Nissan Micra 1.2i 80 CV Tekna Premium: Espíritu urbano

En esta cuarta generación, el popular utilitario de Nissan ha evolucionado hacia una estética no tan atrevida pero igualmente desenfadada. Disponible ahora sólo con carrocería de cinco puertas, su longitud de 3,78 metros consigue mejorar levemente la habitabilidad sin que por ello debamos sufrir a la hora de buscar aparcamiento.

Gracias al motor de 80 CV y a su mayor ligereza aprovecha su carácter ratonero para moverse con soltura por las pobladas calles de cualquier ciudad. Su amplio elenco de rivales incluye el Fiat 500 Twin Air, el Toyota Yaris, el Ford Ka o el Renault Twingo, entre otros.

El precio del nuevo Micra 1.2 de 80 CV con el acabado más equipado, denominado Tekna Premium, es de 14.150 €.

Como puede observarse a simple vista, la renovación del Micra ha venido acompañada de una estética menos llamativa que antes y busca, sin duda, ampliar el abanico de clientes potenciales, dejando atrás una orientación más próxima al público femenino. Podríamos decir que el modelo ha perdido algo de carácter para ganar adeptos. A pesar de ello, sigue manteniendo una línea desenfadada, presidida por una parrilla partida en dos y por el predominio de las formas redondeadas.

Las grandes ópticas ovaladas, situadas en una posición elevada, suponen uno de los principales vínculos del nuevo modelo con la anterior generación, presentada en el año 2003. No hay rastro de formas afiladas ni de elementos de diseño que evoquen cierta agresividad. Se trata de una línea de diseño amable y sin estridencias. Donde no se aprecian demasiadas novedades es en la vista lateral, bastante similar al Micra precedente. Eso sí, debemos olvidarnos de la versión de tres puertas, que ha pasado a la historia.

Por el contrario, sí se perciben cambios en la zaga del vehículo. El más importante lo encontramos su propio moldeado. La caída redondeada de la carrocería que fomentaba la silueta ovoide da paso a otra algo más vertical y de formas más uniformes. Los faros traseros, antes disimulados en la propia carrocería, ahora se han sobredimensionado ligeramente al estilo de los delanteros. Por otra parte, la placa de la matrícula ya no queda integrada en el portón, sino que pasa a estar ubicada en el paragolpes trasero. Se mantiene un pequeño spoiler superior con la tercera luz de freno.

Al ocupar el puesto de conducción del utilitario japonés, percibimos un espacio cómodo con suficientes ajustes para adecuar la posición al volante. El nuevo Micra cuenta con una calidad de acabados correcta y dispone de numerosos espacios para alojar pequeños objetos; incluso más de los que podrían esperarse en un vehículo de estas características.

Siete centímetros más de longitud que el anterior Micra consiguen mejorar ligeramente la habitabilidad del vehículo, aunque no hacen milagros. Y es que las plazas traseras son adecuadas para dos adultos, pues la central es casi impracticable. A diferencia de la anterior generación del modelo, el Micra 2011 no permite desplazar longitudinalmente esta banqueta. Si bien se trata de una posibilidad más propia del segmento monovolumen, permitía un mejor aprovechamiento del espacio para las piernas de los ocupantes o del maletero, según las necesidades. A pesar de ello, el pequeño Nissan dispone de un maletero más que aceptable para su tamaño, con un volumen de 265 litros que crece hasta los 1.132 (hasta el techo) si se abate la segunda fila de asientos.

Habitualmente, el equipamiento no suele ser uno de los aspectos más cuidados en el segmento de los pequeños urbanitas, ya que uno de los mayores objetivos recae en ajustar el precio al máximo. Sin embargo, esto no sucede con el nuevo Micra, ya que incluye un importante listado tanto en materia de seguridad como de confort. El acabado de la unidad probada (tope de gama denominado Tekna Premium) incluye control de crucero, ordenador de a bordo, navegador, climatizador, etc.

