El astro rey en el catálogo de Opel
Heredero del estilo Insignia, un modelo que está aportando a la firma grandes satisfacciones en Europa y que supuso el cambio de estilo en el diseño de los autos alemanes, el nuevo Astra ofrece una imagen infinitamente más moderna y dinámica que la anterior generación, con un perfil aerodinámico y envolvente, un frontal más puntiagudo y agresivo y una zaga redondeada y bien definida y proporcionada. En definitiva, nada que ver con el pasado del modelo en términos estéticos pero sí con el presente de la marca, ya que su nuevo compacto da continuidad al estilo estrenado en el Opel Insignia y perpetuado con el nuevo Opel Meriva, de próxima comercialización. Su parte frontal es la que más elementos comparte con ambos (parrilla cromada con una lama más ancha, faros rasgados, etc.) mientras que la parte trasera es también acertada por su redondez. La consecuencia negativa de ello, como suele ocurrir en estos casos, es que la visibilidad trasera del conductor se ve algo condicionada por la presencia de una luneta pequeña y unos anchos pilares traseros.
La variante probada, pese a que es la más deportiva, no luce todavía en todo su esplendor puesto que Opel aún no ha puesto a la venta la segunda carrocería del Astra: la variante GTC de tres puertas, que se sumará al Astra Sports Tourer (familiar) que también se lanzará este año. Con una generosa longitud de 4,42 metros, el Astra ofrece una amplitud interior correcta aunque su maletero no dispone de una capacidad especialmente destacable (370 litros). A cambio ofrece soluciones ingeniosas como el FlexFloor (para adaptar el espacio de carga) o el práctico FlexFlix para transportar bicicletas. El puesto de conducción está bien resuelto en general y resulta agradable por disponer de múltiples reglajes que permiten adaptarlo rápidamente a cualquier talla. Los responsables de la marca aseguran que su ergonomía ha sido estudiada para abarcar conductores de todas las tallas, desde el 1,50 al 1,90 m de estatura. Cuenta con innumerables huecos, bandejas y espacios para la ubicación de los objetos habituales que se llevan a bordo a la hora de viajar, mientras que el aspecto general, tanto al tacto como visualmente, de los materiales y el nivel de acabados es francamente bueno. Es aquí donde se aprecia el salto de calidad notable efectuado por Opel, que sin llegar a los extremos de "perfección" que logra el Volkswagen Golf de nueva generación, ofrece un resultado interior muy convincente. Por su parte, el diseño de la consola central, siguiendo los pasos del Insignia, resulta moderno y vistoso aunque como viene siendo habitual en Opel, la acumulación de tantos mandos y sobre todo botones en una misma zona resulta algo confusa para su accionamiento, pudiendo llegar a distraer la atención del conductor.
La versión ensayada es la ideal para los conductores más exigentes en el terreno de las prestaciones ya que a falta de una variante OPC, las más radicales de la firma del rayo, el Astra 1.6 Turbo de 180 CV es el más potente y deportivo de la gama. Con este bloque, cuya entrega de potencia es bastante explosiva superada la franja inicial de cuentarrevoluciones, el compacto alemán supera los 220 km/h y acelera de 0 a 100 en 8,5 segundos. Gracias a un intenso trabajo de insonorización del habitáculo y de optimización aerodinámica -para el que se han dedicado más de 600 horas de pruebas en el túnel de viento-, el Astra ofrece un elevado confort acústico en todo momento, pese a tratarse de un motor de pequeña cilindrada cuyo rendimiento óptimo se alcanza tras "exprimirlo" mecánicamente. Su consumo es también muy favorable pues se contenta con una media de 6,8 litros a los 100, que lógicamente se obtiene sólo con una conducción muy suave y pausada. Este bloque, como la unidad de la prueba y todos los Astra -exceptuando la versión de menor potencia- está equipado de serie con cambio manual de seis marchas que ofrece un rendimiento bastante bueno. Opcionalmente se puede montar una caja automática secuencial de seis relaciones "Active Select".
Lo más destacado en el Astra de nueva generación, y que asociada al motor más potente ofrece un rendimiento excepcional, es la suspensión FlexRide de dureza variable. Este sistema permite que el coche sea cómodo cuando conviene y duro cuando es necesario mediante la regulación de la amortiguación en tres ajustes predeterminados denominados Standard, Sport y Tour. Incluso en la posición Sport, la más dura y que actúa también sobre la dirección y el acelerador, el vehículo no resulta incómodo. Respecto a la dirección con asistencia eléctrica, su tacto es suave y preciso. Otra de las novedades introducidas por los ingenieros de Opel encaminadas a proporcionar un mejor comportamiento dinámico es el eje trasero de barra de torsión con timonería Watt. Este sistema no llega a ofrecer el rendimiento de un eje trasero multibrazo; sin embargo no tiene unos costes de desarrollo tan elevados y al ocupar menos espacio permite alojar otras buenas soluciones como el portabicicletas, además de proporcionar una buena estabilidad.
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Además de la dotación habitual de sistemas de seguridad y asistencia al conductor, Opel ha aprovechado la ocasión -dada la importancia de este modelo- para incorporar en opción en el Astra una interesante y novedosa tecnología de seguridad. Se trata del sistema Opel Eye, ya vista en el Insignia y que incluye aviso por cambio de carril y, sobre todo, reconoce a través de una cámara situada en la luneta frontal (junto al espejo retrovisor interior) las señales de tráfico reproduciéndolas en el cuadro de información para que el conductor esté al caso, por ejemplo, de los límites de velocidad de la carretera por la que circula. También está disponible en el nuevo Astra la iluminación bixenón AFL+. Ya utilizado en el Insignia, es un sistema que permite una mejor adaptación de la zona iluminada por los faros del vehículo según las necesidades del conductor y el estado y visibilidad de la vía. Finalmente, como elemento de seguridad destacable, merece la pena mencionar los nuevos parachoques inteligentes que monta, diseñados para minimizar los daños en las colisiones delanteras o traseras, reducir las lesiones a los peatones y ahorrar costes en reparaciones.
La estrategia de ofrecer tecnología de vanguardia a precios populares le ha funcionado muy bien a Opel históricamente, por lo que este aspecto sigue siendo de nuevo en el Astra un argumento interesante a su favor. Con los descuentos y las promociones es posible disponer de esta versión del Astra (recordemos que desarrolla 180 CV) por unos 23.000 euros, lo cual es todo un acicate para quien esté interesado en un compacto de nueva generación, bien equipado y mecánicamente solvente, con lo último en seguridad y electrónica, de carácter y prestaciones deportivas y con un más que aceptable nivel de confort y habitabilidad.
Mi anterior fue el Cruze LT y lo deje en concesionario pa pillarme este Astra