Mini Cooper Countryman: El hermano mayor

Mini entra en el segmento de los crossovers con un modelo que ha crecido en todos sus aspectos. Usar la palabra "mini" resulta complicado para describir al nuevo Countryman. Su tamaño supera los 4 metros de longitud (4,1 m.) y, por primera vez en su historia, ofrece 4 puertas y un gran portón trasero, además de una gran habitabilidad para 5 ocupantes (aunque nuestra unidad venía con la configuración 2+2 de 4 plazas). Hemos probado la versión Cooper, con el motor de gasolina de 1.6 litros que ofrece una potencia máxima de 122 CV asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Entre sus rivales directos podemos encontrar al Kia Soul, el Skoda Yeti, el Suzuki Sx4 o, jugando quizás en otra liga un tanto diferente, el nuevo Nissan Juke, entre otros. Todos ellos con un precio bastante más asequible. PVP Mini Countryman Cooper 1.6 122 CV: 23.700 €

El Mini Countryman resalta por un carácter versátil, y se presenta como un modelo más robusto. Las cuatro puertas y el gran portón posterior, la nueva forma más marcada del techo y la altura del frontal y de la carrocería subrayan una nueva imagen imponente y agresiva. Como ya hemos comentado, el Countryman se convierte en el Mini más grande de su historia. Alcanza una longitud total de 4,1 metros y su altura respecto al suelo se vé incrementada en 13 centímetros en comparación con las demás versiones normales. Mantiene la esencia típica que ha caracterizado siempre a la marca: la parrilla hexagonal, los grandes faros redondos integrados en el capó, los intermitentes laterales, los pasos de rueda redondeados y abombados y los pilotos posteriores de estilo retro, entre otros detalles de menor importancia. Las llantas de nuevo diseño que equipaba nuestra unidad, pintadas de blanco, resultaron un poco extrañas. Los 5 radios de enormes dimensiones apenas dejan ver los discos de freno. Sinceramente no eran del todo de nuestro gusto, aunque no hay nada escrito en este aspecto. Otros extras que equipaba nuestro vehículo de prueba eran los retrovisores con la bandera de la Gran Bretaña (de discutible agrado) y el techo de cristal. Una solución muy agradable que nos permite recibir una gran cantidad de luz del exterior y ampliar la sensación de espacio interior.

El interior es la gran baza de este Mini Countryman. Se ha puesto especial ímpetu en conseguir un espacio habitable cómodo y con una gran sensación de amplitud que jamás habíamos experimentado sentado a los mandos de un Mini. Claramente la posición de conducción está elevada, similar a la de un todocamino, lo que otorga una mayor visibilidad de la carretera. Los asientos se presentan como unos verdaderos sofás de salón: blandos, cómodos, pero a la vez consiguen una sujeción lateral más que correcta en los virajes. Las personas de estatura alta, yo por ejemplo, ya no padecerán ese sentimiento claustrofóbico de conducir con la cabeza pegada, literamente hablando, al techo. En las plazas traseras encontramos dos asientos calcados a los delanteros. Como dato decir que nuestra unidad de prueba equipaba la opción de configuración 2+2 (también se puede elegir la típica banqueta de 3 plazas). El espacio para las piernas crece considerablemente y por fin los pasajeros traseros gozarán de una posición de viaje mucho más cómoda. La consola central continua ofreciendo el típico velocímetro circular, en este caso de mayor tamaño para albergar en su interior el Mini Connected, una pantalla que nos muestra la información del navegador, la radio y diferentes características del vehículo. Su funcionamiento se ejecuta mediante una ruedecita situada entre el cambio de marchas y el freno de mano. Los múltiples botones y "palancas", demasiadas, nos ofrecen la posibilidad de subir y bajar las ventanillas, conectar el aire acondicionado, activar o desactivar ayudas a la conducción o manejar la radio. En momentos determinados, sobretodo de poca luz, pueden llegar a confundir al conductor si no tenemos muy por la mano su situación. El maletero también crece en volumen. Ahora disponemos de una capacidad de 350 litros, aunque si abatimos los asientos traseros alcanza unos generosos 1.170 litros. Además disponemos de un pequeño cofre bajo el piso del mismo para guardar pequeños objetos. Una de las novedades más destacadas es la incorporación del "Centre Rail". Como su nombre indica, hablamos de una especie de raíl transversal que recorre la parte central (desde la base del cambio de marchas hasta los asientos posteriores). Gracias a los multiples extras que nos ofrece la gama Mini podremos incorporar de una forma sencilla y práctica diversos objetos como ceniceros o soportes para nuestros objetos personales.

