Superdotado en ahorro y prestaciones
Mazda es uno de los fabricantes que más énfasis está poniendo en reducir el consumo y las emisiones de sus vehículos, pero a su vez, en su estrategia figura como primordial mantener su característico estilo deportivo en la conducción de sus automóviles. El objetivo de la firma nipona es alcanzar antes de 2015 una reducción del 30% del consumo y el 25% de las emisiones de CO2 en toda su gama de productos. La respuesta a un planteamiento tan complejo requiere un firme compromiso y una clara voluntad de mejora de la eficiencia en el desarrollo de cualquier iniciativa e innovación mecánica o tecnológica. Sólo así, aumentando la eficiencia e implementando medidas complementarias (reducción de peso, optimización de la aerodinámica...) se puede llegar a cumplir el compromiso adquirido. Un buen ejemplo es el modelo objeto de la prueba, cuyo motor ofrece un gran equilibrio entre las prestaciones y el potencial que desarrolla y el ahorro energético y medioambiental que logra.
Texto y fotos: Narcís Reixach
Diseño
La nueva generación del Mazda3, estrenada este año, se puede definir por sus líneas exteriores como un intento de "radicalizar" su estilo deportivo, su agresividad estética y su presencia visual. Con sus 4,46 metros de longitud total, que es bastante para un coche de su segmento (los compactos suelen rondar los 4,2 o 4,3 metros de largo), sus formas debían "camuflar" ese generoso tamaño para que su dinamismo no se viese condicionado. Para ello cuenta con un perfil estilizado, volúmenes y contornos perfilados y un aire general mucho más moderno y "afilado".
La personalidad de la marca -y la filosofía Zoom-Zoom- salen a relucir en el frontal, por ejemplo, con una presencia destacada de la nueva parrilla de cinco puntas, los grupos ópticos muy rasgados o su prominente parachoques. El resultado de sus trazos es también acertado desde el punto de vista aerodinámico, ya que posee un Cx de 0,30. Destaca también en su visión lateral la existencia de una tercera ventanilla, aunque de menor tamaño en comparación con la anterior generación, que se queda muy desfasada estéticamente atendiendo al salto estilístico experimentado por el nuevo Mazda3.
Mazda es uno de los fabricantes que más énfasis está poniendo en reducir el consumo y las emisiones de sus vehículos, pero a su vez, en su estrategia figura como primordial mantener su característico estilo deportivo en la conducción de sus automóviles. El objetivo de la firma nipona es alcanzar antes de 2015 una reducción del 30% del consumo y el 25% de las emisiones de CO2 en toda su gama de productos. La respuesta a un planteamiento tan complejo requiere un firme compromiso y una clara voluntad de mejora de la eficiencia en el desarrollo de cualquier iniciativa e innovación mecánica o tecnológica. Sólo así, aumentando la eficiencia e implementando medidas complementarias (reducción de peso, optimización de la aerodinámica...) se puede llegar a cumplir el compromiso adquirido. Un buen ejemplo es el modelo objeto de la prueba, cuyo motor ofrece un gran equilibrio entre las prestaciones y el potencial que desarrolla y el ahorro energético y medioambiental que logra.
Habitabilidad
El interior es muy espacioso y suficientemente amplio como afirmar, esta vez sí, a diferencia de otros coches, que posee cinco verdaderas plazas. Igualmente, el acceso es cómodo gracias a sus cuatro grandes puertas.
