Nissan Juke Nismo RS

Cada vez que pruebo una evolución de un modelo -si bien siempre hay excepciones- pienso: “este va mejor”, aunque luego nunca lo escribo literalmente. Pero esta vez me he decido. Y lo he hecho porque el Juke Nismo RS no está entre las excepciones y porque realmente esta versión RS mejora, en conjunto, a un coche que ya iba muy bien.

La cosa viene de lejos, cuando hace un poco más de dos años Nissan nos dijo que iban a tener un Juke aún más potente y eficaz que el Nismo. Y no mentían. Aquí está la prueba. Aquí está el Juke de serie más potente hasta la fecha.

El 17 de septiembre de 1984 fue la fecha en la que se fundó Nissan Motorsport International, así que la marca lanza al mercado el RS con una versión especial -la “30 aniversario”- en conmemoración a esos 30 años de vida de Nismo. Y lo hace con un coche que, si bien mantiene el mismo propulsor del Juke Turbo y del Nismo, ahora hace gala de mayor potencia y de soluciones que mejoran su respuesta dinámica a nivel de chasis y suspensiones.

Al motor 1.6 DIG-T de gasolina, con turbo e intercooler que monta el RS, se le ha modificado la electrónica para ganar esa potencia de más respecto a las versiones Turbo y Nismo y se han reforzado bielas y embrague para estar acorde con los 18 CV y 30 Nm más de par que se consiguen respecto a las versiones anteriormente citadas.

Nissan propone dos posibilidades en lo que se refiere a las cajas de cambio. El nuevo RS se puede adquirir con una caja manual de seis velocidades o con el cambio automático Xtronic de 8 relaciones y con levas en el volante. La decisión es importante pues la caja de cambios manual sólo se monta en la versión con tracción delantera -que ahora equipa un diferencial de deslizamiento limitado para evitar las pérdidas de tracción que “limitaban” la efectividad en las otras versiones- mientras que la caja Xtronic -con sistema de Vectorización del Par de Nissan- nos obligará a quedarnos con la versión de tracción total, que es la que hemos probado

La potencia también varía. 218 CV a 6.000 rpm y 280 Nm, entre 3.660 y 4.800 rpm para el dos ruedas motrices con cambio manual obligatorio, y 214 CV a 6.000 rpm y 250 Nm entre 2.400 y 5.600 rpm en el caso del RS con cambio automático tracción total.

Para aprovechar mejor y con más comodidad de conducción ese aumento de potencia, los técnicos de Nismo han optimizado la suspensión -tanto en muelles como en los amortiguadores hidráulicos- obteniendo un tarado muy eficaz en conducción deportiva -sin “machacar” excesivamente el confort- y una menor altura al suelo que, además de una mayor efectividad dinámica, le da un aspecto más deportivo.

Pero hay más. Al nuevo reglaje de la suspensión hay que añadirle el trabajo realizado en pos de una mayor rigidez del conjunto, para lo que se han llevado a cabo una serie de refuerzos estratégicos en el bastidor para aumentar rigidez torsional del chasis y así convertirlo en el Juke más rígido de la familia. Una rigidez que, según los técnicos de la marca, le proporcionan una mayor precisión y rapidez a la dirección.

Particularmente no estoy totalmente de acuerdo con ello. En mi opinión la dirección sí es precisa pero no rápida. Como era de esperar los frenos también han sido revisados y el RS monta unos discos delanteros de mayor diámetro -de 296 mm han pasado a 320 mm, con pinzas de color rojo- mientras que los discos traseros son ahora ventilados.

Es eso lo que debieron pensar en Nismo, visto el aspecto del nuevo RS. Hereda todos los cambios introducidos en la reciente remodelación de la gama Juke -como los faros, los pilotos traseros de tipo boomerang y los retrovisores exteriores que ahora incorporan intermitentes de LED- pero además el RS dispone de parachoques delantero y trasero más bajos, pasos de rueda ensanchados, luces diurnas de LED situadas en las rejillas inferiores de admisión, la parrilla en V acabada en cromado oscuro, retrovisores en rojo, taloneras con detalles también en rojo, nuevo difusor, un alerón específico, llantas de 18” y el logo Nismo acompañado de las letras RS tanto en la parrilla como el la parte posterior.