El Cooper Countryman se ofrece con un motor diésel de 112 CV y otro de gasolina. Este ultimo, el 1.6 litros de gasolina atmosférico con 122 CV es el que ocupa estas líneas. Se caracteriza por un rendimiento muy suave. Empuja correctamente en todo el rango de revoluciones, aunque si nos acercamos a la zona roja del cuentarrevoluciones notaremos toda su esencia con un sonido bastante agradable. No esperábamos unas grandes prestaciones, y así lo hemos confirmado, aunque teniendo en cuenta que no es ni mucho menos un coche deportivo, sorprende por unas recuperaciones y aceleraciones bastante dignas. El pequeño 1.6 es capaz de completar el 0-100 km/h en 10,5 segundos y su consumo medio homologado recala en los 6,0 litros cada 100 kilómetros. En nuestra prueba dinámica el valor se elevó hasta unos decentes 6,6 l./100 km, una cifra razonable, con unas emisiones de CO2 de 140 gr/km.

En asfalto sus reacciones son muy parecidas a las de un compacto. La nota negativa de contar con una suspensión más alta le perjudica ante fuertes cambios de dirección y apoyos. Lógicamente su carrocería balancea un poco más respecto a un Mini convencional, aunque sin provocar ningún tipo de extraño. Los múltiples sistemas de ayuda a la conducción se encargan de arreglar cualquier situación comprometida, ya que el DSC (Control Dinámico de Estabilidad) "salta" con mucha facilidad a la mínima que detecta una leve pérdida de tracción. En toda clase de firmes ha mostrado una gran comodidad de rodadura. El conductor podrá disfrutar de una conducción tranquila y relajada sin notar en exceso las irregularidades del asfalto. Los amortiguadores filtran cualquier tipo de irregularidad del terreno y las transmiten fielmente al volante. Desgraciadamente no hemos podido probar a fondo sus aptitudes off-road. En los pocos kilómetros efectuados sobre tierra no detectamos ninguna pérdida de tracción. Sus características le permiten aventurarse por caminos no muy complicados, con badenes y obstáculos no muy pronunciados gracias a su suspensión elevada. Un plus que los amantes a las escapadas al monte agradecerán La dirección peca un poco de blanda. Claramente está dirigida a una conducción distendida y calmada. Sin embargo, si en algún momento decidimos dar un poco de rienda suelta a nuestro "pilotaje" disponemos del botón "sport", que ofrece un endurecimiento de la dirección considerable y una mejor reacción del motor ante el pedal del acelerador. La caja de cambios manual de 6 velocidades continua teniendo la dureza excesiva característica de los Minis, pero su guiado es más que correcto. Como detalle, disponemos de un pequeño display integrado en el cuentarrevoluciones que nos indica en todo momento la marcha engranada.

El Mini Countryman ha recibido recientemente 5 estrellas en la famosa prueba Euro NCAP. Monta de serie airbags frontales y laterales, airbag de cortina para las cabezas que protegen a ambas filas de asientos, cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje para todas las plazas y fijaciones ISOFIX en las plazas traseras. Los cinturones de seguridad delanteros tienen tensores y limitadores de tensión, mientras que la columna de la dirección también tiene un elemento deformable. La tecnología que contribuye a la seguridad activa incluye Control Dinámico de Estabilidad (DSC), que se equipa de serie. Este sistema no sólo cuenta con el antibloqueo de frenos ABS, sino también con Distribución Electrónica de la fuerza de Frenado (EBD), Control del Frenado en Curva (CBC), Asistente de Frenado y Asistente en Pendientes. El MINI Countryman también cuenta con indicador de pinchazos como equipo de serie. Este sistema vigila los neumáticos y utiliza una señal visual en la pantalla del ordenador de a bordo para alertar al conductor de una posible pèrdida de presión.

Podríamos afirmar que han sorprendido a más de uno con este Countryman, y es que un Mini de mayor tamaño, con la posibilidad de introducirnos en caminos de tierra, indudablemente tiene su encanto. Crece en tamaño, crece en habitabilidad, crece en las posibilidades de conducción, pero desgraciadamente también crece su precio (23.700 €). Continua ofreciendo el carisma de la gama Mini, y eso se paga.. A nuestro parecer, han conseguido ensamblar un estupendo vehículo. Dispone de un aspecto exterior muy parecido a sus hermanos pequeños, con pequeños retoques combinados con un interior sobrio y bien acabado que ofrece un gran espacio para todos sus ocupantes.