Hasta ahora, el único motor disponible es el 1.2i gasolina de tres cilindros de 80 CV de potencia, con un par motor de 110 Nm a 4.000 rpm, que ofrece una buena respuesta en circunstancias urbanas. En nuestra unidad, el bloque va engranado a un cambio manual de cinco velocidades, caracterizado por unos desarrollos más bien largos con el objetivo de primar el consumo. Por este motivo, será necesario jugar bastante con el cambio, reduciendo marchas para conseguir la máxima respuesta de la mecánica. La contrapartida la encontramos en que el conjunto da lugar a un destacable consumo medio de 5,0 litros cada 100 kilómetros.

Como puede preverse, no es un bloque que se distinga por sus prestaciones sino que su concepción está orientada a sacar todo su partido en trayectos cortos por ciudad. Por ello, necesita 13,7 segundos para completar el 0-100 Km/h, aunque puede alcanzar una velocidad máxima de 170 Km/h. La insonorización del vehículo podría mejorar ya que, desde el puesto de conducción, se percibe demasiado el ruido procedente del motor. De todos modos, éste no llega a resultar incómodo.

El bloque 1.2i de 80 CV también puede escogerse con cambio automático CVT de variador continuo. En breve se ampliará la gama, pues comenzará a venderse la versión Supercharged de la misma motorización 1.2 de gasolina pero que, en este caso, entregará una potencia de 98 CV y reducirá el consumo hasta unos impresionantes 4,1 litros cada 100 kilómetros.

Al tratarse de un vehículo de corte urbano hay un aspecto que en el que Nissan ha vuelto a incidir. Y es que su dirección es suave pero, lo suficientemente directa como para convertirlo en un as de la maniobrabilidad, aprovechando además su comedidas dimensiones y un excelente diámetro de giro de solo nueve metros. El peso también contribuye en gran medida a facilitar su movilidad, ya que estamos ante un vehículo de solo 910 kilogramos. Por este motivo, se mueve como pez en el agua tanto por calles estrechas como por zonas con mucho tráfico.

La cuarta generación del Micra viene acompañada por una nueva plataforma que le hace ganar unos centímetros de batalla, lo que le otorga un mayor aplomo general. Dispone de un tarado de suspensión muy equilibrado, gracias al cual se muestra muy neutro en el paso por curva y copia bastante bien los baches que podemos hallar en el asfalto. A pesar de ello, como es habitual en los pequeños urbanitas, no podemos espera la finura propia de la mayoría de compactos en esta materia.

A nivel de equipamiento, un elemento curioso a la vez que práctico lo encontramos en el Parking Slot Measurement (PSM). Se trata de un sistema de medición de las plazas de aparcamiento que ayuda al conductor a saber si el espacio es suficientemente amplio mediante una serie de sensores. Tras la medición, el dispositivo comunica si la plaza es adecuada en función del espacio o, por el contrario, si es difícil o incluso no recomendada. El Micra es el único vehículo de su segmento que monta esta tecnología.

El Micra destaca por un amplio equipamiento de serie en el capítulo de la seguridad valorando su precio. Dispone de seis airbag (frontales de conductor y acompañante, laterales y de techo), ABS con ayuda a la frenada de emergencia, control de estabilidad ESP y control electrónico de tracción. El listado se completa con la presencia de dos fijaciones Isofix para sillitas infantiles.

A pesar de haber perdido cierta personalidad en cuanto a línea de diseño, la cuarta generación del Micra ha llegado con la intención de atraer a un mayor segmento de público que el modelo anterior. Su gran maniobrabilidad le convierte en un vehículo idóneo para moverse por ciudad con suma facilidad. Cumple de sobras con dos de las premisas básicas de las alternativas urbanas más competitivas, es decir, cuenta con una gran relación calidad-precio y con un consumo reducido. Por si fuera poco, ofrece un amplio equipamiento, poco habitual en el segmento de los utilitarios urbanos.