Mitsubishi Lancer Sportback 2.0 DI-D

Por su denominación pudiera parecer que se trata de una versión familiar, pero no; es la variante de cinco puertas del Lancer. Aunque el tamaño apenas varía respecto al Sedán, solo gana 15 mm de longitud, contar con portón de maletero sí que amplía notablemente la funcionalidad y las posibilidades de carga. El acabado Instyle, el más alto de la gama, casi no deja lugar a las opciones pues incorpora de serie un completo equipamiento por un precio de 25.250 euros.

Solo15 milímetros crece la longitud del Sportback respecto al Sedán, así que el Lancer de cinco puertas sobrepasa ligeramente los 4,58 metros de largo. La anchura se mantiene y la altura aumenta en 25 mm hasta alcanzar algo más de 1,51 metros. Sus líneas se inclinan hacia las formas coupé, lo que se acentúa por el llamativo spoiler de techo que incorpora y una zaga en la que la inclinación de la luneta tampoco pasa desapercibida. Los grupos ópticos traseros avanzan hacia las aletas del vehículo marcando los hombros, al tiempo que delimitan la separación entre la línea de cintura y la nervadura paralela que recorre prácticamente todo el lateral del Sportback, justo por debajo de las manetas de las puertas. Un rasgo de diseño que sirve para imprimir cierta sensación de dinamismo a la carrocería. Visto de frente el protagonismo se lo lleva el conjunto de la parrilla con la toma de aireación, cuyo negro acabado solo se ve alterado por los cromados del logotipo y del grueso marco que lo rodea, al margen de la matrícula, claro está.

El Misubishi Lancer Sportback dispone de un espacio interior adecuado para que puedan viajar cinco adultos, aunque si se prescinde de la plaza central trasera la comodidad de los que ocupen las plazas colindantes será mucho mayor. El diseño del salpicadero y la consola central es bastante austero, pero tiene la ventaja de que todos los botones que queramos manipular se encuentran rápidamente, y es que en esta versión casi todos ellos se concentran a ambos lados de la pantalla del navegador. Por otro lado, el volante también integra los mandos del audio y de otras funciones prácticas para el conductor, como por ejemplo, la de descolgar o colgar el teléfono. El acabado Instyle, que es el correspondiente a nuestra unidad de pruebas, cuenta con un equipamiento de serie muy amplio, en el que se incluye la tapicería de cuero y los asientos delanteros calefactados, entre otros. Sin embargo, el volante solo se puede regular en altura y los plásticos empleados en el habitáculo restan calidad percibida al conjunto por su dureza. El maletero no es muy amplio, ofrece un volumen de carga de 344 litros si el separador que incorpora está situado en la posición más baja. Si se necesita más espacio se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros, en cuyo caso dispondremos de 1.394 litros de capacidad.

La mecánica diesel disponible para el Lancer Sportback es un 2 litros DI-D que desarrolla 140 caballos. Es un motor ruidoso y no especialmente refinado si tenemos en cuenta las vibraciones que transmite pero tiene suficiente potencia para mover al Sportback con soltura. Dispone de un par máximo de 310 newton metros a 1.750 revoluciones por minuto lo que le otorga una buena respuesta desde bajo régimen. Además, es bastante contenido en el consumo: 6.6 litros es la media que obtuvimos en un uso combinado. Va asociado a un cambio de marchas manual de seis velocidades, bien escalonado pero algo tosco en el tacto.

El Sportback como buen integrante de la familia Lancer tiene dotes deportivas, lo que implica agilidad en las maniobras y estabilidad en los apoyos, pero también una suspensión tirando a dura que, sin llegar a resultar incómoda, sacrifica, en parte, el confort de marcha. La precisión de la dirección favorece la facilidad de manejo en cualquier trazado, a lo que hay que sumar la nobleza de reacciones que muestra el modelo japonés tanto en carreteras rápidas, como en recorridos más sinuosos. En ciudad, la buena respuesta de su motor en bajos posibilita que no tengamos que estar demasiado pendiente del cambio.

Al margen de la seguridad que el Lancer Sportback transmite por su buen comportamiento, dispone de todas las ayudas electrónicas típicas en materia de seguridad como son el ABS con distribuidor electrónico y asistencia a la frenada, el control de tracción y el control de estabilidad. Asimismo cuenta con airbag laterales delanteros, airbags de cortina y airbag de rodilla para el conductor. Esta unidad, al ser la más equipada también incluye dentro del equipamiento de serie faros delanteros Bi-Xenón con luz adaptativa.

El Lancer Sportback compite en el segmento más concurrido del mercado, el de los compactos, así que no lo tiene fácil. Aunque bien es verdad que por tamaño consigue desmarcarse de la mayoría de sus rivales, siendo necesario irse a versiones sedán o familiares para alcanzar su longitud y, en la mayoría de los casos, ni con esas. A su favor también juega el equipamiento, muy completo desde es nivel de acceso. En el comportamiento muestra maneras de deportivo lo que para algunos será un dato positivo. Pero penaliza por la escasa insonorización del habitáculo, a la que es necesario acostumbrarse.