Mazda citó a la prensa especializada en Viena (Austria) para dar a conocer hasta qué punto ha cambiado el Mazda5, y establecer una primera toma de contacto con el nuevo coche. La marca japonesa habla de "segunda generación" cuando hace referencia al nuevo modelo, un claro indicador de que las mejoras introducidas han sido importantes. Lo primero que llama la atención es el nuevo diseño exterior, (Nagare, como lo denominan en Mazda), de líneas fluidas y nada angulosas, inspiradas en formas de la naturaleza. En el interior, cambia el salpicadero adoptando esta misma filosofía, y mejora sustancialmente la calidad del equipamiento. También la suspensión y la dirección se han retocado para mejorar el comportamiento dinámico, sin perjudicar el confort. Y se ha introducido en la gama un nuevo motor 2.0 DISI de gasolina de 150 CV, menos bebedor y con mejores prestaciones. El diesel, probablemente un 1.6 de 109 CV, llegará a partir de noviembre. Por todo ello, podemos afirmar que estamos ante un monovolumen notablemente actualizado, fruto de la precisión, el rigor y el esfuerzo que caracteriza a los constructores japoneses. De esta manera puede hacer frente a la dura competencia en su sector, protagonizada por los Toyota Verso, Volkswagen Touran, Opel Zafira, Renault Grand Scénic o Citroen Grand C4 Picasso, entre otros.
Diseño
Han pasado cinco años desde que Mazda decidiese lanzar al mercado el Mazda5, con el que ha luchado en el segmento de los monovolúmenes con longitud en torno a los 4,60 metros y capacidad para siete plazas. Partiendo de la base del Mazda5 conocido, la firma japonesa ha rediseñado totalmente su carrocería, que ahora luce un aspecto más deportivo, unas líneas más fluidas y aerodinámicas, derivadas del diseño "Nagare", característico de Mazda. Según afirmó en la presentación Koji Tabata, jefe de diseño del Mazda5, el estilo "Nagare" se ha inspirado en las formas y movimientos que podemos encontrar en la naturaleza (por ejemplo, el movimiento del agua). Este principio se traduce en unas formas en las que no existen ángulos marcados sino suaves curvas que contribuyen a mejorar el coeficiente aerodinámico y hacer más agradable a la vista la estética del coche. Así, podemos ver en el lateral del nuevo coche(sobre todo en las puertas) unas líneas onduladas que contribuyen a direccionar el aire y a la vez dar volumen a la carrocería, aunque sea básicamente un efecto visual. Dependiendo del color (hay 8 en total), las líneas y la profundidad de su volumen se perciben más acentuadas o no, algo a tener en cuenta a la hora de decidirnos por un acabado u otro. El frontal también cambia notablemente con respecto al anterior Mazda5, de la misma manera que las ópticas y el guardabarros trasero, que se han rediseñado para dar más estabilidad al coche y una apariencia más deportiva. En definitiva, sobre una misma base y manteniendo los principios del anterior Mazda5 tenemos un coche nuevo, más moderno y atractivo.
Habitabilidad
Las medidas no cambian apenas. El Mazda 5 2010 sólo es 8 centímetros más largo que el anterior, debido al rediseño del frontal. Mide 4,58 metros de longitud, suficientes para dar cabida a siete pasajeros. El acceso a todas las plazas sigue siendo fácil, gracias a las características dos puertas traseras correderas, que ahora montan un nuevo sensor antiatrapamiento, más sensible que el del modelo precedente. Pueden abrirse de forma automática con el mando a distancia, algo bastante práctico cuando nos acercamos al coche y llevamos niños en brazos o vamos cargados con los bultos de la compra. En el interior también se ha modificado ligeramente el diseño del salpicadero, con el objetivo de seguir la línea de diseño "Nagare" comentada anteriormente y de mejorar algunos puntos: la pantalla del ordenador de a bordo, que se sitúa en el centro, es más grande y se halla a salvo de molestos reflejos; las rejillas de ventilación se han colocado en una posición más elevada para mejorar la ventilación del habitáculo ( hemos de decir que dudábamos de su capacidad de refrigeración para todo el habitáculo, teniendo en cuenta que las plazas traseras no cuentan con rejillas que canalicen el aire, pero en la toma de contacto nos parecieron suficientemente efectivas); las banquetas delanteras y traseras son más anchas, el "asiento" central de la segunda fila es más mullido y se han añadido reposabrazos en las plazas delanteras, con el objetivo de incrementar el confort, entre otros detalles. Las soluciones de modularidad interior (sistema "Karakuri", según Mazda) no varían. El Mazda5 sigue siendo un 6+1, no un siete plazas en el sentido estricto. Esto es así porque en la segunda fila no tenemos tres plazas, sino dos asientos y uno central de muy pequeño tamaño que sólo sirve para un uso muy ocasional. Este asiento central se puede abatir y convertirse en una bandeja portaobjetos, o bien desaparecer para generar un espacio a modo de pasillo que facilite la entrada de los críos a las plazas traseras o su desplazamiento a la segunda fila sin necesidad de retirar las sillitas. Práctico es, por supuesto, pero debemos tener en cuenta que limita mucho el confort del séptimo pasajero. El sistema de plegado los asientos, la modularidad de los mismos y la sencillez del manejo de todo ello sigue siendo sobresaliente. Con la segunda y tercera fila abatidas, se nos presenta un maletero totalmente plano con 1.485 litros de capacidad máxima.
