"El deseado"
La gran novedad de este Mini se encuentra bajo su capó, en el que acoge un motor diesel procedente de Toyota, que se utiliza en el Yaris D4-D. Con la diferencia que BMW ha intervenido en el sistema de gestión electrónica y en el sistema de admisión. Este propulsor de inyección directa por conducto común, turbocompresor e intercooler genera una potencia de 75 CV a 4.000 rpm y un par motor máximo de 180 Nm a 2.000 rpm, valores que apoyan sus 1,4 litros de cilindrada. Son buenas su capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 13,8 segundos y la velocidad máxima de 165 km/h, pero su elevado peso, de 1.175 kilos, en relación a su tamaño pasa factura.
Con todo, presenta un consumo medio de 4,8 litros/100 kilómetros, ligeramente por encima de sus rivales, sin embargo promete un coste por kilómetro bastante reducido debido a los largos intervalos de cambio de aceite, que la marca sitúa en 25.000 kilómetros, dependiendo del estilo de conducción. En cuanto a su motor hay que destacar su bajo nivel sonoro, que le hace muy agradable de conducir en ciudad y no transmite vibraciones al habitáculo. Va asociado a una caja de cambios de seis velocidades , la misma del Cooper S, de desarrollos bien escalonados y accionamiento suave y preciso, que permite sacar el máximo rendimiento del motor. Podemos escoger entre circular con un bajo nivel sonoro con marchas largas u obtener el máximo nivel de aceleración, y todo ello combinado con una sexta velocidad con el fin de reducir el consumo en autovías y autopistas.
Para mantener la esencia deportiva que los usuarios exigen al Mini, monta el mismo chasis que el resto de gama. Así, al rodar por trazados revirados muestra un comportamiento divertido gracias a la facilidad con la que se entra en las curvas. La estabilidad queda patente a lo largo de la trazada y la capacidad con la que tracciona a la salida de la misma. Por todo ello, conducir este Mini da la sensación de llevar un kart, grata experiencia a la que contribuye un notable guiado de las suspensiones a cargo de patas telescópicas tipo McPherson en el tren delantero, sistema multibrazo en el trasero y una dirección muy directa, rápida y precisa, gracias a una desmultiplicación menor de lo habitual en este tipo de vehículos. El control de Tracción (ASC+T) adaptado al elevado par motor contribuye a evitar el patinamiento de las ruedas delanteras o el bloqueo de las mismas en situaciones de baja adherencia.
Aunque el motor es más pesado que el de la versión gasolina, no hay cambios en la distribución entre ejes, con un reparto de pesos del 60 por ciento en el tren delantero y un 40 por ciento en el trasero.
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Dotado de frenos de disco a las cuatro ruedas, los delanteros autoventilados, y ABS de cuatro sensores, la frenada tiene una potencia más que correcta y una buena resistencia al calentamiento.
Equipamiento de serie El Mini One D tiene un equipamiento de lo más completo en el que se incluye airbag forntal y lateral para conductor y acompañante, cierre centralizado con mando a distancia, elevalunas eléctricos, ABS, control de frenada en curva (CBC), control electrónico de distribución de la frenada (EBD), control de tracción (ASC+T), control de presión de neumáticos, volante y asientos regulables en altura, asientos posteriores abatibles (50:50) y radio casette wave. El aire acondicionado forma parte de un paquete que la marca bávara denomina plus en el que se incluyen, además, las llantas de aleación de 15 pulgadas y el contrato de servicio integral por tres años y 15.000 kilómetros anuales, por un precio de 900 euros.
Bienvenido Alcantara probadores@coches.net
Me encantaría tener uno de segunda mano y que estuviera bien. Pero no soy mecánico