En cuanto a la posición de conducción, la columna de dirección regulable en altura y profundidad y unos confortables asientos de óptima sujeción lateral, facilitan el hecho de encontrar una postura cómoda y natural. Por su parte, las plazas traseras disponen de notable anchura y distancia entre filas de asientos, así como también una altura libre al techo adecuada para pasajeros de todas las tallas y estaturas. Respecto al espacio de carga, cuenta con 340 litros de capacidad, una cifra algo justa considerando las dimensiones globales del coche, aunque gracias a un portón también generoso, permite alojar objetos de grandes dimensiones. En caso de necesidad, su volumen útil puede crecer hasta los 1.360 litros abatiendo los asientos traseros.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Mecánica
El bloque de 2,2 litros diésel de Mazda se ofrece con distintas potencias en los diferentes modelos de la marca japonesa; quizás la versión más equilibrada con esta carrocería es la de 150 CV, por su relación entre potencia y consumo; si bien en la variante ensayada, los 35 CV extras se aprecian, se notan y no "molestan" en absoluto, ya que mantiene unas medias de gasto de carburante muy razonables. Con este propulsor, el Mazda3 ofrece unas aceleraciones tremendas y una velocidad muy elevada, gozando siempre de una capacidad de recuperación sobradísima en todo momento. Esa rapidez transmite, precisamente, deportividad y diversión, pero también seguridad y confianza al conductor para todo tipo de maniobras y situaciones. Lo mejor es que todo eso se consigue con una suavidad de funcionamiento y un sigilo mecánico inhabitual por tratarse de un diésel tan potente, sin apenas percibir vibraciones ni el molesto "ronroneo" de los bloques de gasóleo más "gordos". En cuanto a las prestaciones, los registros hablan por sí solos y dejan clara la naturaleza dinámica de esta variante: velocidad máxima de 213 km/h y aceleración de 0 a 100 km en 8,3 segundos. Los consumos de combustible son también otro de sus puntos fuertes, ya que certifica 5,6 de media y en condiciones reales apenas supera los 6 litros los 100 km, lo que le posibilita disponer de una autonomía cercana a los 1.000 km gracias a su depósito de 55 litros de capacidad.
Comportamiento
Como buen Mazda, su comportamiento dinámico está a la altura de lo esperado, y más en el caso del motor de 185 CV: Su chasis goza de una excelente puesta a punto, tanto en eficacia como en confort.
Destaca el trabajo realizado para mejorar la firmeza y rigidez estructural de coche sin añadir por ello más peso al conjunto. Igualmente merece una mención especial la respuesta de la suspensión, garantizando el trabajo de filtrado de las irregularidades pero también el de información sobre la física y los movimientos del coche. En curvas, el Mazda3 se comporta de forma noble y ágil, lo que le proporciona un elevado paso por curva y una trayectoria precisa y predecible gracias a una dirección eficaz y directa. El capítulo de la frenada también cumple su cometido, ofreciendo contundencia y resistencia.
Seguridad
Esta potente motorización se combina en exclusiva con el nivel de equipamiento Sportive, realmente completo en su dotación y que cuenta con controles de tracción y estabilidad TCS y DSC, que actúan sólo cuando es necesario, así como airbags frontales, laterales y de cortina, retrovisores eléctricos con detección de objetos en el ángulo muerto y asistente de cambio de carril entre otros dispositivos. Como elemento negativo destacar la presencia de una rueda de repuesto de tipo emergencia, más estrecha que el calzado que lleva de serie.
Valoración Final Como apuntábamos antes, quizás las prestaciones y los registros del Mazda3 2.2 CRTD de 150 CV son más que suficientes (0 a 100 km/h en 9,2 segundos y un consumo medio de 5,4 l/100 km) e incluso la versión de acceso de gasóleo del compacto nipón es suficiente para cumplir con las necesidades del cliente estándar (1.6 de 109 CV). Sin embargo, quien prefiera las sensaciones de la versión de 185 CV disfrutará por un lado de una orientación globalmente mucho más dinámica y por otro deberá afrontar su elevado precio. La exclusividad mecánica tiene un coste que acostumbra a ser elevado, y en esta ocasión se traduce en una tarifa que supera los 25.000 euros. Al que no le frenen las cuestiones crematísticas, también puede decantarse por la variante más explosiva de este modelo: el MPS 2.3 DISI Turbo de 260 CV, con motor de gasolina y prestaciones sencillamente excepcionales.
Saludos a todos, espero ayudaros con mi opinion: Conduzco mazda 323F desde 1995 ya son unos 15 años, aparte de meter piezas necesarias como: frenos, gomas, osea lo necesario,,, no he tenido ningún problema con el. Yo personalmente me compraria otro mazda y me gusta mucho el RX-8 pero para comprar Mazda necesitas mucho dinero, son caros por el momento sigo con este un saludo.