Supermontero
Los cambios estéticos son lo de menos, lo importante es que con el nuevo motor diesel D-ID de 200 CV el Montero es más potente, más ecológico y más eficiente. Es la respuesta de Mitsubishi al lanzamiento de la nueva generación de su eterno rival, el Totoya Land Cruiser. La potencia se ha incrementado un 25% y el par máximo casi un 20%, el mismo porcentaje que ha logrado en reducción de consumo. Ahora solo hay dos niveles de equipamiento: Spirit y Motion, este último es el único que puede optar al cambio automático secuencial. El precio va desde los 35.700 hasta los 46.500 euros, sin contar el descuento promocional de 3.000 euros que tiene actualmente.
PVP: 3P 3.2 DI-D Spirit 35.700 € 3P 3.2 DI-D Motion 41.200 € 3P 3.2 DI-D Motion A/T 43.100 € 5P 3.2 DI-D Spirit 38.300 € 5P 3.2 DI-D Motion 44.600 € 5P 3.2 DI-D Motion A/T 46.500 €
(Sin descuento promocional)
Diseño exterior
La línea del Montero es suficientemente actual así que en este sentido no necesitaba muchos cambios, de hecho del exterior casi no ha variado nada y lo que cambia apenas se ve, pues se trata de las extensiones de los paragolpes delantero y trasero que ahora van pintadas del mismo color de la carrocería. Bueno, esto y que las llantas son de nuevo diseño. Por lo demás todo sigue igual. Eso sí, como el Montero es el único todoterreno que puede presumir de 12 victorias en el rally Dakar, luce orgulloso una insignia conmemorativa en las aletas delanteras. Al menos, así lo hacían las unidades de prueba disponibles durante la presentación.
Habitabilidad
En el interior ocurre básicamente lo mismo, que son pocas las modificaciones que recibe, y las que hay se centran en el versión Motion que, de acuerdo a la nueva estructuración de la gama, es la más equipada. Lo que más llama la atención es la nueva tapicería de cuero y ante con ribete plateado. El ante resulta muy agradable al tacto y también facilita la sujeción del cuerpo al asiento. Mientras que el ribete plateado aporta el contraste necesario para dar cierto toque de luminosidad al color negro de la tapicería, que por cierto, es el color predominante en el habitáculo. También hay inserciones lacadas combinadas con aluminio en el salpicadero, consola y paneles de las puertas. Al margen de los detalles de aluminio que acopla el volante. La iluminación de la instrumentación es de alto contraste y unas luces tipo LED iluminan la zona de los pies y la parte inferior trasera de la consola central. Otra aportación es que el espejo retrovisor trasero evita los reflejos oscureciéndose automáticamente. La carrocería de cinco puertas ofrece 7 plazas, la de tres puertas 5.
Mecánica
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El motor no es estrictamente nuevo, pues en verdad se trata de una evolución del bloque 3.2 D-ID de 160 CV. Lo que ocurre es que se han rediseñado prácticamente la totalidad de sus componentes, rodamientos, culata de cilindros, pistones, bielas, árbol de levas, tren de válvulas, turbocompresor, bomba de aceite, sistema de inyección y sistema de gestión electrónica ECU, así que ahora entrega 200 CV a 3.800 revoluciones por minuto, mientras que su par máximo es de 441 Nm a 2.000 rpm. El nuevo turbo de geometría variable, junto a la optimización de la cámara de combustión y de la inyección han sido decisivos para lograr mejorar la potencia del Montero. Para reducir el consumo, Mitsubishi lo ha tenido en cuenta todo, hasta el punto de que las luces de la tercera luz de freno son le LED porque gastan menos. Pero lo que ha influido más significativamente es el nuevo alternador de alta eficiencia para aprovechar la regeneración de la energía producida en la frenada, la reducción de la relación final de la transmisión y haber bajado el ralentí a 600 rpm. De serie, este motor acopla la caja de cambios manual de cinco velocidades pero para la versión Motion también está disponible, en opción, la transmisión automática secuencial de cinco velocidades INVECS-II.
Comportamiento
La competición ha sido el mejor laboratorio de pruebas para la marca, así generación tras generación el Montero ha ido evolucionando hasta alcanzar ese equilibrio que le permite demostrar eficacia tanto en campo como en carretera. De hecho, la experiencia adquirida en las carreras sirvió a los ingenieros de Mitsubishi para perfeccionar el turbocompresor y reforzar los ejes de la transmisión en la primera generación del Montero. En la segunda incorporaron el diferencial con cuatro piñones y muelles helicoidales, mientras que con la tercera generación (la actual) apareció el chasis monocasco y la suspensión independiente. Nuestra breve toma de contacto la hicimos con el modelo tope de gama, el Motion con cambio automático. La inyección de potencia le ha sentado bien al Montero pues, dada su buena estabilidad en carretera, se puede practicar una conducción más dinámica, asimismo, también es bien recibido el aumento de par, algo que apreciarán sin duda los que gustan de hacer excursiones por el campo. La caja de cambios automática es una comodidad, te olvidas de las marchas, pero si en algún momento te interesa tener un mayor control basta con pasar la palanca al modo secuencial. La ruta discurrió en su mayor parte por asfalto y los pocos kilómetros fuera de la carretera eran pan comido para el Montero, pues lo máximo que encontramos en el camino fueron algunos tramos con barro arcilloso, divertidos y suficientes para comprobar que el ESP entra rápidamente en funcionamiento.
Seguridad
El ABS con distribución electrónica de la frenada, la asistencia del freno motor en descensos, los seis airbags y los controles activos de estabilidad y tracción forman parte del equipamiento del Montero destinado a mejorar la seguridad desde la versión de acceso. A lo que hay que añadir que como puro todoterreno que es monta la transmisión denominada por Mitsubishi Super Select 4WD que permite elegir entre cuatro modos de funcionamiento: tracción trasera, tracción total con una distribución del reparto de par entre el eje delantero y el trasero del 33 y 67% respectivamente, pero que puede llegar al 50% si las condiciones de adherencia así lo aconsejan, tracción total con el diferencial central bloqueado (el envío de par a los ejes es siempre del 50%) y reductora y diferencial central bloqueado. Además, se puede bloquear el diferencial trasero pulsando un botón de la consola central.
Valoración
Una de las cualidades más destacables el Mitsubishi Montero es su buen comportamiento en carretera. La suspensión independiente a las cuatro ruedas ofrece un gran confort de marcha al tiempo que ayuda a contener balanceos de la carrocería en los cambios de apoyo o en giros rápidos. Pero el gran confort que demuestra en carretera no le resta eficacia en campo, donde su comportamiento es de auténtico todoterreno. El precio de partida de 32.700 euros, con el descuento vigente incluido, tampoco deja de ser un buen reclamo.
Es uno de los mejores todoterrenos del mercado. Llevo 276.000 km y solo he cambiado neumáticos, batería y pastillas de freno. Una vez cambié un fusible. El motor está perfecto.