Nuevas experiencias
Puede ser la excusa perfecta, pero no es necesario tener familia para sacarle el máximo partido al Clase C Estate. Eso sí, para adquirir la versión 320 CDi Avangarde hay que disponer, al menos, de 45.500 euros. Un precio acorde a su categoría Premium.
Dentro de la oferta diesel ésta es la variante más potente, con 224 caballos, y la única que puede equipar el cambio automático 7G-Tronic y la tracción a las cuatro ruedas 4Matic.
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Nadie duda de la calidad de los vehículos fabricados por Mercedes pero, en líneas generales y desde un punto de vista estético, su tendencia al clasicismo puede hacer desvanecer el interés de algunos potenciales clientes. Esto no ocurre con el Clase C Estate Avantgarde, un modelo con una imagen igual de elegante pero mucho más fresca y juvenil.
A diferencia del acabado Elegance, la estrella identificativa de la marca no se coloca sobre el capó sino de forma dimensionada en el centro de la parrilla. Una parrilla, en este caso, compuesta por tres grandes lamas plateadas rematadas con listones cromados.
Otras aplicaciones con este tipo de terminación así como las molduras de aluminio pulido que enmarcan la superficie acristalada lateral acentúan el estilo deportivo que se ha querido dar la versión Avangarde.
En el interior domina el negro, el gris oscuro y las inserciones de aluminio. La razón vuelve a ser la de transmitir deportividad. Pero los que prefieran tonos más claros pueden optar por tapizar los asientos en cuero beige o marrón.
Al margen de gustos cromáticos, el habitáculo del Clase C Estate resulta cómodo aunque no más amplio que el de la berlina, salvo en la altura de las plazas traseras y en la capacidad de carga del maletero. Bien es cierto que si se mide hasta el estor cubreequipajes sólo gana 10 litros, pero como también cuenta con una red de separación entre las plazas y el maletero, el límite lo pone el techo. Y además, siempre se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros, en cuyo caso el volumen disponible llega hasta los 1.500 litros. El portón del maletero dispone en opción de apertura y cierre automático.
Los asientos de las plazas delanteras son amplios y confortables, y cuentan con reposacabezas activos que reducen el riesgo de lesiones cervicales en caso de impacto. Las plazas traseras también son cómodas, algo menos la central a la que además, como suele ocurrir, el túnel de transmisión resta espacio para los pies.
La disposición de los mandos es muy intuitiva y de fácil acceso para el conductor, a excepción de la palanca que controla los indicadores de dirección y el limpiaparabrisas, ya que se sitúa a la izquierda y en una posición muy baja para poder dejar espacio a otra palanca: la del control de velocidad. Tampoco estaría de más que el volante tuviera un diámetro un poco menor dada la inclinación deportiva de esta versión.
Que no decaigan las vueltas. Ese parece ser el lema del 320 CDi asociado a la caja automática 7G-Tronic. Un cambio suave, rápido y eficaz, que aprovecha al máximo los 224 caballos del 3 litros V6 de esta variante.
Se trata de un motor que responde de inmediato a las órdenes del acelerador desde bajo régimen gracias a los 510 newton metro de par máximo que ofrece entre las 1.600 y las 2.800 revoluciones por minuto.
El Clase C Estate 320 CDi consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y su velocidad máxima alcanza los 244 km/h. El consumo mixto que acredita su ficha técnica es de 7,5 litros a los 100 km.
El Clase C Estate es un coche noble. Es fiel a las órdenes del conductor y predecible en sus reacciones si se le exige demasiado.
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También tiene un comportamiento ágil en general, aunque no tendría por qué ser ésta una de sus principales cualidades, y goza de un alto grado de confort de marcha.
Pero sobre todo puede presumir de un nivel de estabilidad extraordinario. En tramos de curvas enlazadas o maniobras de esquiva se mantiene firme en la trayectoria elegida sin apenas balanceos de la carrocería. Además parece no importarle demasiado el estado del pavimento. En este sentido es encomiable el trabajo de la suspensión que sin mermar el confort de los ocupantes consigue que el vehículo no pierda aplomo.
Con el cambio automático 7G-Tronic tiene mejores prestaciones que con el manual de seis marchas y el consumo prácticamente no varía.
Equipar al Clase C Estate con todas las opciones posibles en materia de seguridad supone disponer de todo un arsenal tecnológico para prevenir accidentes y proteger a los ocupantes.
Frenos adaptativos con ABS, Programa Electrónico de Estabilidad, sistema PRE-SAFE, reposacabezas activos, airbags delanteros, laterales, de cortina y de rodillas para el conductor, indicador del desgaste de las pastillas de freno, avisador de pérdida de presión de neumáticos y un largo etcétera hasta completar la lista.
Familiar con mucha clase. Así es el Mercedes Clase C Estate Avangarde. Su carrocería ofrece más versatilidad y mejor aprovechamiento del espacio interior que la berlina, sobre todo, a la hora de transportar objetos voluminosos.
En orden de marcha el confort está garantizado, y goza de un magnífico aplomo. Además, su estética menos clásica que en otros modelos de la marca constituye otro argumento a favor para atraer a un público más joven.
Motor
Disposición: Delantero Nº Cilindros: Seis en V Cilindrada: 1.987 cc Potencia: 224 cv a 3.800 rpm Par máximo: 510 Nm entre 1.600 y 2.800 rpm
Dimensiones y peso
Longitud: 4.596 mm Anchura: 1.770 mm Altura: 1.463 mm Batalla: 2.760 mm Peso: 1.750 kg
Prestaciones y consumo
Aceleración 0 a 100 km/h: 7,1 Velocidad máxima: 244 km/h Consumo (l/100 km): Urbano: 10,2 Extraurbano: 6,2 Mixto: 7,5 Emisiones de C02 (gr/km): 199
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