Poner a prueba el Mercedes Clase G 2024 es algo especial, puesto que se trata de uno de los todoterrenos más longevos del mercado y, además, a pesar de sus más de 40 años de vida, hay mucho de lo que le convirtió en un icono que todavía hoy permanece.
Es cierto que el Mercedes Clase G se ha ido refinando con el paso de los años, especialmente en su interior, con acabados más lujosos y materiales de alta calidad, pero su diseño sigue casi inalterado y, lo más importante, sigue comportándose como un titán allá por donde pase, ahora con motorizaciones electrificadas para controlar los consumos y dar un extra de rendimiento.
Con este restyling del Mercedes Clase G 2024 ha llegado, eso sí, una versión eléctrica, a la que han llamado Mercedes G 580 EQ, pero que no parece dispuesta a quedarse atrás en la historia de este todoterreno.
Hemos viajado hasta Montpellier (Francia) para tener un primer contacto con el Mercedes Clase G 2024 en prácticamente todas sus versiones, tanto en carretera como, por supuesto, fuera del asfalto.
Mercedes Clase G 2024: una imagen que perdura
El nuevo Mercedes Clase G sigue siendo perfectamente reconocible. Hay que ser muy hábil para ver las diferencias de este lavado de cara: en el frontal, la parrilla ahora luce cuatro lamas en lugar de tres, hay un nuevo paragolpes con entradas de aire más grandes, pero se mantienen otros detalles característicos como los intermitentes sobre el capó o los faros redondos.
El Clase G eléctrico sigue esta misma línea de diseño: salvo que se elija la parrilla específica Black Panel con marco iluminado, será muy difícil darse cuenta de que estamos ante la versión eléctrica.
En la zaga, su “gran” novedad es un nuevo paragolpes y la posibilidad de añadir, en el caso del Mercedes G 580, una caja de diseño que alberga el cable de carga en lugar de la tradicional rueda de repuesto que luce el Clase G.
Además, no faltan tampoco los tradicionales botones para abrir la puerta, el sello de Schöckl -la montaña donde se prueban los Clase G- en la parte inferior del marco de la carrocería al abrirlas ni tampoco el inconfundible sonido al cerrarlas. Y seguir escuchando esto me parece fundamental durante la prueba del Mercedes Clase G.
Mercedes Clase G 2024: prueba en carretera
El Mercedes Clase G 2024 es un todoterreno de raza y su hábitat natural no es, desde luego, el asfalto. Pero eso no significa que Mercedes no haya trabajado en que pueda ser un coche dócil para circular con él por carretera.
En este aspecto se ha ido refinando con el paso de los años y aunque sigue siendo un vehículo con una respuesta algo rígida, permite viajar en él con un alto grado de confort. Para seguir mejorando este aspecto, en esta renovación Mercedes ha hecho algunos ajustes en su sistema de amortiguación.
En el nuevo Mercedes G 450d, el diésel, que es uno de los que pudimos probar por autopista y carretera, así como en el G 500, la versión de gasolina, han incorporado un sistema de amortiguadores adaptativos que mantienen a raya los posibles balanceos y cabeceos de la carrocería. Para el nuevo Mercedes-AMG G63, hablamos un sistema de amortiguadores interconectados AMG Ride Control.
Con casi dos metros de altura, cabe esperar que en el Mercedes Clase G penalicen las inercias, pero, gracias a esto, y a un tacto de la dirección bastante duro desde el modo Comfort, que es el más sutil de todos los disponibles, es posible leer la carretera con facilidad y sentirse conectado a las reacciones del vehículo.
Se puede circular con agilidad por vías rápidas, exprimiendo las prestaciones del conjunto: el Mercedes Clase G 450d, que lleva un turbodiésel de 3.0 litros y 6 cilindros en línea, ofrece 367 CV y 750 Nm entre 1.350 y 2.800 rpm y acelera de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos. Viene asociado, como el resto de versiones de combustión, a un cambio de 9 velocidades por convertidor de par con reductora integrada y triple bloqueo de diferenciales. Empuja fuerte desde abajo y responde bien a nuestras peticiones del pie derecho.
Además, gracias a la tecnología microhíbrida de 48 voltios, Mercedes asegura que su consumo se mantendrá en cifras mucho más coherentes: homologa 8,8 litros a los 100 km.
