Nissan X-Trail Tekna 2.0 dCi 177 CV X-Tronic 4x4-i
PRUEBAS

Nissan X-Trail Tekna 2.0 dCi 177 CV X-Tronic 4x4-i

Juan Carlos Grande

Juan Carlos Grande

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Probamos la versión más potente y equipada del Nissan X-Trail Tekna 2.0 dCi 177 CV X-Tronic 4x4-i, de 177 CV, cambio automático.. El SUV “grande” de la marca nipona recibió meses atrás una puesta al día enfocada en modernizar la imagen del vehículo, completar su equipamiento, optimizar el maletero y elevar el nivel de acabado del del habitáculo.

La última actualización renovó el atractivo de este competente SUV de 5 ó 7 plazas.
La última actualización renovó el atractivo de este competente SUV de 5 ó 7 plazas.

Por lo demás, las cualidades dinámicas del X-Trail permanecen intactas como también lo hacen sus dimensiones (4,69 m de largo por 1,82 m de ancho y 1,71 m de alto, con 2,71 m de distancia entre ejes). Se mantiene la posibilidad de elegir entre una configuración de 7 plazas o -como es el caso de esta prueba- de 5 plazas; pero el restyling aplicado debería servirle para plantar cara unos años más frente a sus rivales cercanos, léase Skoda Kodiaq, Mitsubishi Outlander, Volkswagen Tiguan Allspace y SsangYong Rexton, todos ellos SUV de 7 plazas.

Cómodo, espacioso y bien terminado

Este color marrón oscuro, una de las nuevas tonalidades disponibles, le sienta especialmente bien.
Este color marrón oscuro, una de las nuevas tonalidades disponibles, le sienta especialmente bien.

Empecemos, pues, dando un repaso a lo que sí ha cambiado. En el frontal, la parrilla es más amplia y profunda, los grupos ópticos cambian su distribución interna el paragolpes renueva su diseño y los antinieblas reciben forma rectangular. En la zaga, las ópticas modifican su firma y su carcasa es ahumada en vez de transparente. El paragolpes también es nuevo e incluye un protector cromado. Hacen su estreno, además, cuatro colores de carrocería (incluyendo el Marrón Oscuro Perlado que veis en las fotos) y varios diseños de llantas con medidas entre 17 y 19 pulgadas. Ah, y la antena del techo ahora es de tipo “aleta de tiburón”.

El rediseño del habitáculo y la mejora de calidades le han permitido subir de categoría en este sentido.
El rediseño del habitáculo y la mejora de calidades le han permitido subir de categoría en este sentido.

El habitáculo exhibe mejores materiales de recubrimiento y tapicerías; en el acabado Tekna son de piel y tienen muy buen tacto -a propósito: me encanta color Camel de esta unidad-. Son de nueva factura el volante y la palanca de cambios, y llega la última generación del sistema de infoentretenimiento que, pese a todo, me sigue pareciendo algo anticuado. Los asientos siguen siendo muy cómodos, con calefacción y refrigeración de manera opcional; virtudes que contrastan con el reposapiés izquierdo, tan pequeño que se hace casi inútil en este coche con cambio automático.

Aunque no sobran los espacios portaobjetos, sí contamos con dos portabebidas, un cofre profundo bajo el reposabrazos y algunos pequeños huecos en la consola central. La impresión de espacio y luminosidad continúa a un alto nivel, más aún con el magnífico techo panorámico que llega hasta la fila posterior.

Las plazas traseras son amplias y ofrecen una generosa regulación longitudinal.
Las plazas traseras son amplias y ofrecen una generosa regulación longitudinal.

Accederemos los asientos traseros sin problemas gracias al buen ángulo de apertura de la puerta y a la amplitud del marco. Ya sentados, se disfruta de sobrada distancia para las rodillas, buena anchura para los hombros y una altura libre poco más que aceptable (he ahí la contraprestación del techo de cristal). El enorme reposabrazos con portabebidas compromete el confort del respaldo central; y aunque la tercera plaza no es amplia que digamos, la buena noticia es que no hay un túnel de transmisión a los pies. Y hablando de buenas noticias: los asientos traseros, divididos en secciones 60:40, ofrecen amplia regulación longitudinal y distintos ángulos de inclinación para los respaldos.

Como decía al principio está disponible la opción de 7 plazas, que provee dos pequeñas banquetas abatibles (su coste es de 1.450 euros). Nuestra unidad es en cambio un modelo de 5 plazas, que permite aprovechar al máximo el espacio de carga del X-Trail.

En la versión de 5 plazas, el maletero ha ganado capacidad y modularidad.
En la versión de 5 plazas, el maletero ha ganado capacidad y modularidad.

El maletero conserva la misma boca de carga con umbral bajo, y aunque el portón no ha cambiado de forma, ahora por fin cuenta con accionamiento eléctrico y opción "manos libres" para abrirlo y cerrarlo con sólo pasar el pie bajo el paragolpes. En configuración de 5 plazas, la capacidad ha aumentado en 15 litros para llegar hasta unos buenos 565 litros. El nuevo modelo incorpora dos planchas rígidas que pueden situarse en vertical para dividir la carga o bien unirse en horizontal para crear un doble fondo. Bajo aquél podemos esconder la cortina enrollable si no la necesitamos. Si plegamos los respaldos de los asientos, la capacidad máxima asciende a 1.996 litros, con un plano de carga casi perfecto. La rueda de repuesto no es de tamaño completo, pero al menos contamos con una de tipo “galleta”.

El equipamiento de confort y seguridad da la bienvenida al conjunto de tecnologías ProPilot de conducción semi-autónoma, la iluminación LED adaptativa y el último sistema de infotainment NissanConnect, que puede acompañarse de un conjunto de altavoces de alta fidelidad firmado por la norteamericana Bose.

