Probamos la versión del Mazda2 movida por el motor 1.5 Skyactiv-G de 90 CV, es decir, la intermedia de cuantas ofrece el fabricante japonés en nuestro mercado.
Disponible solo con mecánicas de gasolina, el más pequeño de la familia Mazda aúna virtudes que lo convierten en una interesante alternativa no solo como coche urbano sino también para realizar escapadas. Agilidad dinámica y ahorro de combustible son dos de sus grandes bazas. La unidad probada, con acabado Black Tech Edition, tiene un precio de serie de 16.555 euros, importe muy razonable para el equipamiento que integra.
“Look” compacto
Desde el punto de vista estético del exterior del Mazda2, cabe señalar que mantiene la línea visual denominada Kodo por parte de la firma japonesa y que se distingue por una serie de rasgos característicos. Entre ellos se encuentra el vistoso diseño de la parrilla, cuya forma y cuyos bordes afilados le aportan al frontal un aspecto tridimensional.
La posición baja del capó es otro de los factores que se integran en la filosofía Kodo, sin olvidar el carácter que le aportan las diferentes nervaduras que recorren el vehículo. Al observar la vista lateral del coche no pasan desapercibidas, por un lado su línea de cintura ascendente y, por otro, su línea de techo descendente. Entre ambas dan lugar a una zaga de aspecto muy compacto. Esta zona trasera del coche contrasta con el frontal, pues está dotada de un diseño mucho menos arriesgado y agresivo.
Los grupos ópticos posteriores quedan divididos en dos partes, una de las cuales se integra en el propio portón del maletero. Exteriormente, esta unidad, que pertenece a la terminación Black Tech Edition, equipa de serie llantas de aleación de 16 pulgadas así como el color de carrocería Artic White.
Calidad y equipamiento
El puesto de conducción del modelo japonés se caracteriza por su confort y amplitud aunque hay que señalar que se agradecería una mejor sujeción del torso durante la conducción. Los diferentes mandos son muy accesibles y de uso ergonómico. Hay que destacar la óptima posición de la pantalla táctil del navegador opcional (400 euros), pues se encuentra sobre el salpicadero y ello permite desviar poco la vista mientras se conduce. En general, se aprecia un buen nivel de acabados, con materiales que ofrecen sensación de calidad y mayormente agradables al tacto.
La segunda fila de asientos ofrece un espacio bastante cómodo para dos adultos tanto por espacio para las rodillas como de espacio al techo. Como es habitual en vehículos de este tamaño, la plaza central es más justa, aunque la amplitud que ofrece es superior a la media del segmento. En lo que respecta a la capacidad para el equipaje, el vehículo dispone de 280 litros de maletero. No se trata de una cifra espectacular para su tamaño pero ello queda compensado gracias a sus aprovechables formas.
Esta unidad Mazda2 Black Tech Edition equipa de serie elementos como airbags frontales, laterales y de cortina, asistente de arranque en pendiente, controles de estabilidad y tracción, sistema de alerta de cambio involuntario de carril, sistema de asistencia a la frenada en ciudad, dos conexiones USB, Bluetooth, botón de arranque, climatizador automático, seis altavoces, sistema MZD Connect con pantalla táctil de 7 pulgadas, volante multifunción y palanca de cambios de cuero, cámara de visión trasera, control de crucero, sensor de aparcamiento trasero o sensores de lluvia y luz.
Eficiencia mecánica
La gama de propulsores del urbano nipón está protagonizada por un motor 1.5 Skyactiv-G de gasolina atmosférico de cuatro cilindros, que está disponible con tres caballajes distintos. Mientras que la potencia de acceso son 75 CV, la variante más ambiciosa en este aspecto registra 115 CV. La intermedia, que ha sido la escogida para esta prueba, proporciona 90 CV. Ofrece una respuesta algo justa a bajas revoluciones, con una entrega de par máximo de 148 Nm a 4.000 rpm, si bien su comportamiento mejora a medida que lo vamos subiendo de vueltas.
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El hecho de que ofrezca su mayor capacidad de aceleración a altas revoluciones obliga a emplear bastante la caja de cambios manual de cinco velocidades de esta versión. Es algo que se percibe, sobre todo a la hora de rodar por repechos en autopista, donde se percibe la cierta carencia de ímpetu a bajas vueltas. Teniendo en cuenta los largos desarrollos de la cuarta y la quinta marcha, no le vendría mal una sexta relación que acortaría desarrollos y contribuiría a lograr ritmos más animados en este tipo de circunstancias.
Uno de sus puntos fuertes es la eficiencia, pues homologa una media de 4,9 litros cada 100 kilómetros. Este el objetivo de la tecnología Skyactiv, denominación que emplea Mazda para englobar sus soluciones orientadas a reducir consumo y emisiones. Tras concluir nuestra prueba, que combinó zonas urbanas, vías de circunvalación, autopista y carretera de montaña, la media obtenida fue de 6,2 litros. Se trata de un registro considerablemente bajo teniendo en cuenta la cilindrada del motor.
Ligero y estable
Desde el punto de vista dinámico, el Mazda2 ofrece unos resultados más que satisfactorios. En primer lugar, cabe destacar su gran agilidad a la hora de moverse por ciudad, que es sin duda uno de sus territorios predilectos. Dispone de un alto nivel de maniobrabilidad que le permite escabullirse por las estrechas callejuelas de cualquier urbe con gran facilidad. Por otra parte, hay que tener en cuenta que su tarado de suspensión tiende a firme, lo que beneficia a su sensación de estabilidad cuando es momento de afrontar sucesiones de curvas.
Y es que en este tipo de vías apenas balancea, ni siquiera al rodar a buen ritmo. Su ligereza también contribuye a lograr este comportamiento. Además, el vehículo cuenta con una dirección de tacto suave y directo que refuerza su eficacia dinámica global. Pese a su firmeza, la suspensión absorbe de forma eficaz las pequeñas irregularidades del asfalto, algo que se percibe claramente al circular por carreteras en mal estado.
Solo cuando se superan grandes baches a alta velocidad puede notarse un comportamiento algo seco. Mientras tanto, al rodar por las grandes rectas de autopista, el Mazda2 pone de manifiesto un buen nivel de confort y de aplomo, lo que demuestra que su filosofía de uso va mucho más allá de un utilitario puramente urbano. Asimismo, hay que subrayar que la marca japonesa ha realizado un buen trabajo en cuestión de insonorización del interior del habitáculo.
Conclusión
En definitiva, se trata de un modelo que, pese a sus características de coche de ciudad, se mueve con mucha soltura y confort fuera de ella, ofreciendo resultados dinámicos satisfactorios en todo tipo de vías. A ello hay que sumar la eficiencia de esta versión mecánica 1.5 Skyactiv-G de 90 CV y un interior con acabados de calidad y un buen equilibrio entre precio y equipamiento.
Lo compraría si tendría caja de cambios automática, el hibrido de tres cilindros la tiene pero los tres cilindros no me convencen,..¿qúe me decis al respecto?