Maserati Grecale Folgore: El SUV, ahora también eléctrico

Maserati pasará a ser una marca eléctrica en el año 2030 y en 2025 tendrá, al menos, una versión eléctrica de cada uno de sus modelos. La marca presentó recientemente las versiones electrificadas del Gran Turismo y el Gran Cabrio y esta semana hemos tenido la oportunidad de conducir por primera vez la versión eléctrica de su modelo más vendido, el SUV Grecale. Como sucede con sus hermanos deportivos, al Grecale eléctrico se le conoce con el nombre de Folgore, denominación común para todos los EV de la marca.

• Tu Maserati nuevo al mejor precio en este enlace

• Busca aquí las mejores ofertas de modelos Maserati de ocasión

La principal característica de los Maserati eléctricos es que emplean exactamente la misma plataforma que sus hermanos de combustión. Esto les permite una mayor flexibilidad en la producción ya que se montan en la misma línea de montaje, pero, sobre todo, mantiene la misma posición de conducción y no altera las dimensiones del vehículo ni la capacidad del maletero que se mantiene en 535 litros. Además, tiene poco incidencia en el comportamiento dinámico ya que, aunque es cierto que el peso se incrementa de manera notable, el centro de gravedad desciende al estar situada la batería en la base del vehículo.

La otra particularidad de estos Folgore eléctricos es que mantienen un sonido "Maserati". Se ha perdido, evidentemente, el sonido bronco del V8, pero los ingenieros han generado un sonido que combina el del motor eléctrico con un sonido artificial que se adapta al modo de conducción elegido y que sigue ofreciendo un tono parecido al de un motor de combustión. Este sonido, evidentemente, es desconectable para poder circular en completo silencio.

La estética del Grecale Folgore es similar a la del resto de la gama, pero con alguna peculiaridad que permite distinguirlo. La más evidente es la parrilla delantera que está semi-cerrada y tiene un tramado diferente. También los parachoques tiene un diseño distinto, con las entradas de aire más pequeñas ya que existen menos elementos que refrigerar.

El coche tiene los bajos completamente carenados, las llantas son especiales, más cerradas de lo habitual, pero con un diseño que mantiene el recurso estilístico del tridente de la marca y pueden ser de 19, 20 o 21 pulgadas y junto al logotipo lateral "Folgore" las branquias se iluminan al abrir y cerrar el coche. Otra característica del eléctrico son las pinzas de freno en color cobre así como la disponibilidad de una pintura mate que viene de la línea de personalización de la marca. En la trasera, los pilotos de LED tienen forma de bumerán.

En el interior los cambios son mínimos. A los menús e informaciones propias de un coche eléctrico (podemos, por ejemplo, ver la autonomía y el porcentaje de batería restante en el reloj del salpicadero, que es configurable) se añaden acabados en fibra de carbono y costuras en el salpicadero en color cobre y el uso de un nuevo material llamado Econyl realizado con redes de pesca reciclado como opción para la tapicería.

El Grecale eléctrico recurre a dos motores, uno sobre cada eje, de 205 kW cada uno, es decir, 278 CV. La potencia conjunta es de 550 CV ya que ambos motores no llegan a funcionar en ningún momento al máximo de su potencia. La batería es de 105 kWh brutos (98 netos), está compuesta de 33 módulos de 198 celdas, tiene una tensión nominal de 400 voltios, se recarga del 20 al 80% en 29 minutos o, lo que es lo mismo, necesita 9 minutos para recuperar 100 km de autonomía, se recarga a un máximo de 150 kW y proporciona una autonomía media homologada de 500 km.

Maserati anuncia para este coche una velocidad máxima de 220 km por hora y una aceleración de 0 a 100 en 4,1 segundos. El consumo homologado es de 24,7 kWh, aunque en la prueba que hicimos, en los alrededores de Madrid y a ritmo de tráfico denso, comprobamos que en ciudad rara vez superará los 20 kWh. En carretera, eso sí, incrementará con facilidad esa cifra por lo que hay que contar con una autonomía, en autopista, de entre 350 y 380 km.

En nuestra breve prueba en los alrededores de la capital, la principal constatación es que el Grecale, por más Folgore que sea, no deja de ser un Maserati. Me explico. Tiene el tacto de los coches de la marca (ruido incluido)y las características que hacen de un Maserati un coche especial. El diseño del interior, el acabado, los mandos, todo sigue siendo clásico, sin esa sensación de estar conduciendo una nave espacial que transmiten muchos de los nuevos modelos eléctricos de marcas premium.

En autopista mantiene un confort elevado, con una dirección que tiene una cierta holgura, inesperada en un coche de talante deportivo y una suspensión (pilotada electrónicamente y de tipo neumático, no lo olvidemos) que proporciona un confort muy elevado. En carretera nos pareció también todo un Maserati. Es cierto que el peso se nota, peor también lo es que se trata de un coche ágil y rápido, con el toque deportivo de la marca, pero con la inmediatez de respuesta y la capacidad de aceleración que le proporciona la electrificación.

En definitiva, un gran turismo en formato SUV con las ventajas del eléctrico (aceleración, recuperación, ahorro más que notable si se dispone de cargador propio) y las, todavía desventajas, de la autonomía limitada y el tiempo de recarga de media hora en viaje. Más que a los propietarios de un Maserati que quieran quedarse en la marca (que también) este parece un coche dirigido a los que ya tienen un eléctrico y que quieren, ahora, combinar ese modo de uso que ya tienen asimilado, con las características de diseño, lujo y estatus propio de una marca con la tradición y la imagen de Maserati.

El nuevo Maserati Grecale Folgore se vende desde 126.700 euros, un precio elevado. El nuevo Porsche Macan EV con versiones de 408 y 639 CV cuesta entre 85.300 y 116.900 euros, el Mercedes-AMG EQE SUV de precio equivalente tiene 625 CV (el de 476 CV vale 113.000) y el Audi Q8 e-Tron Sportsback más caro se queda en 105.000 (con 408 CV, eso sí). Hay que tener en cuenta, no obstante, que este Grecale no es el más caro de la gama. El Grecale Trofeo, de gasolina con motor V6 de 3 litros y 530 CV (20 menos) cuesta 143.150 euros. La gama de este modelo arranca en los 93.400 euros que cuesta el Grecale GT.