Valor seguro
Imagen de todoterreno en cuerpo de monovolumen, así es el Qashqai, todo un portento en polivalencia que hace de su precio un valor tan competitivo para situarse en la lista de los SUV compactos más vendidos, además de arañar ventas en el segmento de los compactos donde esta clase de croosover cuenta con bastantes adeptos de estos vehículos polivalentes. La marca japonesa ha querido mejorar esta receta con la introducción de nuevos acabados que incrementen su atractivo
A sus tradicionales acabados Visia, Essentia y Tekna, se suma ahora uno más completo denominado "Tekna Sport", sobre el que pivota esta interesante crossover y que junto al "Tekna Premium" permiten que cuente con todo lo imprescindible en un coche de su segmento. Los precios del Qashqai se sitúan entre los 18.650 euros del motor 1.6 gasolina de 5 puertas con tracción delantera en acabado Visia y los 28.050 euros del Qashqai +2 de siete plazas con motorización 2.0 dCi, tracción total en acabado Tekna Premium.
Diseño
Disponible en dos configuraciones de carrocerías de cinco y siete plazas, el Qashqai no recibe cambios y como su antecesor toma prestada en su estética ciertos elementos del Murano como la línea ascendente de la tercera ventana o los sutiles abultamientos del capó. Sus perfiladas y aerodinámicas líneas conservan esa imagen vanguardista de trazos estilizados donde llaman la atención sus prominentes pasos de rueda encargados de enfatizar su aspecto 4x4. La versión de siete plazas cambia su diseño respecto a la de cinco una vez traspasado el pilar A donde las puertas han sido rediseñadas con unos marcos en las ventanillas delanteras más cuadrados para mantenerse en sintonía con el techo, mientras los ubicados en las puertas traseras incrementan su tamaño y forma para dar cabida al mayor número de pasajeros. También la altura se incrementa en 3,8 centímetros sugiriendo con ello un espacio más habitable como veremos más adelante. La adopción del nuevo acabado "Tekna Sport" completa una imagen más sugerente, gracias a la inclusión como parte de su equipamiento estándar de barras en el techo plateadas, techo panorámico, tiradores cromados, parrilla pintada en alumino, llantas de 18 pulgadas y cristales oscurecidos traseros.
Habitabilidad
El espacio interior no ha variado y como su antecesor es muy habitable. Delante disponemos de dos buenas plazas que sujetan bien al cuerpo, mientras detrás el espacio es correcta tanto en anchura para los hombros como en espacio para las piernas. La versión de siete plazas definida como Qashqai+2 aporta una mayor versatilidad interior gracias a disponer de dos butacas, que se pueden ocultar bajo el suelo. Además el respaldo de la fila central lo podemos regular en proporciones 40/20/20 - 60/40 en el Qashqai de cinco plazas -. Todo un detalle que permite dejar el suelo totalmente plano sin quitar la banqueta. Las plazas de la tercera fila de la versión larga son sin lugar a dudas más adecuadas por tamaño y forma para niños, dado las limitaciones en altura de la banqueta respecto al techo. El espacio longitudinal lo podemos gestionar, ya que tan solo basta mover los asientos de las plazas centrales. El maletero con 420 litros tanto en la versión de cinco como de siete plazas cuenta con una capacidad más que aceptable, gracias a que sus formas regulares permiten un mejor aprovechamiento del mismo. El inconveniente lo encontramos en lo alto que se encuentra el borde de carga, que con 77 centímetros resulta demasiado elevado a la hora de adentrar la carga dentro del mismo.
Mecánica
El Qashqai se ofrece con dos motores de gasolina y otros tantos diesel. La oferta gasolina se centra en dos tetracilíndricos de 1.6 y 2.0 litros de 115 y 140 caballos, respectivamente. En lo que respecta a gasóleo la gama se centra en dos turbodiésel de inyección directa por conducto común de 1.5 y 2.0 litros de 105 y 150 caballos, respectivamente. Salvo para el motor más pequeño en gasolina que monta una manual de cinco velocidades, todos los motores van asociados a una manual de seis velocidades. En el caso del 2.0 litros de gasolina se ofrece una variador continuo. En el caso del 2.0 dCi también se puede acoplar una caja automática de seis velocidades. Aunque dicha caja de engranajes epicicloidales con convertidor de par tan sólo se admite con la tracción total. En cualquiera de los dos casos las transmisiones automáticas tienen un precio de 1.100 euros en cualquiera de los dos casos y son una solución bastante idónea si salimos mucho por campo o realizamos gran parte de nuestro recorrido por ciudad. Cabe recordar que como el anterior Qashqai que con los motores más pequeños (1.6 y 1.5 dCi) sólo está disponible con tracción delantera, mientras que los motores más potentes (2.0 litros gasolina y diesel) se pueden elegir con tracción delantera o total, para en cuyo último caso habrá que hacer un desembolso extra de 2.900 euros. Durante la toma de contacto nos decantamos por el 2.0i lo que a priori es uno de los motores más demandados en la versión de siete plazas. Dicho motor se muestra agradable en la entrega de potencia, progresivo y elástico, aunque no tan enérgico en la entrega de potencia como su homólogo diesel. Además cuenta con la desventaja, respecto al diesel, en que se muestra más sonoro una vez cruzadas las 5.000 vueltas. Su cambio de variador continuo nos permite hacer una conducción tranquila y confortable a una más ágil y rápida. En éste último caso se aprecian cierto resbalamients al que conviene acostumbrarse.