Si los clientes no piden cambios, se queda como está

El X-Trail preserva su carácter viajero, destacando su confort a ritmo tranquilo.
El X-Trail preserva su carácter viajero, destacando su confort a ritmo tranquilo.

Y ahora vamos con lo que no ha cambiado, que es todo lo que tiene relación con el apartado dinámico. Permanecen sin cambios el chasis así como la gama de motores y transmisiones porque, según afirma la marca, las encuestas planteadas a los clientes no lo consideraban necesario. Así pues, el comportamiento de nuestro X-Trail con motor diésel 2.0 dCi de 177 CV y cambio automático X-Tronic es el mismo que ya pudo comprobar mi compañero Néstor Abarca en el modelo anterior con las mismas especificaciones.

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El motor sigue presentando sus mismas virtudes y carencias. Las aceleraciones no son brillantes (sirva como dato que con el cambio automático pasa de 0 a 100 km/h en 10 segundos "clavados") pero su respuesta es buena en casi cualquier circunstancia, destacando la zona media en la que sus 380 Nm de par salen a relucir; y recupera con prontitud a menos que dejemos caer demasiado el régimen de giro. La principal pega está en que es ruidoso, defecto que ni siquiera el buen aislamiento acústico del habitáculo consigue mitigar.

 El motor diésel de 177 CV le basta y le sobra. Lástima que se muestre ruidoso y que la caja automática CVT no sea la mejor.
El motor diésel de 177 CV le basta y le sobra. Lástima que se muestre ruidoso y que la caja automática CVT no sea la mejor.

Parte de la culpa recae sobre el cambio automático, que según mi criterio obliga al motor a girar a un régimen más alto del necesario. Este cambio, de tipo CVT, también tiene todo lo bueno y malo de las transmisiones con variador continuo: son muy suaves en ciudad pero irritantes en carretera, donde notamos una clara falta de correlación entre el esfuerzo del motor y el resultado obtenido. También se resiente con este cambio automático el consumo medio, que con los 8,1 l/100 km que obtuvimos al final de nuestra prueba se situó bien por encima de los 5,8 l/100 km homologados.

De todas formas, el X-Trail es en vehículo agradable en el que viajar a ritmo normal. El confort de marcha está muy cuidado (sonido del motor aparte) y se beneficia de unas suspensiones tirando a blandas que absorben perfectamente las irregularidades de la carretera. Si decidimos ir a por más, será entonces cuando la carrocería deje ver su tendencia a inclinarse en los giros y “morrear” en frenadas fuertes; además, la dirección es lenta y no contribuye a aumentar la sensación de agilidad. Pero en realidad el coche nunca abandona la trazada: es más la impresión de peso elevado y relativa torpeza lo que invita a conducir con calma y disfrutar de las bondades del X-Trail como automóvil rutero.

Fuera del asfalto es un todocamino eficaz que se atreve con casi todo.
Fuera del asfalto es un todocamino eficaz que se atreve con casi todo.

Fuera del asfalto, el SUV medio de Nissan extrae buen provecho de sus características. La amortiguación suave se convierte en una ventaja ya que sabe leer y filtrar cada bache con el que se encuentra. A decir verdad, el X-Trail es un todocamino muy confortable y capaz, más todavía en esta versión 4x4 con bloqueo del diferencial central. Con este coche hemos transitado alegremente por caminos rotos, zonas de grava y piedra, trialeras y cruces de puentes, gracias también a una generosa altura al suelo de 21 cm que, como añadido, mejora los ángulos de ataque y salida. La electrónica del sistema 4x4 hace asimismo un buen trabajo llevando al límite la capacidad de agarre de los neumáticos, y lo mismo sucede en pendientes pronunciadas cuando activamos el control de descenso.

Si nuestro espíritu nos lleva a afrontar mayores aventuras, tal vez deberíamos elegir unas gomas de dibujo más apropiado y con llantas de menor diámetro -o tal vez un todoterreno “de verdad”-; pero a menos que nos dispongamos a atravesar el Atlas, este X-Trail nos servirá tal cual está.

Esta versión cuesta lo suyo, pero lo vale

Si nos gusta ir de excursión por el campo, este Nissan X-Trail 4x4 es una de las mejores soluciones.
Si nos gusta ir de excursión por el campo, este Nissan X-Trail 4x4 es una de las mejores soluciones.

El Nissan X-Trail está a la venta con tres niveles de equipamiento: Acenta, N-Connecta y Tekna. La versión 2.0 dCi de 177 CV X-Tronic 4x4-i (recordemos: la más potente y sofisticada) con acabado Acenta tiene un precio de 36.100 euros, y viene bien equipado de serie: trae llantas de aleación de 17”, luces diurnas LED, retrovisores calefactados, cristales traseros tintados, climatizador, freno de estacionamiento eléctrico, sensores de aparcamiento, sensores de lluvia y luces, retrovisor fotosensible, control de crucero y limitador, divisores de maletero y rueda de emergencia.

La unidad probada corresponde al acabado Tekna, que por un precio base de 42.750 € añade llantas de 19”, faros full-LED, antinieblas, techo panorámico practicable, portón trasero con apertura manos libres, climatizador bi-zona, asientos delanteros eléctricos calefactados, NissanConnect con navegador, visión 360º y altavoces Bose, arranque sin llave, sistema de seguridad activa “Escudo de Protección Inteligente” y asistente de aparcamiento. Los extras añadidos son la pintura Marrón Oscuro Perlado (858 €), tapicería de piel Camel (400 €) y embellecedores laterales cromados (272 €). En total, 44.280 euros sin contar ofertas de marca o concesionario, “que haberlas haylas” y pueden ser sustanciales.

Agradecimiento: Mas Oller

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