Opel Grandland X 1.6 CDTI Excellence Auto: Equilibrio
PRUEBAS

Opel Grandland X 1.6 CDTI Excellence Auto: Equilibrio

Jaume Gustems

Jaume Gustems

1 opinión

El Grandland X es la gran baza de Opel en el segmento de los SUVs compactos, uno de los de mayor éxito en ventas y matriculaciones en los últimos años. Probamos la versión diésel de 120 CV, que se presenta como la más equilibrada en prestaciones y precio. Está a la venta por 30.700 €.

El Opel Grandland X potencia la presencia de Opel en el segmento SUV más demandado y lo hace con un vehículo muy equilibrado.
El Opel Grandland X potencia la presencia de Opel en el segmento SUV más demandado y lo hace con un vehículo muy equilibrado.

Esta versión diésel es una de las más indicadas para hacer frente a su nutrida competencia, que no es corta: Nissan Qashqai, Seat Ateca, Hyundai Tucson, Renault Kadjar y Kia Sportage, entre otros. Aquí tienes un comparativo entre todos ellos. También se suman el Subaru XV, Ford Kuga, Ssangyong Tívoli, Jeep Compass, Mitsubishi ASX o el Peugeot 3008, este último su primo-hermano, aunque no lo parezca. Y es que el Opel Grandland X comparte con el Peugeot 3008 la plataforma, motores y buena parte de su tecnología, aunque estéticamente no tengan nada que ver.

Opel ha creado un SUV compacto bien terminado, con tecnología actual, muy habitable y con una estética quizás poco atrevida pero que es muy agradable para el público en general. Es decir, Opel ha apostado por lo seguro a la hora de diseñar su SUV compacto. Sin grandes aventuras, ha creado un modelo muy equilibrado en numerosos aspectos.

Sólo se vende con tracción delantera, no hay versiones 4x4. El guiado del coche es fácil y agradable.
Sólo se vende con tracción delantera, no hay versiones 4x4. El guiado del coche es fácil y agradable.

He conducido unos días la versión diésel 1.6 CDTI de 120 CV, muy razonable en cuanto a la relación prestaciones/consumo. El motor de dos litros diésel es otra buena alternativa dentro de la gama, pero es mucho más potente (177 CV) y tiene que ir asociado obligatoriamente a un cambio automático de 8 relaciones. El Opel Grandland X comparte estos motores diésel con otros modelos del grupo PSA, como el Peugeot 3008 y 5008.

Los 4,48 metros de longitud de su carrocería le convierten en un SUV muy apto para un uso familiar, ya que es capaz de transportar cinco adultos de forma cómoda y tiene un espacio de maletero de los mejores de su clase. Si en algo destaca este SUV es en habitabilidad, ya que tanto las plazas delanteras y las traseras como el espacio de carga se perciben muy holgados.

Salto en acabados

El salpicadero no es demasiado original, pero sí que tiene un buen acabado y genera una buena sensación de calidad percibida.
El salpicadero no es demasiado original, pero sí que tiene un buen acabado y genera una buena sensación de calidad percibida.

Una vez te pones frente al volante también se recibe una buena sensación de calidad percibida. El diseño del salpicadero es bastante convencional, y no sorprende en absoluto, pero el tacto de los materiales utilizados para su terminación y el aspecto visual de todos sus elementos es muy bueno.

El cuero de los asientos, el volante y el pomo de cambio hacen que el primer contacto con el coche se perciba agradable.

La doble costura en blanco que recorre algunas partes del salpicadero y de la consola central contrasta con el negro de la piel, y da una imagen de refinamiento elevada. Las molduras en aluminio del volante, las rejillas de ventilación y el área del sistema de infoentretenimiento acaban de rematar el conjunto de forma impecable.

El cuadro de instrumentos combina relojes analógicos con la pantalla TFT central.
El cuadro de instrumentos combina relojes analógicos con la pantalla TFT central.

No obstante, no creo que sea tan acertada la distribución de algunos mandos. El de luces está separado, a mano izquierda del volante, y tiene un accionamiento no demasiado práctico, mientras que los pulsadores multifunción integrados en el propio volante no resultan demasiado intuitivos, y crean algo de confusión al principio. Estos aspectos empañan un poco un diseño bien enfocado hacia la practicidad y el uso diario del coche solo o en compañía.

