Original propuesta
El Corsa ha sido durante décadas el utilitario de Opel de referencia, el que ha marcado y sigue marcando el volumen de ventas de la marca en esta categoría. Pero la firma alemana decidió hace unos años acompañar al Corsa con un nuevo modelo un poco más pequeño y con un carácter todavía más juvenil que ampliase la oferta en el popular grupo de los coches urbanos: así nació el Adam.
Y el año pasado la marca alemana decidió cerrar el círculo con el lanzamiento del Karl, sólo dos centímetros más pequeño que un Adam pero con 5 puertas y una capacidad interior superior, al ser un 5 plazas. El Karl se dirige a un público distinto, que busca ante todo un coche práctico, con un carácter más familiar, a un precio muy competitivo.
Así, Opel se ha convertido en una de las marcas con mejor oferta en el segmento de los pequeños coches urbanos, con varios modelos para necesidades y tipos de público diferentes.
Bien aprovechado
El Opel Karl tiene en el aprovechamiento del espacio su punto fuerte. Su carrocería de 3,68 metros de longitud puede llevar a 5 personas con un confort muy razonable. Es una carrocería que tiene unos voladizos muy cortos y sitúa las ruedas en las esquinas. Esto le permite aprovechar al máximo hasta el último centímetro, y se nota cuando entras por primera vez al coche. Hay buen espacio y una amplitud que no esperas en un coche de esta categoría.
Frente al conductor se presenta un salpicadero de diseño agradable y actual, en el que predominan las líneas curvas, con una doble división que crea sensación de profundidad. Abundan los plásticos de color negro, que tienen un aspecto muy sencillo y un tacto bastante rígido. Es un detalle propio de coche económico, de tarifa reducida. Y así es: el Opel Karl básico cuesta 11.020 € sin contar posibles promociones, por lo que estamos ante un utilitario muy asequible, en la media de lo que se estila en el segmento: la gama Seat Mii parte de 9.960 €, el Citroën C1 de 10.380, un Renault Twingo cuesta a partir de 11.125 mientras que un Hyundai i10 o un Kia Picanto abre su tarifa de PVP en los 11.855 euros.
No podemos, pues, esperar grandes lujos aunque eso sí, se ven unos buenos ajustes y terminación de todo en general. Como detalle, destacaré la práctica bandeja a media altura en el salpicadero, donde podemos cualquier objeto de baja altura que no queramos llevar en los bolsillos mientras conducimos. Delante de la palanca de cambios también hay dos huecos para latas de bebida y un pequeño hueco para dejar el móvil mientras lo cargamos o lo mantenemos enchufado al puerto USB. Y por detrás se sitúa una minibandeja Aquí no hay apoyabrazos ni guantera central, la simplicidad impera. El freno de mano, por ejemplo, es el tradicional de palanca.
Como suele ocurrir en un coche de este tamaño, en las plazas traseras viajan mejor dos personas que tres, ya que el pasajero de la plaza central ve limitado su confort por la presencia del túnel de transmisión y por un respaldo estrecho y poco ergonómico. Para los que viajen con niños, no hay problema en colocar una sillita infantil, pero en el momento en el que el pequeño crezca tocará con los pies en el respaldo del asiento del acompañante.
Configuración interior
La modularidad en este coche se limita al abatimiento de los respaldos de la segunda fila, en una proporción 60:40, para ampliar la capacidad del maletero, que en su posición normal es de 206 litros, una cifra por debajo de la que ofrece un Suzuki Celerio (254 l.), un Hyundai i10 (252 l.) o un Mitsubishi Space Star (235l.). Este maletero puede ampliar su volumen si se abaten los respaldos de la segunda fila, una operación que debe hacerse en dos fases y que es algo incómoda. Primero hay que levantar la banqueta y a continuación reclinar los asientos. Como no hay mucho espacio, en ocasiones para poder hacer esta operación hay que correr longitudinalmente los asientos de la primera fila. Por lo tanto, en mi opinión, la modularidad es claramente es mejorable en este coche.
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Una vez nos ponemos al volante, notamos que ofrece un buen agarre, por lo que la primera sensación es buena e invita a conducir. Al dar al arranque cobra vida el pequeño motor de gasolina de tres cilindros, con sólo 1 litro de cilindrada, que da 75 CV de potencia. Es el único motor disponible para el Opel Karl, que se vende con un único acabado, Selective, y en dos versiones: una con cambio manual y otra con automático, ambas de 5 velocidades.
Sencillez mecánica
Hemos conducido la versión con cambio manual, la que suele ser más demandada en coches de este segmento, al resultar más económica. En este caso, te ahorras 600 euros.
El consumo de ambas versiones es el mismo: 4,5 l/100km. de media, según Opel. En nuestra prueba, el Karl gastó una media de 5,8 l/100 km. El consumo mínimo, 4,4 l/100, lo marcó en autopista, mientras que el máximo, 7l/100,se registró en ciudad. En carretera gasta unos 6 l/100km.
En marcha sorprende por la buena calidad de rodadura. Está bien insonorizado, las suspensiones absorben de forma correcta a pesar de tener un recorrido muy corto, como suele ocurrir en este tipo de vehículos. El motor es silencioso, y no se percibe el traqueteo a bajo régimen que en ocasiones caracteriza a los motores de tres cilindros. Todo lo contrario, rueda fino y responde con mucha elasticidad a nuestros requerimientos de potencia. 75 CV son suficientes para un vehículo de este tamaño y con un peso inferior a una tonelada. El guiado del coche es fácil y nada cansado, ya que en ciudad, por ejemplo, podemos aprovechar el “gadget” de la dirección adaptativa. Esta dirección puede conectarse en modo City, para aligerar el par que debemos dar al volante a la hora de maniobrar o aparcar.
Esta versión Selective del Opel Karl trae de serie luz antiniebla trasera, control de velocidad de crucero, elevalunas eléctricos delanteros, ordenador de a bordo, tapicería de tela, lunas tintadas, retrovisores ajustables eléctricamente y plegables de forma manual, frenos de disco delanteros y tambores traseros, volante de 3 radios, aire acondicionado y calefacción y Bluetooth con USB y toma Aux, entre otros. Por 450 € podemos pedir el Pack Selective Plus, que añade un sistema de alerta por cambio involuntario de carril, los faros antiniebla y las llantas de aleación de 16”. Y si solicitamos el Pack Techno (490 €) podemos equiparlo con la más reciente tecnología de conectividad de Opel. Es decir, con el Opel OnStar o sistema de servicios 24 horas para asistencia en carretera o conexión remota; y el R 4.0 IntelliLink, un sistema multimedia que permite la conexión a Internet, la integración total del Smartphone y el uso de diferentes aplicaciones.
No hay muchas más opciones para un coche sencillo, moderno en cuanto a estética y tecnología, original y único por su configuración 5 puertas, ligeras formas de monovolumen y tamaño reducido. Una propuesta que hasta hace un par de años ofrecía el Opel Agila y que la marca alemana ha vuelto a recuperar de nuevo.
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