Mazda6 SW 2.2 CRDT 163CV: Espacioso y funcional

España no es un país donde se prodiguen los coches con carrocería Station Wagon, con la excepción de determinadas zonas del norte, especialmente País Vasco y Cataluña. Por costumbre o arraigo cultural, lo cierto es que las berlinas siguen teniendo una mayor aceptación en la mayor parte del territorio. No ocurre lo mismo en otros países europeos, donde las carrocerías break son predominantes en las carreteras y ciudades. El nuevo Mazda6 viene para hacer su pequeña contribución para cambiar esta tendencia. Según nuestra opinión, este coche mantiene la línea elegante y discreta, ligeramente deportiva, de sus hermanos de gama con cuatro y cinco puertas. Añade, eso sí, un maletero más práctico y capaz, la razón de ser de este tipo de modelos. Ya tuvimos oportunidad de comentaros cómo va el Mazda6 2.5 Sportive de cinco puertas, con motor de gasolina de 170 CV. Dijimos en su momento que uno de sus principales competidores lo tiene en casa, en la versión diesel, casi tan potente y menos bebedora. Ahora hemos podido comprobar qué tal va este motor diesel, aunque en una carrocería un poco más grande. Con él, el Mazda6 puede rivalizar con un largo listado de modelos: Ford Mondeo, Opel Insignia Sport Tourer, Honda Accord Tourer, Skoda Superb Combi o Peugeot 407 SW, entre otros.

La renovación estética en la que están inmersos todos los modelos de Mazda llegó hace unos meses al Mazda6, creemos que de forma acertada. La nueva imagen de familia de Mazda es evidente, y el coche muestra claramente un aspecto atlético, deportivo y a la vez elegante. El acabado de nuestro coche de pruebas era el Style, algo menos deportivo que el Sportive (aunque en el interior vemos cuero en la tapicería y el volante, y pedales de aluminio) pero también más completo que el Active (monta asistente de arranque en cuesta, por ejemplo). Exteriormente, este Mazda6 respeta las líneas fluidas y el aspecto dinámico de la versión de cuatro puertas y mantiene el buen coeficiente aerodinámico característico en la gama. En este SW se sitúa en 0,28, uno de los mejores de su segmento. Por supuesto, la trasera está marcada por el generoso espacio para maletero y el enorme portón, que facilita la carga de bultos.

Si el Mazda6 de cinco puertas ya se caracteriza por una sobresaliente habitabilidad, la versión Station Wagon lo supera. La diferencia, lógicamente, se centra en la capacidad del maletero. Esta versión familiar destaca por ofrecer un mayor volumen de carga máxima (1.751 litros frente a 1.702), mayor superficie (1.926 mm. de longitud hasta la primera fila, con los asientos traseros abatidos) y una mayor anchura del portón (11,4 cms. más de boca de entrada). La forma de su carrocería break también beneficia la altura al techo disponible en las plazas traseras, 35mm. superior. El resto de medidas son idénticas a las de las versiones 4 y 5 puertas. Es un coche muy apto para ser usado en compañía de familiares y amigos, por sus dimensiones y por la atención al detalle conseguida. Esta versión incluye tapicería de cuero, climatizador bizona, equipo de música con ocho altavoces o la cubierta de lona Karakuri, que se despliega al abrir el maletero e impide que entre aire frío o caliente al interior mientras se cargan los bultos. La sensación de calidad percibida dentro de este coche es elevada, tanto por la calidad de los materiales empleados como por sus acabados. No obstante, creemos que una mayor combinación de tonos sería acertada, ya que predomina el negro, a nuestro parecer, en exceso.

El motor que mueve a este Mazda es un turbodiésel common rail de 2,2 litros, que entrega 163CV. Es un motor moderno, con sistema de inyección common rail y filtro de partículas. Se caracteriza por su buen empuje desde bajas vueltas. El par máximo que ofrece es de 360 Nm mantenidos entre 1.800 y 3.000 r.p.m., una buena cifra que garantiza una respuesta muy lineal y progresiva, especialmente en el rango bajo y medio de revoluciones. Este motor es poco ruidoso, aunque como es lógico, no alcanza el nivel de silencio y finura de funcionamiento del gasolina, especialmente al ralentí y en frío. Y eso que Mazda afirma que ha logrado reducir la sonoridad durante los arranques en frío en este motor, revisando las presiones y la sincronización de la inyección de combustible. La marca da como consumo medio oficial 5,4 l/100km. Nosotros nos acercamos a ese registro en carretera sin tráfico y a 80km/h mantenidos. En autopista el ordenador marcó 6,1 l/100km, y en ciudad llegamos a los 8l/100km. Es un consumo, en cualquier caso, bastante contenido, teniendo en cuenta de que se trata de un motor de 2,2 litros de cilindrada.

Todo lo dicho en su momento con respecto al Mazda6 de cinco puertas es válido para este Station Wagon. Volvemos a confirmar que es un coche fácil de conducir, gracias a la precisión de su dirección y la nobleza de sus reacciones. La carrocería apenas balancea en los apoyos en curva, y las suspensiones muestran un perfecto compromiso entre capacidad de absorción y firmeza. La respuesta del motor, muy lineal, nos ayuda a practicar una conducción suave y económica, si deseamos. Si, por el contrario, queremos exprimir las bondades de este chasis, los 163CV que nos ofrece el propulsor son suficientes para mover el coche con soltura en cualquier escenario. Es un coche bastante largo, pero no por ello poco ágil en ciudad y carretera. En ciudad tiene como hándicap la poca visibilidad trasera, que compensa con sensores de ayuda al aparcamiento. En autopista, se beneficia de una sexta relación muy larga para obtener una buena velocidad de crucero con un bajo consumo de combustible.

Es un coche bien equipado en cuánto seguridad activa y pasiva. Destacan sus sistemas electrónicos DSC (control de estabilidad), TCS (control de tracción), ABS con EBD (distribución electrónica de la frenada), EBA (ayuda a la frenada de emergencia)o el asistente de arranque en cuesta (HHA). También incluye de serie un testigo de presión de neumáticos, así como una batería de airbags: frontales de conductor y pasajero, de cortina delanteros y traseros, y laterales (de cabeza y tórax).

El Mazda6 SW compite en un duro segmento de mercado, en el que todas las marcas generalistas toman partido, con mayor o menor acierto. Es, junto con el Ford Mondeo, el que ofrece un motor más potente a un precio en torno a los 30.000 euros, y uno de los que registra una menor cifra de consumo medio, a pesar de su superior cilindrada. Nos ha gustado la elástica respuesta de su propulsor diesel y, como ya es habitual en los últimos productos de Mazda, la facilidad de conducción y la seguridad que transmite el coche en marcha. La carrocería break o Station Wagon aporta un plus de capacidad de carga, y sus casi dos metros de longitud de maletero permiten cargar algo más que los tradicionales esquíes. Es, sin duda, un buen coche para disfrutar en familia o llevar los artilugios de tu hobby preferido de fin de semana, algo que su homónimo de gasolina con carrocería berlina hace con mayor dificultad.