La entrada y arranque del coche es de tipo sin llave, aunque podemos dejar ésta en cualquiera de los generosos huecos de la consola central. El que está delante de la palanca de cambios cuenta con tapa, pero tenemos otro detrás con un tamaño similar al de la guantera central donde cabe de todo. Si queremos cargar un móvil de forma inalámbrica, no obstante, hay que introducirlo en la guantera en posición vertical, y sujetarlo con una goma. Es un sistema mejorable. La competencia resuelve este punto mucho mejor.

La pantalla del navegador está plenamente integrada en el salpicadero.
La pantalla del navegador está plenamente integrada en el salpicadero.

Los asientos son muy cómodos, cuentan con regulación eléctrica, memoria, calefacción y refrigeración. Tal y como señala Opel, han sido certificados por AGR (Campaña para espaldas más saludables) una asociación alemana que colabora con los fabricantes de automóviles para diseñar asientos lo más ergonómicos posible.

El interior de las puertas también tiene buenos huecos que permiten colocar una botella de gran tamaño, y se decora con luces de ambiente, otro buen detalle que incrementa la sensación de calidad y refinamiento.

Cómodo en todas las plazas

Esta unidad montaba un cambio automático de 6 velocidades. Sin reproches a su funcionamiento.
Esta unidad montaba un cambio automático de 6 velocidades. Sin reproches a su funcionamiento.

Sentados al volante de este Opel se adopta una posición bastante elevada, superior a la de un turismo, tal y como debería corresponder a un SUV que se precie. La visibilidad es buena y la pantalla del sistema de navegación y equipo multimedia está situada a una altura correcta, justo en el centro del salpicadero.

Esta pantalla táctil de 7 pulgadas forma parte del sistema IntelliLink de Opel, que permite la conectividad directa del Smartphone desde Android Auto o Apple CarPlay. El sistema se complementa con el servicio Opel OnStar, que la marca ofrece a sus clientes y que permite consultar a distancia la dirección de destino e instalarla directamente en el navegador o, como novedad, reservar habitaciones de hotel o plazas de aparcamiento.

Esta bandeja de la consola central es extraible.
Esta bandeja de la consola central es extraible.

No tuve oportunidad de usar este servicio durante la prueba del coche, pero sí que lo hice en una ocasión durante el contacto internacional con el Opel Astra, en Alemania, y puedo confirmar que, al menos en ese país, el servicio funciona de forma impecable.

Las plazas traseras destacan por un buen espacio en anchura, altura y distancia respecto a los asientos delanteros, y esto redunda en un buen confort a la hora de viajar. Caben tres adultos, e incluso el de la plaza central puede ir en una posición confortable, ya que el túnel de transmisión no molesta ni tampoco es demasiado intrusiva la guantera central. Esta unidad del Grandland X venía equipada con un techo solar panorámico, que da mucha luminosidad a estas plazas. Es una opción totalmente recomendable.

Hay buen espacio en las plazas traseras que, además, son cómodas.
Hay buen espacio en las plazas traseras que, además, son cómodas.

El maletero ofrece una capacidad mínima de 514 litros (siempre que coloquemos el piso en la posición inferior de las dos que ofrece) y máxima de 1.652 litros. Es una capacidad de carga superior a la que ofrecen todos sus rivales excepto el Peugeot 3008 (520 litros) y muy similar a la que atesora el Hyundai Tucson o el Seat Ateca (513 y 510 litros respectivamente).

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El sistema para abatir los respaldos de la segunda fila es muy práctico: mediante palancas situadas en los laterales del maletero.

Debajo del piso del maletero hay hueco para una rueda de repuesto, en este caso, de tipo galleta.

Poco atrevido

El maletero tiene una capacidad de 514 litros, con un máximo de 1.652 litros con los respaldos abajo.
El maletero tiene una capacidad de 514 litros, con un máximo de 1.652 litros con los respaldos abajo.

El diseño del Grandland X tiene algunos puntos en común con otros miembros de la familia X de Opel, especialmente el Crossland X y el Opel Mokka X. Opel ha consiguido un estilo propio en su gama de SUVs, totalmente renovada en los últimos años.

