Mazda3 1.6 CRTD: Buen compromiso

Desde su lanzamiento en 2009 el Mazda3 ha sufrido pocos cambios. Pero este año la firma japonesa ha traído a los concesionarios una nueva versión con motor diesel 1.6 CRTD que gasta un poco menos, es algo más potente y es más ligera. Esto se ha conseguido con significativos cambios mecánicos en toda la cadena cinemática, especialmente en el bloque motor, principal protagonista de esta nueva versión. Nos hemos puesto al volante de una unidad de prensa, para confirmar una vez más que el Mazda3 se presenta como uno de los compactos más equilibrados del mercado. Un coche que, a pesar de no disfrutar del éxito en cuanto a matriculaciones de algunos de sus rivales como el Renault Mégane, Citroën C4, Peugeot 308, Opel Astra o Seat León, permite experimentar el mismo placer de conducción. Y ahora, de una forma un poco más sostenible.

PVP: MAZDA3 1.6 CRTD 115 CV Style + 22.000 €

No podemos negar que en Mazda cuidan el diseño de sus coches. El Mazda3 exhibe unas formas muy aerodinámicas, perfectamente estudiadas, no tan sólo para gustar, sino también para contribuir a mejorar la eficiencia y reducir el consumo de combustible. En la carrocería de 5 puertas, este coche se percibe visualmente compacto, deportivo y dinámico. El frontal es claramente Mazda, con los faros al estilo "ojos rasgados", inconfundiblemente japonés. Los anchos pasos de rueda, las llantas de 17 pulgadas con grandes neumáticos, la generosa anchura de vías y los cortos voladizos contribuyen a dar un perfil muy deportivo.

El interior también emana ese aire sport, combinado con una gran sensación de calidad percibida, algo característico en la marca japonesa. Al sentarnos y coger el volante, rápidamente se percibe el cuidado estudio ergonómico de todos los elementos a nuestro alcance. Tanto el volante, forrado en cuero y con formas que permiten una agradable y segura sujeción, como los asientos, perfectamente envolventes, o el suave y preciso tacto de todos los mandos del salpicadero, contribuyen a crear esa sensación de confort y bienestar. El Mazda3 es un cinco plazas. En las plazas traseras el espacio es bueno, pero mejorable en cuanto a distancia entre filas. Como es habitual, el pasajero de la plaza central no viaja tan cómodo como el resto debido a la dureza del respaldo y la estrechez de la banqueta. El salpicadero tiene todos sus elementos orientados al conductor. A través de dos pantallas LCD, una de ellas situada en la parte superior del salpicadero, perfectamente a salvo de reflejos, controlamos la información sobre todo lo que afecta al funcionamiento del coche.

Debajo del capó nos espera el nuevo bloque de 1.6 litros CRTD, que ofrece 115 CV a 3.600 rpm, y un par de 270 Nm entre 1.750 y 2.500 vueltas, cifras que mejoran ligeramente las características del anterior 1.6 TD de 109 CV. Este motor se adapta a la normativa Euro V sobre emisiones contaminantes, gracias entre otras cosas a la incorporación de un nuevo turbocompresor de geometría variable, unos nuevos piezoinyectores en el sistema common rail, y un nuevo filtro de partículas, ahora sin mantenimiento. Mazda anuncia que este motor consume 4,4 litros/100 km. en ciclo combinado, y emite tan sólo 117 gr/km de CO2. Como es habitual, el consumo que registró nuestra unidad de pruebas supera esta cifra. En autopista y autovía el ordenador de a bordo marcó 5,9 litros. En carretera de montaña, 7,7 litros. En ciudad, 7,9 l/100 km.

Arrancamos. El motor ofrece un clarísimo ronroneo de diesel, no cabe duda. El motor es algo ruidoso cuando está frío, y no es hasta que coge una adecuada temperatura cuando muestra su finura de funcionamiento. Un testigo de temperatura en el salpicadero nos sirve de referencia para saber cuándopodemos empezar a exprimir el propulsor , conviene tenerlo presente. Una vez en marcha, este nuevo 1.6 CRTD tiene una respuesta bastante elástica, si bien es un poco mejorable en el empuje inicial. La inserción de las marchas (hasta seis) es rápida y suave, lo que unido al buen comportamiento general del coche generan un agradable placer de conducción. Uno de los puntos que más nos convence del Mazda3 es el tacto de la suspensión. Su tarado se sitúa en el punto justo entre firmeza y confort, lo que permite que podamos aprovechar perfectamente las cualidades dinámicas que ofrece el chasis de este Mazda sin tener que sacrificar nuestra espalda. Y es que si algo caracteriza a esta marca es la precisión y el aplomo que demuestran sus coches. La dirección es rápida y podemos apuntar a la entrada de la curva con exactitud. La carrocería no balancea apenas y la respuesta del coche es muy neutra. El coche se percibe ágil (uno de los objetivos de la marca es trabajar en reducir el peso de sus vehículos. El nuevo Mazda3 pesa 15 kilos menos que su predecesor). Todo en conjunto contribuye a generar una buena sensación de seguridad y confort al volante.

El Mazda3 recibió cinco estrellas EuroNcap en los tests realizados en noviembre de 2009. Equipa de serie dos airbags delanteros, dos airbags laterales y airbags de cortina integrados. El asiento del conductor dispone de cinturón de seguridad con pretensores dobles y limitadores de carga. En cuanto a ayudas electrónicas, destacan el control de estabilidad DSC, el control de tracción TCS, ABS y asistente de frenada. También es de serie la señal de parada de emergencia (ESS) que avisa a los demás vehículos con un parpadeo de las luces de emergencia si frenamos bruscamente ante una situación de peligro.

El Mazda3 1.6 CRTD es el menos potente de la gama diesel. Por encima tenemos el 2.2 CRTD con potencias de 150 y 185 CV. A diferencia de ellos, este nuevo propulsor gasta un litro a los 100 kilómetros menos de media, y aunque ofrece unas prestaciones inferiores, pueden ser suficientes para muchos. Creemos que sus 115 CV están bien aprovechados. También es un coche que ofrece un precio similar al de sus rivales más directos, aunque la verdad, lucha en un segmento de mercado muy competido. Juega a su favor la calidad general de fabricación, el prestigio de la marca y su diseño poco visto en relación con el de la mayoría de sus rivales, que gozan de mayor difusión.