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En el caso del Mercedes Clase G eléctrico, con el que también tuvimos un primer contacto en carretera, la percepción es aún mejor: ofrece hasta 432 CV y más de 1.164 Nm de par, con los que se consigue una aceleración sensacional: necesita tan solo 4,7 segundos para alcanzar los 100 km/h y rueda muy asentado, algo que sorprende con sus más de 3 toneladas de peso.
Esto es fruto de un intenso trabajo en el bastidor de escalera, que ha sido adaptado para su uso eléctrico, alojando la batería en su interior. Y esta innovación reduce significativamente el centro de gravedad del vehículo.
Además, han añadido unas pequeñas ranuras en su motor y, si así se desea, con la función G-ROAR, reproducen un discreto sonido que nos recuerda a las revoluciones de un motor de combustión, y particularmente, este detalle me resulta muy agradable.
Mercedes Clase G 2024: prueba off-road
El Mercedes Clase G 2024 mantiene su chasis de largueros y travesaños, con eje rígido trasero y ruedas independientes en el eje delantero, pero en el caso del eléctrico, que tiene un motor encargado de mover cada rueda, hay algunas modificaciones, puesto que los motores van situados en los extremos del chasis y unidos a las ruedas por unos ejes o transmisiones de doble articulación.
Además, esta versión cuenta con algunas funciones adicionales que, con la reductora activada, resultan muy útiles en off-road, como pudimos comprobar: la primera de ellas se llama G-Steering y permite reducir el radio de giro haciendo girar al coche sobre la rueda trasera interior y bloqueando la exterior; la segunda, el G-Turn, sirve para que el Clase G pueda rotar sobre sí mismo con giros de hasta 360 grados, lo que puede ayudarnos a retroceder ante un obstáculo sin necesidad de tener demasiado espacio para hacerlo.
Por último, hay un sistema automático de marcha lenta de tres velocidades, que se activan con las levas (D, D+ y D-), y que permite al Clase G eléctrico avanzar de manera automática con la velocidad establecida, teniendo que preocuparnos nosotros únicamente de la dirección. También podemos aumentar o reducir la velocidad mediante los pedales si así lo deseamos, pero siempre dentro de estas marchas.
Puede parecer que, con estas asistencias, tu papel protagonista fuera del asfalto es menor, pero nada más lejos de la realidad. La experiencia sigue siendo muy auténtica si la comparamos con la prueba off-road del Mercedes G 450d 2024, en el que además de sus tres nuevos programas de conducción predefinidos -Trail, Rock y Sand-, también se puede dejar actuar a la mecánica, mediante el uso de la reductora y sus tres bloqueos diferenciales para un control más personal de la conducción.
Además, en el caso del eléctrico, resulta curioso como el hecho de no escuchar el motor nos permite percibir más los crujidos de las ramas, nuestro paso por las rocas e incluso apreciar los sonidos de la naturaleza, lo que aporta un toque especial a la experiencia.
Las cotas todoterreno del nuevo Clase G, tanto de las versiones de combustión como del eléctrico, siguen estando a la altura de las circunstancias: 24,1 cm de distancia al suelo, y unos ángulos de ataque, ventral y salida de 30,6º, 25,6º y 29,9º, respectivamente, con una capacidad de vadeo de 700 mm para el diésel, el gasolina y el tope de gama, el Mercedes-AMG G63.
Tiene una capacidad de subida que le permite superar inclinaciones de hasta 45 grados y un ángulo de inclinación máximo de hasta 35 grados, el equivalente a una pendiente del 70%, algo que pudimos corroborar durante nuestra prueba.
En el eléctrico, hablamos de 25 cm de distancia al suelo, unos ángulos de entrada, ventral y salida de 32, 20,3 y 30,7 grados y una capacidad de vadeo aún mayor, 850 mm. Además, gracias a la función ‘capó transparente’, de serie, se tiene una imagen virtual de la parte delantera del coche en la pantalla del sistema MBUX, por lo que nuestro ángulo de visión es mayor ante dificultades del terreno, y eso nos permite ser mucho más confiados.
Es cierto que el Mercedes Clase G 2024 no está solo en esta batalla por ser el rey del off-road, puesto que no podemos olvidarnos de que han resucitado o llegado rivales duros como el Ford Bronco o el Ineos Grenadier, pero sigue siendo difícil encontrar una situación que ponga en apuros al Clase G, que con más de cuatro décadas de experiencia, se ha ganado el respeto de los amantes del off-road.
El diseño aunque se actualice, esta ya un poco anticuado.