Bajo el capó de esta versión del Micra se esconde la gran baza que le coloca en un puesto de privilegio dentro de su gama integrada por dos motorizaciones. Se trata del bloque 1.2 tricilíndrico de gasolina turboalimentado que entrega una potencia máxima de 98 CV y en el que, por encima de todo, destacan sus valores de consumo y emisiones. Y es que, en el acabado Acenta de la unidad probada, homologa una cifra de 4,3 litros (4,1 litros si escogemos el acabado básico Visia) y ni siquiera llega a los 100 gramos de CO2 por kilómetro. Estos números podrían quedar menguados en la práctica si se tradujeran en un rendimiento pobre o falto de carácter. Nada más lejos de la realidad, pues esta mecánica de inyección directa rinde incluso algo por encima de sus posibilidades, haciendo tambalear las bases del gasóleo como el combustible favorito para la ciudad. El Micra DIG-S compite de lleno en un amplísimo espectro de vehículos entre los que podemos encontrar al Fiat 500, Volkswagen Polo, Opel Corsa, Toyota Yaris o al Ford Fiesta.
Diseño
Los diseñadores de Nissan decidieron cambiar a fondo el Micra en esta nueva generación. Con su llegada, es evidente que la marca japonesa ha buscado dejar a un lado la imagen de vehículo eminentemente femenino con tal de ampliar su clientela potencial. Para lograrlo se ha optado por una línea de diseño que, sin abandonar su carácter urbano, ofrece una estética no tan llamativa. Por ejemplo, debe subrayarse la forma de la parrilla, que ahora es de una sola pieza y está atravesada por una fina línea cromada. Los faros también se han transformado hacia unas formas más suavizadas mientras que la trasera adopta una caída más vertical. A simple vista, puede parecer que no existen diferencias entre la versión DIG-S que probamos en esta ocasión y la 1.2 convencional. Sin embargo, si nos fijamos en los detalles percibiremos dos variaciones. En primer lugar cabe destacar la presencia de una extensión de la carrocería, a modo de pequeño labio, situada en la parte baja del frontal, bajo la parrilla. La otra diferencia se encuentra en la zaga del vehículo y puede observarse más fácilmente, pues se trata de un alerón que no hallaremos en la variante de 80 CV. El propósito de realizar estos cambios no es otro que lograr una mejor aerodinámica, objetivo que se consigue con un remarcable coeficiente Cx de 0,20. Mientras tanto, a nivel de dimensiones la renovación del utilitario japonés ha supuesto que su longitud crezca en seis centímetros y su anchura, en cinco centímetros. No sucede lo mismo con su altura, pues es un par de centímetros más bajo que su antecesor. Ello también incide en conseguir un rendimiento aerodinámico más efectivo, lo que en definitiva tiene su reflejo en un consumo ajustado al máximo.
Habitabilidad
Pese a tratarse de un utilitario de pequeñas dimensiones, el espacio interior del Micra está bastante bien aprovechado. En primer término debe valorarse el puesto de conducción, que permite acomodarse sin estrecheces incluso si superamos una altura de 1,80 m. Estaría bien, eso sí, una sujeción lateral más efectiva. En cuestión de diseño interior llaman la atención las formas redondeadas de la mayoría de elementos, destacando las botoneras del climatizador y de la ventilación, integradas en una unidad de mandos circular. Ésta se caracteriza por una buena accesibilidad y un manejo muy intuitivo. No encontraremos carencias cuando tengamos que buscar sitio para pequeños objetos, ya que existen diversos huecos tanto en la consola central como en las puertas que facilitan esta operación. Por otro lado, el vehículo dispone de unos acabados correctos, en consonancia con su ajustado precio, aunque no estaría mal una calidad algo superior de ciertos plásticos utilizados. Entre el equipamiento de serie del modelo japonés cabe remarcar el sistema de navegación con pantalla táctil de cinco pulgadas. La renovada generación del Micra llegó con una distancia entre ejes ampliada, lo que supone cierta mejora del espacio destinado a las piernas de los ocupantes posteriores. No obstante, no debemos pasar por alto el contenido tamaño del utilitario y su filosofía urbana pensada para trayectos cortos. En la parte trasera podrán alojarse de forma correcta dos ocupantes, ya que el espacio disponible para la plaza central es mínimo. El volumen de maletero con la segunda fila levantada es de 265 litros, para un par de mochilas medianas o una maleta de fin de semana y poco más. Esta capacidad puede crecer hasta los 605 litros si prescindimos de las plazas traseras.
