Nissan Pathfinder: Poderío renovado

*Los precios del motor V6 se facilitarán en junio

Los cambios estéticos del Nissan Pathfinder 2010 no son especialmente llamativos. Se centran en el frontal y en la parte trasera, con un nuevo capó, parrilla rediseñada y parachoques delantero más redondeado. Detrás, el parachoques también es nuevo, aunque en este caso con las esquinas más cuadradas, lo que aumenta visualmente la anchura del vehículo y le da una apariencia más robusta. También es nuevo el diseño de las llantas de aleación de hasta 18 pulgadas, así como los faros delanteros, y la presencia de proyectores de xenón. Los lavafaros emergen ahora bajo unas trampillas en los parachoques pintadas en el color de estos últimos, mientras que un logotipo V6 decora la parte inferior de las puertas en las versiones correspondientes. El Pathfinder V6 gana además un nuevo color gris azulado de carrocería, denominado Blue Grey.

Sin variaciones en su habitabilidad y capacidad interior, la mayoría de los cambios en el habitáculo se han diseñado para aumentar la calidad. Entre ellos destacan los nuevos mandos, tapicerías, instrumentación y detalles cromados. Los apoyacodos y los paneles de las puertas cambian de forma para resultar más confortables. Por otra parte, los materiales utilizados son de mayor calidad y en las versiones LE está disponible la tapicería de piel en dos tonos: negro o beige así como el aire acondicionado en las plazas traseras. A nivel práctico, las bandejas en las puertas son ahora más grandes y, por tanto, con una capacidad superior. Los mandos del volante destinados a controlar los equipos de audio y telefonía están ahora iluminados. Existen también marcos cromados para la base del cambio y, en función del acabado, para los contornos de los instrumentos principales, mientras que en la consola central, aparece una nueva guantera con tapa de apertura amortiguada. Las versiones SE y LE disponen ahora de instrumentación 'Fine Vision' de más fácil lectura, mientras que existe la posibilidad de contar con prácticas funcionalidades como la cámara de visión trasera o un nuevo limitador de velocidad que se añade al control de crucero ya existente.

Las novedades en el apartado mecánico se centran en los motores 2.5 y 3.0 V6, que es nuevo. El bloque diésel de 2,5 litros y cuatro cilindros que hasta ahora ofrecía el Pathfinder incrementa un 11% su cifra de potencia, pasando de 171 a 190 CV. Junto a esos 19 CV de ganancia el par también aumenta en 47 Nm hasta los 450. Pese a su mayor disponibilidad de caballos, los ingenieros de la marca japonesa han buscado una eficiencia superior, logrando un descenso de las emisiones de CO2 de los 264 g/km anteriores a los actuales 224. El consumo medio se ha visto asimismo reducido hasta los 8,5 litros a los 100 km. Pero pese a las mejoras de este propulsor, la principal novedad de la gama es la llegada del nuevo motor diésel 3.0 V6 de origen Renault. Con esta alternativa se pretende ofrecer una opción superior para los clientes más exigentes del segmento de los grandes 4x4. Su excepcional rendimiento, su suavidad y sigilo en el funcionamiento lo hacen especialmente indicado para quienes busquen refinamiento y silencio en la conducción pero también prestaciones y buena respuesta. Con 231 CV de potencia es capaz de lanzar el Pathfinder a 200 km/h de velocidad máxima con una aceleración de 0-100 km/h en 8,9 segundos. Estas prestaciones, más que notables para un vehículo de su peso y volumen, se acompañan además de una óptima respuesta a bajas revoluciones. El nuevo 3.0 V6 equipa además una nueva caja de cambios automática con convertidor de par de siete relaciones. Este cambio cuenta con modo sport y modo secuencial para agilizar su dinamismo y su respuesta y con ella el SUV de Nissan certifica unos consumos homologados de 9,5 litros de media a los 100 km.

Siguiendo la tradición 4x4, el Pathfinder utiliza un esquema de chasis en escalera en acero con carrocería separada. No obstante, la suspensión es independiente en ambos ejes para proporcionar un gran comportamiento en carretera y una estabilidad y confort de marcha propios de un todocamino de menor tamaño. El resultado es un comportamiento dinámico capaz de combinar unas correctas prestaciones sobre asfalto con las mejores aptitudes off-road. El Pathfinder dispone de compactas suspensiones de tipo McPherson con conjunto muelle-amortiguador y barra estabilizadora en el eje delantero, y un esquema similar en el trasero. La diferencia está en que, para asegurar una intrusión mínima de los elementos de la suspensión en el espacio del maletero, muelles y amortiguadores traseros están montados separadamente. La dirección de piñón y cremallera proporciona una respuesta bastante lineal y un excelente retorno. En cuanto a sus prestaciones off-road, excepcionales y ampliamente reconocidas, son el resultado del uso de la última generación del sofisticado sistema de tracción integral ALL MODE 4X4, controlado electrónicamente, que asegura una conducción segura y eficaz tanto en carretera como en pista gracias a la adaptación de la electrónica en función de las diferentes necesidades de tracción. Este sistema asegura que el vehículo dispondrá de la motricidad suficiente en todo momento y en cualquier tipo de condiciones. En contra de lo que sucede en otros sistemas de control electrónico, el ALL MODE utiliza su avanzada electrónica para asegurar que el par motor se reparta entre los dos ejes y las cuatro ruedas de la manera idónea según las condiciones. Gracias al control electrónico de la aceleración, el sistema puede anticipar las situaciones de baja adherencia y conectar la tracción integral antes de que se inicie la pérdida de tracción. Además, la presencia de reductora le aporta un interesante plus de capacidad y seguridad para poder enfrentarse a situaciones de franqueo fuera de pista de considerable dificultad.

El sistema electrónico ALL MODE 4x4 está integrado con el resto de sistemas de ayuda a la tracción del Pathfinder, unidos bajo el nombre de ESP+. De serie en toda la gama, el ESP+ ofrece algo más que los tradicionales sistemas de control de estabilidad y resulta perfecto para un coche de uso dual on/off road como el Pathfinder. Con discos ventilados en ambos ejes, y la última generación del sistema antibloqueo con asistencia de frenado y distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD), los frenos del Pathfinder proporcionan distancias de frenado cortas en situaciones de emergencia y una elevada resistencia a la fatiga: algo muy necesario considerando como hemos apuntado antes el elevado peso de su conjunto. Por otra parte, el tacto del pedal de freno se asemeja al de los turismos, situando su conjunto de frenada al nivel de los mejores SUV del segmento Premium.

Con más potencia, mejores consumos, emisiones más bajas, más equipamiento, más calidad de materiales y un aspecto renovado, el Pathfinder debe poder mantenerse entre los SUV de gran tamaño preferidos por los conductores que sí se adentran con regularidad en el campo o la montaña. Pese a decrecer el interés por los vehículos rudos de clara vocación 4x4, sí que existe todavía un importante colectivo de clientes que precisan o necesitan de esta polivalencia de uso real pues se mueven frecuentemente en entornos off-road aunque desean tener igualmente las comodidades y lujos que estos grandes todocaminos pueden ofrecer en sus versiones más altas. En determinadas partes de Europa, especialmente en el norte donde las condiciones climatológicas adversas recomiendan una movilidad con más garantías, es un tipo de vehículo apreciado y necesario que no debe tener dificultades para "sobrevivir" pese a que el mercado de los SUV ha experimentado en el último tiempo un cambio radical hacia el asfalto y hacia tamaños mucho más contenidos, al menos en el Viejo Continente. En España, las previsiones de ventas de la marca en un año completo se sitúan entorno a las 1.100 unidades.