KTM X-BOW RR350: Pasión y razón

Hemos probado un coche muy especial porque, si el KTM X Bow ya lo es de por sí, la unidad con la que Coches.net ha podido rodar en el Circuit de Catalunya todavía lo es más. La razón es muy sencilla. Se trata de una evolución -o si se prefiere, de una preparación- del modelo austriaco que se convierte en un coche con unas prestaciones increíbles en circuito, pero con el que se puede circular por la calle con total tranquilidad. Eso sí, no podremos evitar ser el centro de atención si circulamos por la urbe ¡y ya no te digo nada si estamos parados en un semáforo! Parece difícil conseguir esta combinación pero, os podemos asegurar, que es cierta. Con 350 CV de potencia, el cambio secuencial de seis relaciones y un peso de 830 kg, el X-Bow del equipo Roger Racing es un auténtico "aparato" capaz de poner en jaque a muchos GT en cualquier pista de nuestro país y después llevarnos en marcha desde el circuito a casa.

Hacía tiempo que no rodaba en circuito y, volverlo a hacer a los mandos del KTM X-Bow RR 350, ha sido todo un lujo. No es un coche muy popular; no tiene techo, no tiene luna delantera, apenas tiene espacio para dos ocupantes y te puedes olvidar de llevar alguna maleta -ni siquiera un portafolios-, pero es un vehículo que apasiona y que en un circuito transmite sensaciones difíciles de encontrar en otro coche que no sea un fórmula o una barqueta. El KTM permite disfrutar de él sin el estrés que produce un monoplaza cuando pretendes rodar al límite. Y, además, ni con un fórmula ni con una barqueta se pude circular por las vías públicas. Pese a ser muy efectivo en pista, la dócil entrega de potencia hace posible que sea "fácil" de conducir en carretera, siempre sin perder de vista que no disponemos de ninguna ayuda electrónica. La unidad probada en el Circuit de Catalunya dispone de una serie de mejoras realizadas por Roger Racing que aumentan las prestaciones en pista pero no perjudican su conducción por vías abiertas al tráfico. El RR 350 -así lo denomina su preparador- está dotado de un chasis monocasco de fibra de carbono, un motor Audi 2.0 TFSI en versión de 350 CV y un cambio secuencial de seis relaciones. Sólo con la incorporación de este cambio y el aumento de potencia, las prestaciones son muy interesantes, pero estas no son las únicas modificaciones que recibe el X-Bow. El motor y el cambio se han reubicado de forma que se consigue rebajar ligeramente el centro de gravedad, se ha creado un pack aerodinámico delantero que incluye splitter y winglets e incorpora una ala trasera que le proporciona gran carga aerodinámica. Las suspensiones disponen de un tarado específico y en el apartado de frenos, recibe unos discos de 320 mm -aunque aún puede albergar discos de mayor tamaño-. Por último, esta preparación dota al X-Bow de un depósito de combustible de 75 litros, de un volante con display en el que encontramos toda la información necesaria, y de sistema de adquisición de datos AIM. El precio "de salida" de la unidad probada es de 72.000 € -sin matricular-, y aumenta según el nivel de preparación escogida.

La estructura de Roger Racing, importador para España y Portugal de KTM X-Bow, nos esperaba en los boxes de Montmeló con todo preparado. Como es habitual en este tipo de pruebas, no dispusimos de mucho tiempo en pista, pero fue suficiente para poder transmitiros las sensaciones a los mandos del KTM RR 350. Pese a ser más cómodo y algo más amplio, el puesto de conducción recuerda al de un monoplaza. Hay que sacar el volante, poner un pie sobre el baquet, sostenerse con los brazos e introducirse en el "interior". La posición de conducción es totalmente deportiva, aunque se puede variar si se desea ir por carretera o ciudad. Pero ahora estamos en un circuito y hablaremos con el "modo racing conectado". Apretamos el botón del volante con el que colocamos el display en la posición correcta, nos aseguramos que estamos en punto muerto y lo ponemos en marcha. El tacto de gas es suave, aunque el embargue actúa casi al final de su recorrido. Salimos a pista, aceleramos con decisión y enseguida notamos que el KTM nos va hacer disfrutar. Los primeros virajes los realizamos con cuidado pero ya con un paso por curva ligero y sin ningún susto, lo que nos anima a aumentar el ritmo. Después del primer paso por meta, "atacamos" la frenada del final de recta con un buen margen de seguridad pero intentando abrir gas pronto para notar cómo se comporta en el cambio de dirección que se debe realizar antes de llegar a la larga parabólica de derechas. Las primeras sensaciones son fantásticas, pero debemos esperar a ir algo más deprisa para notar más "cosas". Antes de hacer la primera parada en el box, dimos vueltas a buen ritmo pero con comodidad, aprovechando la elasticidad del motor que entrega potencia desde muy bajas revoluciones y hasta las 6.000 rpm que es cuando se enciende el "chivato" rojo que indica que debes cambiar de marcha. Eso sí, con el gas a fondo y sin embrague. Pese a tratarse de un coche con un comportamiento muy deportivo y eficaz en pista, mientras no busques los límites, se deja pilotar con cierta facilidad. Admite marchas largas, la dirección es directa y precisa y la frenada muy eficaz, con un tacto de pedal excelente.

No nos quedaba mucho tiempo, así que era hora de intentar ir un poco más deprisa para intuir mejor cómo se comportaría el X-Bow al límite en una carrera. Lógicamente, en una prueba de este tipo siempre se guarda un margen de seguridad muy amplio, así que cuando decimos "deprisa" hay que entender el contexto. Tras las primeras vueltas, forzamos un poco más las frenadas, -a nuestro gusto había demasiada diferencia de altura lateral entre el pedal del freno y el del gas-, atacamos con más decisión los virajes lentos y nos hicimos "los valientes" en los rápidos. Las conclusiones afloraron con rapidez. El KTM se muestra algo subvirador en el inicio de las curvas lentas -muy poco-, hasta que la potencia hace acto de presencia en el tren trasero. En ese momento, si no te pasas con el gas, tiene un comportamiento neutro muy eficaz. En curvas rápidas, la estabilidad es excelente y nos dio la sensación de quedarnos lejos de lo que es capaz de admitir en ese tipo de virajes. En zonas como la chicane anterior a la entrada a meta, los 350 CV se hacen notar si no eres suave con el gas. Cambia muy bien de dirección y permite un paso por curva muy rápido, sin embargo, exige que dosifiques el gas -la chicane la abordábamos en segunda-, si no quieres derrapar en exceso o incluso hacer un trompo. Conforme pasaban las vueltas, mejor nos encontrábamos en él. Transmite sensación de aplomo, de seguridad y te invita a buscar más y más en cada giro. La frenada es eficaz y sobre todo, con un tacto de pedal muy bueno, es decir, duro y preciso, como tiene que ser en un coche de carreras. Como es lógico, cuando se prueba ir más allá en cada vuelta, llegan los errores. Alguna derrapada inesperada al acelerar, algún bloqueo frenando y alguna trayectoria un poco "larga" pero, en general, el X-Bow RR 350 de Roger Racing es un coche eficaz, divertido y "fácil" de conducir. En nuestra opinión, es una opción ideal para rodar en circuito. Hacerlo en un turismo que se acerque a las prestaciones del KTM será, a buen seguro, muchísimo más caro de coste y de mantenimiento. Las sensaciones en pista son espectaculares y además, podemos llegar al circuito en marcha, cambiar los neumáticos por unos slicks, disfrutar al máximo y volver a casa montados en él. ¿Se puede pedir más?