Mecánica
Bajo el capó de este Micra se encuentra una de sus mayores bazas. Hablamos de la mecánica DIG-S (Direct Injection Gasoline-Supercharged) de tres cilindros y 1.2 litros cuya potencia máxima es de 98 CV. La inyección directa y la presencia de un compresor son dos de los aspectos más destacables. Gracias a ello, es capaz de entregar una fuerza superior a la que podría esperarse de un motor de su cilindrada. Proporciona un par motor de 142 Nm a 4.400 rpm con el que ofrece un buen rendimiento a lo largo de todo el cuentavueltas, sin penalizar ni siquiera a bajas revoluciones. Por otra parte, la eficiencia juega un papel fundamental en el Micra DIG-S pues, con este motor y con el sistema Start/Stop incluido de serie, el pequeño japonés homologa un consumo medio de sólo 4,3 litros cada 100 km. Y si el ahorro de combustible se encuentra entre las mayores virtudes, en cuestión de emisiones de CO2 tampoco se queda atrás, pues registra un valor excepcionalmente bajo de 95 g/km. Teniendo en cuenta la buena respuesta que ofrece, unida a su excelente eficiencia, estamos ante un motor realmente equilibrado y muy adecuado para moverse por ciudad. En el ámbito prestacional, el Micra DIG-S acelera desde parado hasta los 100 km/h en 11,3 segundos y puede alcanzar una velocidad punta de 180 km/h. A altas velocidades, la sonoridad procedente del motor y de la propia rodadura se hace algo más presente, aspecto que podría mejorarse. La mecánica de 1.2 litros se combina con una transmisión manual de cinco velocidades, de tacto bastante preciso y de desarrollos algo largos pero sin llegar a ser excesivos.
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Comportamiento
Nada más ponernos al volante por ciudad percibimos que se trata de un automóvil extremadamente maniobrable. El origen de esta ventaja no sólo se encuentra en sus ajustadas dimensiones sino también en su excelente radio de giro así como en una dirección de tacto muy directo y en su notable ligereza, pues pesa poco más de 1.000 kilogramos. Gracias a todo ello, denota una encomiable agilidad que le lleva a desenvolverse fácilmente por las calles de cualquier urbe. En el capítulo de la estructura, este Nissan se sustenta sobre un esquema de suspensión independiente de tipo McPherson con resortes helicoidales en el tren delantero y barra de torsión con resortes helicoidales, en el posterior. En general, estamos ante un vehículo de funcionamiento muy suave y cómodo para moverse a bajas y a medianas velocidades. Su tarado de suspensión, de una firmeza relativa, consigue que copie de forma correcta las irregularidades del asfalto, si bien su absorción es la que podemos esperar de un utilitario. Asimismo, cuando llegue la hora de rodar por carreteras de curvas comprobaremos que la comentada firmeza asegura un comportamiento estable y con escasas oscilaciones de la carrocería. Aunque no es su hábitat natural, si decidimos realizar algún que otro viaje por autopista descubriremos que el Micra se defiende bien y que ofrece una conducción bastante aplomada. Sin embargo, por este tipo de vías se muestra algo menos confortable a causa de la mejorable insonorización interior citada anteriormente.
Seguridad
El listado de equipamiento destinado a la seguridad del Micra DIG-S incorpora frenos ABS con EBD, airbags frontales (con posibilidad de desconectar el del acompañante) laterales y de cortina. Su ajustado precio no impide que se haya incluido el control de estabilidad ESP entre su equipamiento. Las plazas traseras cuentan con fijaciones Isofix para colocar sillitas infantiles. En los test de EuroNCAP, el vehículo ha recibido cuatro estrellas.
Valoración final
A las conocidas virtudes que ofrece el Micra como ágil y práctico vehículo de ciudad se suman las de esta variante DIG-S. Con ella, el pequeño japonés resalta por montar uno de los motores más potentes de su segmento y, al mismo tiempo, por ocupar una de las primeras posiciones en materia de eficiencia entre el escaparate de coches urbanos. Con estas referencias no hay duda de que, quienes se estén planteando en adquirir este modelo, están ante la versión más convincente de la gama.
Cuando se reduce la cilindrada se hace necesario reducir el numero de cilindros o el asunto se complica mas de la cuenta. Además hemos de tener en cuenta que cuanto más pequeño es un motor, menos espacio ocupa y sobre todo menos pesa. Y cuanto más ligero es un coche, menos potencia necesita para ofrecer las mismas prestaciones y menos combustible consume para hacer un mismo recorrido. Las soluciones para mejorar la eficiencia de los motores clásicos son muy variadas y cada marca elige la tecnología más apropiada. Pero todas las alternativas presentan un denominador común menos cilindrada y cilindros.