Kia Stonic 1.0 T-GDI Tech: Competitivo

Probamos la versión de gasolina más potente del Kia Stonic, el crossover del segmento B con motor de tres cilindros turbo y 120 CV de potencia. Un coche que destaca por su buen nivel de equipamiento y su noble comportamiento en carretera.

El Kia Stonic es uno de los modelos clave en las ventas de esta marca coreana en Europa. Como otros muchos competidores, Kia entiende que el segmento de los crossover compactos crece y lo va a seguir haciendo en los próximos años y, por lo tanto, necesita de un modelo que sustente su participación en tan suculento pastel.

El Kia Stonic cubre esa necesidad, y curiosamente, no lo hace compartiendo plataforma con el Hyundai Kona, como sería lo lógico teniendo en cuenta la sinergias entre ambas marcas. En este caso, Hyundai y Kia han escogido caminos diferentes, y el Stonic se basa en la plataforma del Kia Rio, su representante en el segmento de compactos de pequeño tamaño.

Este es un detalle importante, ya que al basarse en la plataforma del Kia Rio, ha sido fácil convertir al Stonic en uno de los SUVs con un comportamiento más similar al de un turismo. Aunque el resto de sus rivales no se quedan cortos, y ofrecen un dinamismo excelente, el Kia Stonic va un paso más allá, y ofrece una estabilidad y un tacto de conducción muy similar al de una berlina.

Esta característica salió a relucir en el comparativo con todos sus rivales que os presentamos hace unos meses. Y es algo que notas desde el primer momento en el que te pones en marcha con este coche. Tiene incluso un ligero tacto deportivo, ya que sus suspensiones son bastante rígidas, sin resultar incómodas, y su dirección es incisiva y precisa. Por lo tanto, estamos ante uno de los SUVs de tamaño compacto con un comportamiento más eficaz en carretera.

Su estética también responde a esta filosofía. Kia ha diseñado el Stonic el estudio de diseño que tiene en Frankfurt (Alemania) pensando en los gustos del cliente europeo. Desde mi punto de vista, el diseño es acertado, muy elegante y discreto. Se ha optado por un SUV de cortos voladizos pero con un morro largo, una línea de cintura elevada y un techo en caída hacia atrás. Por lo tanto, su imagen exterior es bastante deportiva, pero con los aditamentos típicos de un SUV: anchos pasos de rueda, protecciones delantera y trasera y barras de techo, entre otros.

Este diseño ha hecho que el pilar A esté bastante retrasado, y esto perjudica algo la habitabilidad interior. En las plazas delanteras no hay queja posible, y se perciben correctas y muy agradables. Pero es en las traseras donde se nota algo falto de espacio entre filas, y una altura al techo y anchura algo justas. No obstante, esto es algo habitual en aquellos SUV que superan escasamente los 4 metros de largo (4,14 hace este Stonic). Para los que quieren un coche más apto para uso familiar, está el Kia Sportage.

El diseño del salpicadero está muy acorde con la imagen exterior del coche. Es elegante, sin extremos, muy agradable a la vista y bien terminado. La sensación de calidad percibida es muy alta, gracias al empleo de materiales suaves al tacto, de cálido aspecto y formas suaves. Es un salpicadero que deriva directamente del que se monta en el Kia Rio.

El nivel de equipamiento también está a la altura: entrada y arranque sin llave, volante y pomo de cambios forrados en cuero y una pantalla digital de 7 pulgadas táctil y con botones para el acceso directo a los menús.

Todo está muy a mano y, como suele ser habitual en esta marca coreana, se nota que ha habido un buen estudio ergonómico. La postura de conducción es muy natural, hay buena visibilidad y el tacto de los pulsadores es muy agradable.

El cuadro de instrumentos es analógico, pero entre los dos grandes relojes se ha colocado una pantalla digital que nos informa de los principales datos de la conducción. La información que recibes cuando estás conduciendo es precisa y se sitúa en el ángulo de visión correcto. La pantalla central está a buena altura, la del cuadro de instrumentos se lee fácil y el resto de sistemas podemos manejarlos a través de las teclas del propio volante.