El carácter y estilo NISMO se ve reflejado también en su interior. En él destacan unos fantásticos asientos -baquets Recaro- que le dan un aspecto totalmente deportivo -tanto por sus formas como por el color rojo y negro de su piel/Alcántara- y que ofrecen al conductor una sujeción lateral extraordinaria. Eso sí, sentarse y levantarse no es muy cómodo dada la altura de la “orejas” laterales inferiores. ¡Pero es que son baquets!. ¿Alguien ha dicho que los baquets sean cómodos para entrar y salir de ellos…?

Siguiendo en su interior, el RS dispone de detalles deportivos, como el volante acabado en Alcántara, pedales deportivos, costuras de color rojo y la visera de la instrumentación también en Alcántara, que nos recuerdan permanentemente que estamos en el interior de un coche con carácter.

Los acabados son buenos y dispone del sistema de entretenimiento Nissan Connect, que engloba navegación y conectividad con una pantalla táctil de 5,8 pulgadas y la segunda pantalla del control dinámico Nissan con el que se puede escoger conducir en modo Eco, Normal y Sport, con la información correspondiente de cada modo. Parte de este equipamiento es opcional en la versión RS y de serie en la “30 Aniversario”.

Claro está que con el Juke Nismo RS se puede hacer de todo. Es un crossover lo suficientemente práctico como para utilizarlo cotidianamente o para viajar a donde queramos aunque en este apartado hay que tener en cuenta que esta versión con tracción a las cuatro ruedas tiene un maletero muy pequeño, de apenas 207 litros. Nissan ha mejorado la capacidad de maletero de la gama Juke pero sólo de las versiones de dos ruedas motrices.

En ciudad se desenvuelve bien -aunque no es especialmente pequeño- gracias a un motor de suave respuesta y a su agilidad. Es cómodo y tan sólo los baquets y la visibilidad trasera nos limitarán la comodidad de uso en la urbe.

Pero como más disfrutaremos de él es cuando podamos entrelazar curvas y aprovechar el potencial de su motor. Nuestra unidad de pruebas estaba dotada de tracción total y, por ende, del cambio Xtronic de 8 relaciones. La respuesta a partir de “dos mil y algo” rpm es buena y permite conducir ligero a buen ritmo sin necesidad de estresarnos con el cambio cuando lo llevemos en modo manual/secuencial aunque, desgraciadamente, incluso en ese modo el Xtronic “actúa a su aire” cuando el motor baja de vueltas o la electrónica considera que es el momento de cambiar cuando estamos llegando al corte. En un tipo de conducción suave y en modo “Normal” se puede viajar a buen ritmo -siempre dentro de las velocidades legales- con un consumo que no se nos fue más allá de los 9 litros.

Con el modo Sport conectado, con el tarado de suspensión más duro y con la respuesta más inmediata del pedal de gas, el RS nos hará disfrutar de verdad. Su paso por curva es excelente, el tren delantero mantiene la trayectoria de un modo preciso, gira muy plano sin apenas balanceo de la carrocería y se muestra ágil en las enlazadas.

La dirección es precisa -aunque en mi opinión no muy rápida- y el volante -para mi un poco grande- tiene un tacto muy bueno. Con esta versión 4x4 nos olvidamos de las pérdidas de tracción del Nismo 4x2 y la efectividad tanto en el viraje como a la salida de él es máxima. Buena frenada -quizá con un tacto algo esponjoso en esta unidad- y buena resistencia a la fatiga. Hasta aquí todo ok. Pero no todo es perfecto.

En mi opinión, dotar a esta versión con el cambio Xtronic es un error. Cierto que en “modo manual” y a pocas revoluciones las marchas suben y bajan con cierta rapidez, pero es algo que deja de ocurrir cuando aumentamos el régimen y el ritmo. El cambio CVT del RS ofrece esa sensación tan poco agradable de “patinar” mientras aceleramos, que no concuerda en absoluto con la calidad y efectividad del resto del conjunto. Sin duda, la combinación manual tracción total sería perfecta.

Su calidad, polivalencia, su precio -28.150 €-, y sus cualidades deportivas, hacen posible que el RS sea una opción más que interesante entre los de su segmento. En la prueba del Juke Nismo ya dije que para aquellos que quieran algo diferente, más allá de un GTI puro pero con prestaciones similares, este crossover de Nissan es una opción fantástica y después de haber probado el RS lo repito. Pero, ahora, aún va mejor.