Peugeot 3008 1.6 HDi

Por tamaño es un compacto, por imagen se inclina hacia los SUV y por modularidad interior está a medio camino entre un monovolumen y un familiar. El resultado de tal mezcla de estilos o conceptos es el Peugeot 3008, un vehículo que pretende moverse en tierra de nadie, y de todos. La motorización diesel 1.6 HDi de 110 CV es la menos potente de cuántas están disponibles, pero no por ello la menos agradable, ni la menos cara. El precio de esta versión con el acabado Sport Pack es de 27.200 euros.

Comparte plataforma con el 308 aunque su mayor envergadura arroja unas medidas superiores en todas las cotas. Su longitud alcanza 4,36 metros, su altura 1,64 m y su anchura 1,84 m, así que encaja dentro del cada vez más extenso segmento de los compactos, aunque como peculiar cross-over. Calificativo éste que sirve para definir al 3008 pero con matices, porque como avanzamos en la introducción de esta prueba, muestra unos rasgos estilísticos tipo SUV, pero su interior refleja una combinación del confort de una berlina con detalles de vehículo familiar e incluso monovolumen.

Lo que más destaca del interior son unos acabados impecables. Pero también la posición de la palanca del cambio así como la distribución de los mandos de la consola central, pues en ambos casos facilitan su manejo al conductor. Hay a quien le parece que sobran botones, yo, sin embargo, pienso que aportan empaque y un cierto toque de diseño. El cuadro de relojes presenta una composición muy limpia que facilita su lectura, por otra parte el fondo negro y los aros cromados conforman una combinación elegante en línea con el resto de terminaciones empleadas. Nuestra unidad de pruebas venía equipada con el sistema Head Up Display, a través del cual puede verse reflejada la velocidad de crucero en una pequeña lámina traslúcida a la altura de la visera de instrumentación, de tal forma que el conductor no tiene que apartar la vista de la carretera. El habitáculo cuenta con numerosos huecos para dejar objetos que suman casi 50 litros de capacidad. El maletero, por su parte, dispone de 512 litros con las cinco plazas es disposición de ser utilizadas, porque si se abaten los respaldos traseros, algo que puede hacerse por partes, se obtiene un volumen de 1.604 litros. Además, el maletero admite tres configuraciones distintas dependiendo del nivel en el que situemos el piso, y para facilitar la carga el portón está dividido en dos partes.

El motor 1.6 HDi de 110 CV es el de acceso a la gama diesel del 3008, la otra posibilidad, sin cambiar de combustible, pasa por el 2.0 HDi de 150 CV. Ambos equipan filtro de partículas de serie. Sobre el papel el bloque 1.6 HDi puede parecer insuficiente para mover con soltura al 3008 pero lo cierto es que su rendimiento superó nuestras expectativas iniciales. Bien es verdad que con el coche cargado hay ocasiones en las que se echan en falta más caballos, pero su par máximo de 240 Nm (260 con overboost) a 1.750 revoluciones por minuto le permiten unas buenas recuperaciones. Otra cosa a su favor es un consumo mixto bastante contenido, nuestra media fue de 6,1 l/100km. Estos datos son el cambio manual de 6 velocidades porque también existe la posibilidad de asociar este motor a la caja de cambios pilotada de seis relaciones.

El 3008 1.6 HDi no es un prodigio ni del dinamismo ni de la agilidad, pero goza de un buen confort de marcha y es un vehículo de reacciones nobles, de modo que resulta muy fácil de conducir. Nuestra unidad lucía llantas de aleación de 18 pulgadas calzadas con neumáticos Continental ContiSportContact 3 235/45 R18, algo incompatible con el Grip Control, un sistema opcional que mejora la tracción y con el que necesariamente hay que montar llantas de 16 pulgadas con neumáticos M+S, es decir, para barro y nieve. Pero lo cierto es que no lo echamos de menos en nuestros recorridos. Si bien, éstos transcurrieron mayoritariamente por asfalto aunque tampoco faltó alguna pequeña incursión por pistas sin complicaciones y firme bien compactado.

El puesto de conducción elevado permite ganar visibilidad y esto es algo que redunda en la seguridad, pero al margen de este apunte y de otros que pudieran referirse a la estructura reforzada para absorber impactos o a cuestiones sobre su estabilidad dinámica, nos centraremos en hacer referencia a que cualquier Peugeot 3008 equipa de serie 6 airbags, 2 frontales, 2 laterales y 2 de cortina que abarcan a los pasajeros delanteros y traseros, así como ABS, ayuda a la frenada de emergencia, repartidor electrónico de la frenada, ESP, ayuda al arranque en pendiente, freno de estacionamiento automático eléctrico y desbloqueo automático de puertas en caso de accidente.

Las cifras demuestran que la mayoría de clientes que se decantan por un vehículo de los denominados SUV lo hacen por una simple cuestión de apariencia y no buscando la versatilidad que en un momento dado puede dar la tracción a las cuatro ruedas. Y es que las ventas de estos modelos con tracción 4x2 superan por goleada a las de las versiones 4x4. Así que el hecho de que el 3008 no disponga de una variante de cuatro ruedas motrices no va a suponer inconveniente alguno para su éxito comercial. Pero lo que sí le puede hacer perder clientes en beneficio de sus rivales es el precio, independientemente de su buen comportamiento y de su elevada calidad de acabados.