Lexus IS 250 Aut. Luxury

Lexus, la marca de automóviles de lujo de Toyota, basa su oferta de modelos en una serie de parámetros muy concretos: por un lado, calidad suprema; por otro, imagen exclusiva, elegante y deportiva; y finalmente, eficiencia mecánica y tecnología vanguardista. Este particular ADN de la firma nipona está presente en todos sus modelos en diferente porcentaje, pero en el caso del IS 250, todos estos factores se encuentran en proporciones bastante equilibradas. La berlina deportiva compacta de Lexus en su versión con motor gasolina de seis cilindros (hay también disponible una variante diésel) ofrece dinamismo, confort de marcha y placer de conducción con unos niveles de exquisitez interior sólo comparables a las marcas de lujo alemanas de mayor tradición. Sin embargo, en determinados aspectos -como por ejemplo la habitabilidad- no es precisamente una referencia en su segmento, aunque quizás ésta no es una de las prioridades del fabricante oriental. Texto y fotos: Narcís Reixach

No cabe duda que es uno de sus puntos fuertes. Pocas berlinas son capaces de transmitir visualmente mayor sensación de dinamismo y deportividad que el IS de Lexus. Su diseño es un ejemplo, por un lado de la suavidad y la fluidez con la que fluyen sus líneas; y por otro de la personalidad tan marcada y tan "diferente" respecto a otros modelos de la competencia. El IS es fácilmente reconocible desde lejos y posee unos rasgos poco habituales, que lo hacen original a la vez que atractivo y exclusivo. Su frontal es bastante afilado, con unas ópticas pequeñas y rasgadas y un capó curvado que parece "acariciar" el aire para desplazarlo hacia la parte trasera. La parrilla y el parachoques también con líneas de volúmenes invertidos, integran un morro sencillo en sus formas pero que denota carácter deportivo y aerodinámico. La línea de cintura creciente que acaba en una zaga elevada y compacta, también con un conjunto de pilotos agrupados y pequeños, es otro de sus acertados rasgos de identidad. Con su altura de hombros y su curvatura de techo pronunciada, evocando las líneas maestras de los coupés, el IS ya adelanta de manera indirecta la deportividad de esta montura. Otros detalles exteriores como sus llantas de aleación de 10 finos radios, de 17 y 18 pulgadas (según versiones), su doble salida de escape a cada lado del coche o sus anchos y prominentes parachoques con secciones angulosas para las entradas de aire o el encastre de los antiniebla delante y los reflectantes detrás, conforman un bloque exterior de volúmenes proporcionados, compacto, robusto y musculoso pero en su justa medida.

Sus medidas y sobre todo sus formas exteriores, si bien ofrecen un gran resultado a nivel visual, condicionan de forma considerable el interior del coche y el espacio para pasajeros y carga. De hecho, por sus dimensiones exteriores existen otros modelos que ofrecen cotas de habitabilidad interior superiores y en este apartado, el IS sale ligeramente perjudicado frente a la mayoría de rivales. En las plazas delanteras, el espacio es razonable, hasta generoso incluso, con unos asientos que recogen bien el cuerpo y tienen un mullido blando pensado para primar el confort de sus ocupantes. Sin embargo, en las traseras, escasea el espacio libre para las piernas; la altura al techo no es su peor registro pero su pronunciada curvatura descendiente resta cm de margen. Otros condicionantes negativos que restan habitabilidad real -o al menos sensación de espacio- son, por ejemplo, el puente central, muy voluminoso, los respaldos (no especialmente amplios) y también las ventanillas, muy altas y con escasa superficie acristalada. La plaza central es realmente justa para un adulto, además, no hay espacio material para colocar los pies si no es restando sitio a los pasajeros de los lados. Por otra parte, en lo que se refiere a la carga, su capacidad de maletero se sitúa en 378 litros, una cifra que no es ni mucho menos para presumir, aunque dispone de un doble fondo oculto bajo el piso para alojar pequeños objetos. Las formas interiores -tiene forma de cuña- y la "intrusión" de otros elementos en la zona de carga restan capacidad al maletero y comprometen su completo aprovechamiento. Además, al no contar con respaldos abatibles -solo hay una trampilla para poder ubicar objetos alargados como por ejemplo unos esquís-su versatilidad es muy limitada.

La versión probada está provista de un bloque gasolina de seis cilindros en V que desarrolla 208 CV de potencia. Únicamente puede equipar un cambio automático de accionamiento secuencial de seis velocidades. Lo cierto es que, a pesar de tratarse de la versión más potente de la gama IS -a excepción del estratosférico IS-F, con motor V8 de 423 CV y cambio de 8 marchas-, el 250 no se comporta con el genio que podría esperarse a tenor de sus registros de potencia y cilindrada. Aunque tiene carácter y capacidad de respuesta, su funcionamiento mecánico es más bien suave, cómodo y progresivo; lo cual no es ninguna desventaja sino una virtud. Es muy destacable su sonoridad, realmente discreta y agradable; al ralentí es tremendamente discreta y a alta velocidad se confunde con los ruidos aerodinámicos y de rodadura, por lo que a nivel de confort acústico, el IS 250 es excelente. Otro dato destacable es su consumo. Aunque se trata de un motor V6 de 2,5 litros, su media es baja. Se contenta con unos 9 litros a los 100 km gracias a su sistema de alimentación por inyección directa de gasolina con distribución variable VVTi. También influye en su contenido gasto de carburante una relación de marchas bastante largas y una excelente aerodinámica (Cx 0,27) con parte de los bajos carenados. El cambio ofrece dos modos de conducción, uno totalmente automático (normal) en el que las marchas se suceden de forma completamente autónoma en el punto óptimo de cambio para primar el confort y el ahorro de carburante, y otro (sport) en el que no hay transición de una a otra, a pesar de que el régimen de giro alcance el máximo de revoluciones, si el conductor no las selecciona. Con esta posición se obtiene una conducción más deportiva y se obtiene todo el potencial mecánico del motor.