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Comportamiento
Nuestra unidad testeada portaba tracción total, que dispone de tres modos de funcionamiento con sólo girar la rueda dispuesta en el túnel de la transmisión: con sólo dos ruedas delanteras motrices - o lo que es lo mismo con tracción delantera -, en modo "Auto", un modo encargado de repartir par atrás cuando perdemos adherencia en el tren delantero. Por último se encuentra el modo " 4WD lock" donde el diferencial establece un reparto fijo del par donde sigue teniendo prevalencia el tren delantero, ya que el 57 por ciento del par se pasa delante y el 43 por ciento detrás. A su eficaz sistema de tracción se suma una sensacional geometría de la suspensión que proporciona un excelente comportamiento cuando el firme se encuentra bacheado, además de aportar un gran aplomo tanto en recta como en curva rápida. A todo ello se suma una dirección suave y suficientemente precisa unido a una amortiguación tan firme como suave, ya que filtra de manera eficiente sin llegar a pecar en ningún caso de balanceo conteniendo de manera eficaz los movimientos de la carrocería. La versión larga adopta en el tren trasero nuevos muelles y amortiguadores para compensar el incremento de peso además de absorber el mayor trabajo de los mismos. Además sus 13 centímetros más de capacidad y sus 21 centímetros más de voladizo incrementan su longitud hasta alcanzar los 4,52 metros lo que compromete no solo su agilidad en campo sino el ángulo ventral a la hora de hacer determinadas excursiones por campo. En cualquier caso y si se comporta como su antecesor su eficaz sistema de tracción le ayudará a salir de algún que otro atolladero. Esta grata versatilidad de uso no hace imprescindible coger un Qashqai Con tracción total a menos que vayamos a hacer un uso campero frecuente, ya que con la tracción delantera no sólo es más rápido sino que gasta menos y en asfalto en buenas condiciones tanto con tracción delantero como total tienen un comportamiento bastante similar. Además la versión 2WD cuenta con la motricidad necesaria para avanzar por caminos tortuosos e irregulares y bastante deteriorados, gracias a su progresividad de la suspensión.
Seguridad
La inclusión de los frenos ABS, el servofreno de emergencia (BAS), junto a la distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD) y los correspondientes controles de tracción y de estabilidad (ESP), además de las fijaciones isofix en las plazas traseras y los airbags frontales para conductor y acompañante, laterales y de cortina, le han valido para alcanzar las cinco estrellas en las pruebas de choque EuroNACP y los cuatro estrellas en la protección para peatones. Una calificación que da buena cuenta del nivel de protección que alcanza nuestro protagonista.
Valoración Final
Con dos configuraciones de carrocería - cinco y siete plazas, cuatro motorizaciones y tres transmisiones disponibles: manual, automática y automática de variador contínuo CVT; dos tipos de tracción (delantera o total) y cuatro acabados a elegir, pocos son los vehículos de su segmento que cubran prácticamente casi todo tipo de necesidades. En total son 45 versiones con las que satisfacer nuestros más exigentes deseos. De esta manera ha mostrado la marca japonesa que en la variedad radica el éxito, pues en sus poco más de dos años de vida, 37.000 han sido las unidades vendidas de este versátil vehículo. Una cifra que le ha encumbrado a ser el modelo japonés más vendido en España. De esta manera ha entrado de lleno a abrirse un hueco en el segmento C de los compactos, pues 32 de cada 100 unidades que se venden de estos vehículos corresponden a un modelo de Qashqai.
Hola. Me gustaría tener más información sobre estos Nissan Qashqai .Gracias