El Grandland X se identifica fácilmente como un Opel visto de frente, gracias a la parrilla con el típico emblema de Opel y que fluye hacia los faros. Éstos son LED y adaptativos, modifican la luz en las curvas, asisten en carretera y se nivelan de forma automática.

El diseño juega muy bien con las nervaduras, tanto las del capó como las laterales, unas en la parte inferior de las puertas y otra en la parte más alta de la línea de cintura, que en este SUV es muy elevada. La línea tiene forma de cuña, enfatizada por un techo con línea descendente hacia atrás, de tipo flotante, un efecto que se consigue pintando los pilares en color negro.

Los 4,48 metros de largo de este Opel lo convierten en un coche ideal para todo, desde un uso diario para ir al trabajo hasta el coche para pasar el fin de semana con la familia.
Los 4,48 metros de largo de este Opel lo convierten en un coche ideal para todo, desde un uso diario para ir al trabajo hasta el coche para pasar el fin de semana con la familia.

Lo cierto es que visto de tres cuartos, el Grandland X se ve bastante deportivo, aunque su carácter no concuerde completamente con esta filosofía. La estética, desde mi punto de vista, convence.

En la zaga, la colocación de las ópticas en los extremos y las tres nervaduras horizontales potencian la sensación de anchura y estabilidad que se espera en un SUV. El alerón superior también contribuye a dar un aire más sport.

Las llantas son de 18 pulgadas, y en este acabado Excelente vienen de serie.

Cómo va

El motor diésel 1.6 CDTi se caracteriza por tener un buen consumo y ofrecer una buena respuesta a cualquier régimen.
El motor diésel 1.6 CDTi se caracteriza por tener un buen consumo y ofrecer una buena respuesta a cualquier régimen.

120 CV pueden ser pocos para un SUV del tamaño de este Opel, pero la percepción es de buena potencia y entrega de par ya desde bajas vueltas. Los 300 Nm de par máximo aparecen a 1.750 r.p.m. , mientras que los 120 CV de potencia se alcanzan a 3.500 vueltas. No es un motor de grandes prestaciones, está claro, pero sí que tiene un funcionamiento agradable, y aunque a veces se percibe algo ruidoso, gasta poco: oficialmente 4 litros a los 100; en nuestra prueba, la media fue de 6,2 l/100 km.

El comportamiento en curva es correcto. El coche se guía bien, la dirección tiene una buena asistencia y desmultiplicación sin ser demasiado incisiva, y la carrocería balancea poco en los apoyos. De hecho, la plataforma sobre la que está basado, la misma que comparte con el Peugeot 3008, se caracteriza por su nobleza y efectividad en carretera.

Este Opel sólo se vende con tracción delantera, y por lo tanto, sus aptitudes para circular fuera del asfalto son muy limitadas. Como opción, se puede pedir el sistema Grip Control (300 euros), que de forma electrónica adapta el par motriz que se aplica a las ruedas delanteras, para mejorar el agarre en suelos deslizantes. Este sistema, del que carecía la unidad que probé, se acompaña de neumáticos tipo M+S.

El aspecto exterior es muy off-road, aunque sus aptitudes para salir fuera del asfalto son las mismas que las de cualquier turismo.
El aspecto exterior es muy off-road, aunque sus aptitudes para salir fuera del asfalto son las mismas que las de cualquier turismo.

Este SUV también destaca en el conjunto de sistemas de asistencia al conductor que puede equipar: alerta de colisión delantera con detección de peatones y frenado automático de emergencia, control de crucero automático con función de parada, detector de fatiga del conductor, asistente avanzado de aparcamiento y cámara de visión 360º, entre otros.

Nuestra unidad de pruebas tiene un PVP básico de 31.000 euros. Si le sumamos algunas opciones, como las llantas de 5 radios o el techo bitono (500 euros cada una), o la tapicería de cuero (2100 euros), entre otros, se alcanzan fácilmente los 36.460 euros que cuesta la unidad que veis en las fotos.

Contar con un equipamiento tan completo es la única forma de hacer frente a la competencia, también bien equipada en este sentido. El PVP también está en la línea del segmento, por lo que es de esperar que el Grandland X suponga un revulsivo en las ventas de Opel en Europa, ahora que la marca forma parte del grupo PSA.

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Andres
Andres

Por acabados y diseño este coche merece un diez.

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