Tope de gama
Mitsubishi ha decidido este año dar un empujón a su modelo estrella en ventas, el ASX. Para ello, ha lanzado una nueva versión con cambio automático de 6 velocidades y un nuevo motor diésel 2.2 Di-D de 150 CV, el mismo que monta el Mitsubishi Outlander. Así, esta nueva variante del ASX se posiciona como la más alta de toda la gama, y también como la que mejores prestaciones ofrece.
Ya os ofrecimos hace unos meses una primera toma de contacto de esta nueva propuesta de Mitsubishi. Ahora os presentamos nuestras conclusiones después de una prueba más en profundidad, que básicamente confirma lo dicho en su momento por Néstor Abarca. Y es que en comparación con el resto de versiones dentro de la gama ASX, ésta destaca por la mayor suavidad de funcionamiento que proporciona el automatismo del cambio y por una mayor entrega de par a bajas revoluciones, que hacen muy agradable la conducción. De hecho, este 2.2 Di-D entrega la misma potencia que el 1.8 Di-D (150 CV) (aquí tenéis la prueba de esta versión con el mismo acabado y cambio manual), y eso a pesar de que su cilindrada es mayor. La diferencia está en el par: mientras el 1.8 entrega un par máximo de 300 Nm entre 2.000 y 3.000 r.p.m., esta versión 2.2 da 360 Nm entre 1.500 y 2.750 vueltas. Es decir, da más par a menos vueltas, y esto se traduce en una mejor respuesta desde el primer recorrido del acelerador, algo que se nota al instante.
Acabado tope
Esta nueva versión del ASX también se dirige a aquellos que buscáis un mayor refinamiento, no sólo en la conducción, sino también en los acabados y el equipamiento interior. El ASX 220 DI-D sólo se vende con acabado Kaiteki, el más completo de toda la gama. Incluye de serie tapicería de piel, climatizador, control de velocidad de crucero, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento, entrada sin llave y botón “start”, equipo de sonido con pantalla táctil de 6,1”, regulación eléctrica de asiento de conductor, asientos delanteros calefactables y techo solar panorámico.
En el exterior se distingue de otras versiones menos equipadas por las llantas de aleación de 17 pulgadas, los retrovisores abatibles y calefactables con intermitentes LED integrados, los cristales traseros oscurecidos, las barras de techo o los faros antiniebla con luces diurnas LED integradas, entre otros.
Mitsubishi renovó la estética de este todocamino a mediados del año pasado. Sólo se han retocado algunos detalles del diseño, centrados básicamente en la parrilla y el paragolpes trasero. La incorporación de tecnología LED en las ópticas traseras y la colocación de los catadriópticos en los extremos, son otros de los pocos cambios que podemos ver en esta última versión.
Este coche es un todocamino y lo demuestra claramente con sus anchos pasos de rueda, las protecciones de bajos y las barras de techo. Y en este caso, se trata de un verdadero 4x4, ya que equipa de serie transmisión integral, que funciona mediante el sistema de reparto de par automático entre ejes.
Podemos escoger que el coche traccione sólo mediante el eje delantero (2WD), decidir que lo haga con ambos ejes (4WD) pero de forma variable (en condiciones normales sigue funcionando como un tracción delantera), o bien escoger que el reparto de par sea al 50% entre los dos ejes y de forma fija (4WD Lock). Estos tres programas que modifican el reparto de la tracción se activan ahora mediante un solo pulsador (ver foto), no mediante un dial como en la anterior versión.
La tracción 4x4 y el cambio automático influyen de forma definitiva en el comportamiento dinámico de este Mitsubishi. El cambio contribuye a hacer más fácil la conducción, y por sus características, también más agradable. Es un cambio que destaca más por la suavidad con la que efectúa la transición entre marchas que por la rapidez con que lo hace. En ocasiones, especialmente a la hora de iniciar la marcha, parece algo lento, pero una vez “engrana” el coche acelera sin titubeos y con mucha decisión.
Es un cambio que podemos usar en modo Sport, y accionarlo mediante unas eficaces y ergonómicas levas situadas detrás del volante. Pero lo cierto es que su espíritu no es demasiado deportivo. Para ello, es mejor un automático de doble embrague, éste es de tipo convertidor de par.
Más turismo que TT
Tampoco el Mitsubishi ASX es un coche que invite a “atacar” las curvas y practicar una conducción deportiva. Aunque en carreteras de montaña se defiende bien, gracias a unas suspensiones con el punto de rigidez apropiado y una dirección lo suficientemente rápida e incisiva, en realidad es un coche enfocado para viajar con comodidad, cargado si es preciso, que se encuentra mejor en las vías rápidas.