Una buena distribución de pesos sobre los ejes, con un equilibrado reparto del 50% en cada uno, y una suspensión firme pero no dura, junto con una dirección de asistencia variable, conforman un conjunto muy agradable y sencillo de conducir, nada exigente y realmente cómodo en viajes largos o desplazamientos por carreteras o autovías rápidas y con firmes en buenas condiciones. Cuenta con control de estabilidad evolucionado de moderada ingerencia cuando actúa y dotado de recomendación de dirección en caso de sobreviraje o subviraje (el volante gira ligeramente hacia el lado hacia el que el conductor debe desplazarlo para corregir la trayectoria del vehículo). Por otra parte tanto el mordiente como la capacidad de dosificar la fuerza de frenado son buenos y la maniobrabilidad es realmente buena gracias a un radio de giro pequeño, lo que le permite ser aparcado con facilidad. El único problema en este caso es que la visibilidad trasera es bastante escasa debido a la zaga elevada y a una luneta trasera de dimensiones reducidas. Por suerte, los retrovisores exteriores son generosos y ofrecen un amplio ángulo de visión. El freno de mano es de accionamiento por pedal de pie en lugar de la tradicional palanca.

Con Toyota como casa matriz, Lexus no podía sino ofrecer un equipamiento de seguridad activa y pasiva de primer nivel, con airbag para las rodillas incluidos de serie. Uno de los dispositivos más destacables del IS es su control de velocidad adaptativo por radar. Este mecanismo regula de forma automática en función de las circunstancias de la conducción la distancia entre nuestro vehículo y el que nos precede. Dispone de tres modos o distancias de funcionamiento según la vía y la velocidad a la que circulemos y se desconecta automáticamente a menos de 40 km/h para no causar reacciones imprevistas por el conductor al transitar por ciudad, por ejemplo, donde las distancias de seguridad son menores y las frenadas, constantes.

Si por algo destaca especialmente el IS de Lexus, como casi todos los modelos de la marca asiática, es por su excepcional calidad de materiales, por el exquisito tacto y presencia de sus mandos y elementos interiores y por su lograda sensación de lujo y exclusividad a bordo. La mayoría de los guarnecidos y revestimientos interiores son o de materiales nobles (madera, piel, aluminio...) o de plásticos blandos, rugosos y cálidos que generan una atmósfera interior acogedora y de gran confort. Los encajes entre piezas son perfectos; las holguras, mínimas; los ruidos y chasquidos, inexistentes, y hasta la iluminación nocturna (tenue y difusa) resulta muy agradable y reconfortante. En este sentido, muy pocas marcas son capaces de hacer sombra la firma nipona. Por ello, es normal que Lexus posea una imagen de marca que transmite lujo y confort pero con un componente tecnológico más avanzado y un espíritu más moderno que el tradicionalismo y la formalidad germánica de sus rivales naturales. Para quien busque todos estos valores acompañados de un carácter deportivo moderado y de la suavidad, el silencio y el incomparable refinamiento de un motor gasolina V6, el IS 250 es un buen candidato.

Motor Disposición: Delantero longitudinal Nº Cilindros: 6 en V Nº Válvulas por Cil.: 4 Cilindrada: 2.500 cc. Alimentación: Inyección directa admisión variable Potencia máxima: 208 CV a 6.400 rpm Par máximo: 252 Nm a 4.800 rpm Transmisión Tracción: Trasera Caja de cambios: Automático de seis velocidades 1ª 8,6 2ª 14,8 3ª 21,7 4ª 30,5 5ª 42,8 6ª 52,5 Dirección Tipo: De cremallera Frenos Delanteros: Discos ventilados (296 mm) Traseros: Discos (291 mm) Llantas y neumáticos Neumáticos: 225/45 R17 delante, 245/45 R17 detrás Suspensión Delantera: Independiente. Paralelogramo deformable Trasera: Independiente. Paralelogramo deformable Dimensiones y Aerodinámica Longitud: 4.575 mm Anchura: 1.800 mm Altura: 1.440 mm Batalla: 2.730 mm Vía del: 1.535 mm Vía trasera: 1.545 mm Coeficiente aerodinámico (Cx): 0,27 Peso y Capacidades Peso: 1.635 Kg. Depósito combustible: 65 litros Capacidad del maletero: 378 litros Prestaciones y consumos Velocidad máxima: 225 km/h Aceleración 0-100 km/h: 8,4 segundos Aceleración 0-400 m: - segundos Aceleración 0-1.000 m: - segundos Emisiones de CO2 (gr/km): 214 Consumos (l/100 km): Urbano: 12,7 Extraurbano: 7,0 Mixto: 9,1 Precios Precio unidad base: 43.480 euros (Luxury) Precio unidad probada: 46.670 euros