manos correspondía al acabado Drive, y equipaba de serie unas bonitas llantas de aleación de 17 pulgadas, parrilla cromada, luces de posición LED, manecillas de las puertas y parrilla cromadas, y faros antiniebla delanteros, no disponibles en el acabado inferior, el Concept. También montaba el pack opcional Vision, que incluye el techo solar panorámico.
Habitabilidad
Desde hace años los coches coreanos nos sorprenden por sus buenos acabados generales, nada que ver con los inicios de estas marcas en nuestro mercado, que marcaron negativamente la percepción entre el usuario. Creemos que esto ya está superado, y hablar de un SUV coreano es hacerlo de un coche bien diseñado, rematado y equipado. El Sportage no es una excepción, y desde el momento que abrimos la puerta para entrar en él la sensación es positiva. El acceso es fácil, gracias al buen ángulo de apertura de puertas y la relativa baja posición del piso, teniendo en cuenta que hablamos de un todocamino. No obstante, personalmente me planteaba un problema: a la hora de subir mi rodilla golpeaba con la columna de dirección, no sé si por la excesiva altura de la banqueta, aún en su posición más baja , o por algún fallo en el diseño. En este coche, haciendo honor a su condición de todocamino, el conductor adopta una postura bastante elevada, con una correcta visión del entorno, aunque es mejorable hacia atrás. El diseño del salpicadero es agradable. Predominan las líneas curvas y las terminaciones en color aluminio o cromo, que combinadas con el negro crean un ambiente muy refinado. El cuero está presente en el volante y el pomo de cambio. La tapicería de las puertas es de tela sintética y los asientos también están forrados en tela. La sensación de espacio en todas las plazas es muy buena. Atrás se beneficia de la ausencia del túnel de transmisión (esta versión es 4x2) y esto facilita la movilidad de los ocupantes. Es un coche perfectamente válido para un uso en familia, o para cargar grandes bultos, gracias a la capacidad de su maletero y la modularidad de los asientos traseros. No obstante, el piso del maletero no queda totalmente plano en posición de máxima capacidad.
Mecánica
La particularidad de este Sportage reside en el motor diésel 1.7 CRDi VGT, de 115 CV. Es un propulsor con inyección directa CRDi, common rail y turbocompresor de geometría variable (VGT), que contribuye a hacer la entrega de potencia más progresiva, evitando que notemos el retardo en la entrada del turbo. Este motor entrega el par máximo (255 Nm) desde 1.800 hasta 2.500 rpm., y estira hasta las 4.000 vueltas, momento en el que aparecen los 115 CV disponibles. Empuja bien, aunque nos gustaría que fuese algo más progresivo a bajas vueltas. Una vez superadas las 2.000 r.p.m., sube de régimen muy rápidamente. En cuanto a consumos, la cifra oficial de consumo combinado en esta versión es de 5,3 l/100. Como es habitual, es un tanto optimista. En nuestra prueba el ordenador de a bordo marcó 6,8 litros/100km en carretera y 6,8 l/100 en ciudad, para hacernos una idea. Es un buen consumo, teniendo en cuenta el tamaño del coche y su peso.
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Comportamiento
Poco podemos añadir después de la prueba de este mismo coche con motor diésel de dos litros que publicamos hace un año. Esta versión, con algo menos de potencia, muestra un comportamiento en carretera muy similar, con la excepción de que el empuje es algo inferior, como es lógico. Pero se percibe igual de aplomada, bastante más ágil de lo esperado en carretera y ciudad, y a la que tan sólo se le puede criticar una pequeña tendencia al balanceo de la carrocería en los fuertes apoyos en tramos revirados. Las suspensiones son más bien suaves, favorecen el confort. La dirección, uno de los cambios introducidos en esta nueva generación del Sportage, es de tipo eléctrico, sensible a la velocidad. Es bastante directa, pero en algunas ocasiones se percibe demasiado asistida. Y en cuanto a frenada, nada que objetar. Esta versión con motor diésel de 1,7 litros sólo se vende con tracción delantera. Su transmisión es similar a la de cualquier turismo. No conviene, por lo tanto, abusar del uso de este todocamino en off-road, y sólo debemos atrevernos cuando la pista está en muy buen estado. Curiosamente, equipa control de descenso y control de asistencia en subidas, muy útiles para asegurar el tránsito del coche por zonas de fuerte pendiente. Aunque trialerar no es lo suyo.
Seguridad
Además del control de descenso y pendiente, este Sportage equipa de serie otros sistemas de seguridad y ayuda como el control de estabilidad con sensor antivuelco, frenos ABS con distribución de fuerza de frenado y servofreno de asistencia, seis airbags y reposacabezas activos en los asientos delanteros.
Valoración final
Este Kia Sportage es ideal para aquella persona que esté pensando en un SUV o todocamino pero tenga claro que no va a utilizar el coche asiduamente fuera de carretera y tampoco necesite un motor diésel de alta potencia. Con estas premisas, puede acceder a un Sportage a mejor precio, y de paso beneficiarse de un menor consumo y mantenimiento con respecto a versiones superiores. En este coche nos ha gustado, como es habitual, la buena habitabilidad, el confort y la razonable relación prestaciones/consumo que proporciona su motor diésel.
Hola tengo un kia sportage y le hecha do los seguro dela puerta trasera para queno la abra mi niño y a hora no puedo abrirla ni por dentro ni por fuera Cómo podría abrirla que tengo que pasar la itv