Mecánica
La gama empieza con dos motores de gasolina: el conocido 1.8 de 115 CV y un nuevo 2.0 DISI i-Stop de 150 CV, igual que el que monta el Mazda3. Ambos van asociados a una caja de cambios de seis velocidades. La introducción de la inyección directa y de la tecnología i-Stop, que para automáticamente el motor cuando el coche está detenido en un semáforo o en un atasco, contribuye al ahorro de combustible. El consumo medio oficial del motor 2.0 se sitúa en 6,9 litros/100km (uno de los mejores de su segmento), mientras que las emisiones son de 159g/km. Esta versión también incluye un indicador de marcha, que nos recomienda en la pantalla del ordenador en todo momento la relación de cambio que debemos insertar para gastar menos gasolina. Los japoneses no son muy amantes de los motores diesel ("en Japón no los utilizamos", dicen), pero Mazda ya ha confirmado que para la gama Mazda5 se contará con un diesel 1,6 CRTD de 109 CV, que llegará a España a partir de noviembre.
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Comportamiento
La presentación organizada por Mazda incluía una breve prueba de conducción, en la que se trataba de constatar las mejoras introducidas en el comportamiento dinámico de este monovolumen. Daisuke Umetsu, responsable de optimizar el guiado y la respuesta del nuevo modelo, explicó que se han centrado en hacer que el Mazda5 ofrezca un comportamiento lineal en toda circunstancia. Por lineal se entiende básicamente que el coche frena, acelera, gira y se apoya en las curvas sin que se perciba una brusca transición entre las fuerzas físicas que se generan durante estas fases de la conducción. De esta manera, el guiado es más sencillo y tanto el conductor como los pasajeros sienten en menor medida las inercias que se generan durante el rodar del coche. Mazda también ha retocado el sistema de suspensión (cambian la estabilizadora, los muelles y el tarado de los amortiguadores) para buscar el justo compromiso entre deportividad y confort. Finalmente, los retoques en el chasis también han afectado a la dirección (sus anclajes son más rígidos y se incorpora una nueva pieza de goma), con el objetivo de conseguir esa respuesta lineal y una sensaciones de conducción más seguras y placenteras. Durante nuestra breve ruta por los alrededores de Viena pudimos constatar que el Mazda5 sigue siendo ante todo, un coche que ofrece confort frente a deportividad. Sus suspensiones son suaves y absorben perfectamente, y aunque en los apoyos en curva balancea ligeramente, lo cierto es que el guiado del vehículo es muy bueno. Es estable, bastante neutro de reacciones y muy cómodo. No obstante, la versión con motor de gasolina de 150 CV no nos acabó de convencer en cuanto a prestaciones, ya que este motor entrega su par máximo demasiado arriba (4.500 r.p.m.) y a la hora de recuperar obliga a llevarlo bastante alto de vueltas. La elasticidad no es su punto fuerte, aunque a bajas r.p.m. parece responder bien, a falta de una prueba más en profundidad que acabe de confirmarlo.
Seguridad
El anterior Mazda5 obtuvo 5 estrellas EuroNcap, y muy probablemente el nuevo modelo también las consiga, teniendo en cuenta las mejoras introducidas. La carrocería del nuevo Mazda5 es más rígida y está más reforzada, e incluye nuevas áreas de absorción de impactos. Asimismo, el rediseño exterior también ha tenido como objetivo mejorar la protección de peatones, un punto importante de cara a las pruebas de seguridad. Equipa seis airbags (delanteros, laterales y de cortina) , cinturones de tres puntos con pretensores, anclajes ISOFIX y los habituales controles de estabilidad, tracción y ABS. En cuanto al frenado, incluye un sistema de priorización del freno, que da prioridad al pedal de freno sobre el pedal de acelerador en caso de pisar ambos simultáneamente.
Valoración final
Sobre la misma base que el anterior modelo, Mazda ha aprovechado para realizar una profunda actualización estética y pulir numerosos detalles con el objetivo de mejorar las ya de por si notables aptitudes de este monovolumen. Faltará ver si estos cambios mejoran lo suficiente su competitividad dentro del segmento para poder incrementar sus ventas con respecto al modelo precedente, que cabe calificar de discretas en relación a algunos de sus rivales. A falta de saber los precios, lo que es seguro es que los cambios estéticos, de equipamiento y de cadena cinemática lo hacen más atractivo que nunca, sobre todo para aquellas personas con familia y que buscan ante todo un coche práctico y con grandes aptitudes para la carga y los largos desplazamientos.
soy un propietaros de un mazda 5 y todo en el es espectacular, hasta el desgaste de los neumaticos... es del 2010 a alguien mas mas le pasa y que ha hecho para corregirlo