En un plano inferior, en la consola central, encontramos las teclas de manejo del climatizador y un poco más abajo las conexiones AUX, USB y 12 V, muy a la vista. Hay un práctico hueco delante de la palanca de cambios y equipa una buena guantera, profunda. También se destinan dos huecos para colocar bebidas.

La sensación de atención al detalle y calidad percibida es alta, y especialmente en esta versión Tech, que monta el paquete de color naranja, que incluye molduras del salpicadero, costuras del volante y asientos en este color. Da un toque más informal y juvenil al interior que, de lo contrario, resultaría demasiado discreto.

El maletero es bastante pequeño, sólo ofrece 332 litros. En este segmento, estar por debajo de los 400 l. es perder competitividad, y está claro que no es este el punto fuerte del Kia. Eso sí, es un maletero profundo, de formas muy cuadradas y bastante aprovechable. Tiene una capacidad máxima de 1.135 litros, que se consigue abatiendo los respaldos de la segunda fila, en una proporción de 60:40. Lamentablemente, no queda un piso totalmente plano, y deja un pequeño escalón.

Este Kia monta un motor de tres cilindros de gasolina de sólo 1 litro de cilindrada, que ofrece 120 CV a 6.000 r.p.m y un par máximo de 171,5 Nm entre 1,500 y 4.000 r.p.m. Estas cifras ya demuestran que se trata de un motor con una correcta entrega de par a bajas vueltas y una buena capacidad de estirada, algo que se consigue gracias al empleo de un turbo.

Este propulsor es el clásico ejemplo de “downsizing” , que utiliza una cilindrada muy reducida pero sin que por ello se tenga que renunciar a una buena cifra de potencia. La verdad es que sorprende lo bien que funciona este motor, que también se monta en la gama Kona de Hyundai. Entrega su par y potencia de forma muy lineal, desde abajo y estirando más allá de las 6.000 vueltas de forma rápida. Es, por lo tanto, un motor agradable, refinado, que sólo puede llegar a recordarte que es un tricilíndrico cuando está frio y al ralentí, momento en el que emite algunas vibraciones.

Respecto al consumo, hemos visto algunos competidores de este Stonic hacerlo algo mejor, pero en cualquier caso los 7,4 l/100 km. de media que registró los días que lo estuve probando me parecen razonables. Circulando en ciudad supera fácilmente los 8l/100km. pero en carretera puedes acercarlo a los 6 l./100 practicando una conducción de tipo “ecológico”.

120 CV son suficientes para un coche como el Stonic, cuyo chasis soportaría una potencia superior, aunque Kia no lo haya creído oportuno. Es el motor más potente de la gama, ya que en diésel se ofrece una versión con 110 CV.

El comportamiento del coche en carretera es muy bueno, enfocado a aquellos que buscáis un SUV con una suspensión con respuesta firme, una dirección directa e incisiva y un carácter, en definitiva, ligeramente deportivo. El coche vira en las curvas muy plano, sin balancear la carrocería, y se inscribe en ellas con mucha rapidez y agilidad. Es muy fácil de conducir, aporta confianza y se percibe ligero y muy noble en sus reacciones.

Al ser un coche de reciente construcción, equipa avanzados sistemas de seguridad como el Torque Vectoring by Braking y el Cornering Brake Control, que frenan las ruedas de la parte interior del viraje para evitar que el coche deslice el morro al acelerar y mantener la trayectoria. En el caso de que necesitemos frenar de urgencia en línea recta, el Straigh Line Stability se encarga de evitar movimientos laterales de la carrocería. También equipa asistente de arranque en pendiente, sistema de asistencia a la frenada de emergencia, sistema de mantenimiento de carril y, opcionalmente, sistema de detección de fatiga.

Esta unidad más equipada, toque de gama, cuesta 21.700 € de tarifa, una cifra razonable si tenemos en cuenta que el equipamiento es cerrado, es decir, no hay apenas opciones disponibles. Equipa, entre otros, acceso y arranque sin llave, detector de fatiga, cámara de marcha atrás, cambio automático de luces, sensor de lluvia, pedales de aluminio, equipo de sonido con seis altavoces, control de crucero y el Advanced Driving Assistance Pack, que incluye los sistemas de ayuda a la conducción antes comentados.