Ambición por mejorar y evolucionar
El Discovery 4 hereda la pureza de líneas de la generación anterior, pero se ha actualizado de forma sutil para dotarse de una imagen más preeminente y contemporánea, con nuevas luces de posición LED configuradas en un perfil escalonado único y característico en torno a las ópticas principales. Lo cierto es que la imagen general no varía su esencia aunque también hay que decir que las modificaciones son discretas pero logran el efecto deseado. Contribuye a ello también el nuevo parachoques delantero, que cuenta con una toma de aire inferior más grande adaptada a la mayor potencia del motor. En la zaga del vehículo, los cambios se centran también en las luces, con la incorporación de tecnología LED para las luces de freno, pilotos e intermitentes. Las novedades exteriores se completan con unas llantas de aleación de nuevo diseño de hasta 20 pulgadas.
En el interior del vehículo, entre las novedades destaca una nueva consola central, inclinada hacia el conductor para mejorar la visibilidad y el acceso a los mandos que se asemeja más al Range Rover Sport que al anterior Discovery 3. El volante es también nuevo e integra la gestión del sistema de control de velocidad de crucero. También se ha revisado la disposición de diversos interruptores, logrando una mejor ergonomía general. Así, por ejemplo, el mando del sistema Terrain Response se encuentra ahora en una posición más prominente en la parte delantera de la consola central. Igualmente, en el cuadro de instrumentos se ha incorporado una nueva pantalla de información LCD de 5 pulgadas con tecnología TFT. Integrado totalmente en dicho cuadro de instrumentos se halla el centro de mensajes, que comunica la información pertinente de manera clara, sencilla y amena. Como en otros modelos de la marca, la calidad y los materiales empleados están a un gran nivel, como también lo está el equipamiento de serie, que se estructura en tres niveles, S, SE y HSE, y que puede complementarse con un sinfín de posibilidades y dispositivos opcionales, como las luces activas, la entrada sin llave, los controles de distancia de estacionamiento, el techo solar y panorámico, el control de presión de neumáticos, etc.
La nueva gama Discovery se articula en torno a dos mecánicas turbodiesel de 6 cilindros en V (TDV6), de 2,7 y 3 litros, respectivamente. La mecánica de 2,7 litros rinde 190 CV de potencia máxima y cuenta con cambio manual de seis marchas. Este propulsor proporciona unas prestaciones correctas sin destacar especialmente en este apartado (velocidad máxima de 180 km/h y aceleración de 0 a 100 en 11 segundos.) El consumo medio homologado es de 9,2 litros a los 100 km. Combinado con el cambio automático opcional de seis relaciones, denominado "CommandShift", la cifra de aceleración es de 11,7 segundos y el consumo se incrementa hasta los 10,2 litros/100 km. Sin embargo, la novedad mecánica de la nueva generación y el verdadero factor diferencial del Discovery4 es la disponibilidad de un brillante motor diésel de 3 litros que desarrolla 245 CV de potencia máxima. Este propulsor, dotado de dos turbos, ofrece una firme respuesta desde bajas revoluciones, lo que contribuye a que el pesado vehículo ofrezca una conducción ágil y rápida pese a su volumen y dimensiones (2.480 kg). Refinado y muy eficiente, alcanza valores líderes en su clase en consumo (9,3 litros de media) con un par motor máximo de 600 Nm de los cuales 500 los entrega en solo 500 milisegundos a partir del ralentí. Desde la perspectiva del conductor, esto significa el acceso instantáneo al 83% del par máximo. Este bloque, empleado también en las berlinas Jaguar de última generación, se combina con un cambio automático secuencial de seis relaciones que a la postre resulta un excelente aliado para extraer el máximo rendimiento de la mecánica.
Uno de los aspectos donde el nuevo Discovery4 experimenta un mayor avance es el comportamiento en carretera. Sin renunciar a las excelentes aptitudes todoterreno que siempre le han acompañado, los responsables de la marca han logrado mejorar de forma notable el dinamismo sobre asfalto. Para lograr este objetivo se han introducido cambios sustanciales que incluyen nuevos componentes de la suspensión, una dirección modificada, frenos de mayor tamaño y un sistema de control de tracción perfeccionado. Estas modificaciones se traducen en unos movimientos más ágiles en carreteras viradas, con una mejor respuesta a los cambios de dirección, así como mayor precisión en las trayectorias y una frenada en general más potente. Además, la firma de Solihull también ha evolucionado el sistema Terrain Response, incrementando su ya notable eficacia. Para arena blanda, por ejemplo, incorpora la nueva función "Control de avance en arena", con nuevos parámetros de actuación que limitan el deslizamiento de las ruedas evitando que éstas se hundan el la arena por falta de tracción. En zonas rocosas, por contra, el programa de tracción inteligente adecuado a esta superficie aplica un bajo nivel de presión a los frenos en primera velocidad o marcha atrás a menos de 5 km/h, reduciendo de esta forma la tendencia del vehículo al balanceo.
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Entre los elementos mejorados y perfeccionados en la nueva generación del Discovery4 figura también el Control de Descenso de Pendientes (HDC), que ahora incorpora un Control Gradual de Frenos en Pendientes. Este dispositivo, que actúa de forma automática con el HDC activado, elimina la aceleración inicial al descender pendientes muy pronunciadas, permitiendo un control superior de la situación. Paralelamente, Land Rover estrena en sus modelos 2010 un nuevo sistema de cámaras periférico que consta de cinco cámaras digitales que transmiten a la pantalla táctil una visión de casi 360 grados, lo que facilita notablemente el estacionamiento y las maniobras con remolque a baja velocidad (menos de 18 km/h).
Cada vez son menos los 4x4 auténticos que resisten en el mercado, y a pesar de los grandes avances realizados en materia de confort, seguridad, eficacia dinámica y reducción del consumo y las emisiones, lo cierto es que las variantes más grandes, como es el caso, siguen siendo vehículos muy pesados y voluminosos -además de caros- cuya utilidad es muy relativa (y discutible para la gran mayoría de propietarios). Es preciso un uso montañero muy específico y frecuente para que valga la pena decantarse por ellos. En el caso de tener necesidades puntuales de aventura, más vale optar por modelos más polivalentes como los SUV. Sin embargo, para los pocos usuarios que realmente requieren sus aptitudes y sus prestaciones fuera del asfalto resultará una verdadera delicia comprobar los inacabables recursos mecánicos que ofrecen los 4x4 actuales. En el caso de Land Rover, es difícil que encuentre rival, no sólo por sus capacidades sino por lo que representa la marca y lo que ofrece este modelo en comparación con dos de sus rivales tradicionales como son el Mitsubishi Montero y el Toyota Land Cruiser, por ejemplo.
me gusta mucho pero si es tan fiable como el discovery 3 deja mucho que decear con los fallos que arastra el disco 3 no se que decir del disco 4