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El puesto de conducción es muy elevado, casi más propio de un TT que de un turismo. Viniendo de Mitsubishi no es extraño. Es una de las ventajas que tiene conducir un coche de este estilo: la visibilidad frontal y hacia todo el entorno del coche es excelente. No tanto hacia atrás, pero para compensarlo disponemos de una cámara de visión trasera que facilita las maniobras en ciudad.
Con el cambio automático, el ASX no consume mucho más que la misma versión con motor 1.8 y cambio manual. Concretamente, la diferencia es de tan sólo 0,2 litros a los 100 kilómetros de media. El consumo en ciudad es de 7,1 l/100 y el medio es de 5,8 l/100. Esto son cifras oficiales. En nuestra prueba gastó 8 l/100 km. en ciudad y 6,9 l/100km. de media. Teniendo en cuenta que es un coche con carrocería de todocamino, transmisión integral y tiene 150 CV de potencia, el resultado es bueno. Un Hyundai ix35 con parecidas características se queda en 6,9 l/100km. Un Skoda Yeti con DSG y 140 CV registra 6,3 l/100km. Aunque un Nissan Qashqai 4x4 y motor diésel tiene un consumo medio oficial de 4,9 l/100km, eso sí, con cambio manual y algo menos de potencia (aquí podéis ver la comparativa de este coche con Qashqai dCi de 110 CV).
Es importante hablar de consumo en un coche de este estilo, ya que muchos clientes van a utilizarlo en ciudad a diario. Su concepción y sentido práctico SE presta a ello, al ser un coche con un tamaño bastante compacto. Mide prácticamente lo mismo que un Volkswagen Golf o un Peugeot 308, por ejemplo. Y es tanto o más habitable que ellos, al ofrecer un buen espacio en todas las plazas y un maletero que amplía muy rápidamente su capacidad hasta casi 1.200 litros, y con un piso totalmente plano. Lamentablemente, no guarda una rueda de repuesto, sino un simple kit reparapinchazos.
La verdad es que las probabilidades de pinchar son pocas. Y es que a pesar de que esta versión del ASX permite realizar excursiones por la montaña sin problemas, la mayoría de propietarios no pisarán el campo con su coche salvo contadas ocasiones. En off-road, el ASX es un todocamino que rueda con rapidez y un correcto nivel de confort en pistas. Las suspensiones son un poco secas y tienen poco recorrido, pero en pistas en buen estado se defiende bastante bien.
Tracción integral para mayor seguridad
A pesar de la eficacia de su transmisión 4x4 y la facilidad para avanzar que nos da el cambio automático, no es recomendable aventurarse por caminos muy rotos. La altura al suelo es limitada, los voladizos bastante generosos y no tenemos reductora. Este Mitsubishi es poco más que un turismo levantado pero, eso sí, con una buena transmisión, como suele ser habitual en la marca japonesa.
La ventaja competitiva de esta versión con tracción integral frente a las de tracción 4x2 más bien sale a relucir si eres de los que en ocasiones circulas por carreteras nevadas cuando vas a esquiar, te desplazas por caminos para ir a cazar o de vez en cuando haces excursiones al campo con la familia. De lo contrario, es preferible optar un ASX con tracción 4x2. Te ahorrarás el coste de la transmisión, que no es poco, aunque sólo podrás optar por un ASX con 116 CV.
Mitsubishi, como suele ocurrir con las marcas japonesas, reservan sus versiones 4x4 con cambio automático para los acabados tope de gama y las motorizaciones más potentes. Su PVP está en la línea de sus competidores, todos por encima de los 30.000 euros, y la mayoría con cambio manual. Sólo el Skoda Yeti y el Hyundai ix35 ofrecen versión con cambio automático, también en sus versiones más equipadas.
Pero el principal competidor de este ASX automático lo tiene en su propia casa. El mismo coche, con motor de menor cilindrada pero con los mismos CV y cambio manual, vale 1.700 euros menos. Es una diferencia considerable, que puede hacer que muchos clientes se decanten por la versión con cambio manual.
Por otro lado, también debes tener presente que el Mitsubishi ASX tiene dos hermanos gemelos: el Citroën C4 Aircross y el Peugeot 4008. Sólo se diferencian entre ellos en el diseño del frontal, la gama de motores y algunos aspectos de equipamiento. La base es idéntica. Citroën sólo vende el C-Crosser con motor diésel de 115 CV, por lo que no es una alternativa viable a este 220 DI-D. Sí que lo es el Peugeot 4008 Allure 4x4 con motor diésel 1.8 HDi de 150 CV, que ofrece un equipamiento similar (en el Peugeot el techo solar es opcional pero monta llantas de 18”) a un precio parecido: 33.570 euros.
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Pues quiero conprar un asx el 150 4por4 diesel que tal esta el coche algun conmentario