Peugeot RCZ: El rey de la selva de asfalto

Atlético, agresivo, elegante y aerodinámico, el diseño del RCZ abre un nuevo lenguaje de diseño para la firma. Si bien su frontal conserva los rasgos habituales de las creaciones de la marca del león, la trasera ya es más innovadora por su minimalismo y el punto álgido de innovación, modernidad y creatividad se alcanza en el techo, con unas peculiares formas abovedadas como si se tratara de dos cubiertas de las carlingas de un caza de combate aviación colocadas en paralelo. No hay duda de que la arquitectura del RCZ es original, muy enérgica pero a la vez armoniosa y equilibrada y está salpicada por algunos rasgos de identidad simplemente inconfundibles, como el citado abombamiento del techo y de la luneta trasera o los arcos en aluminio. Si algo debe reconocerse al trabajo llevado a cabo por los diseñadores de Peugeot es su audacia y su inventiva; no hay que olvidar que ellos revolucionaron el segmento de los utilitarios descapotables con el Peugeot 206 CC y ha asombrado recientemente a propios y extraños con su prototipo urbano Peugeot BB1.

No sería justo valorar en términos específicamente prácticos su interior, ni cuestionar la falta de espacio, la limitada flexibilidad interior o su capacidad de carga. En modelos tan pasionales, originales y seductores, la lógica pasa a un segundo plano y debe imponerse la atracción y el deseo que generan estos vehículos. No hay mayor acierto que darse la satisfacción de tener lo que se quiere, incluso si por ello se debe renunciar a un cierto grado de comodidad, practicidad y versatilidad para cada día. Por eso destacamos aspectos positivos, como por ejemplo su posición de conducción, ideal para conducción deportiva, su salpicadero de diseño fluido y limpio con materiales nobles y tecnológicos o su ambiente deportivo y elitista. Y es que si la imagen exterior y las sensaciones de conducción debían remarcar una identidad propia más fuerte y marcada que en otros modelos, la calidad de fabricación también debía alcanzar estándares superiores para distinguir claramente al RCZ. En cuanto a aspectos más pragmáticos, el RCZ tampoco renuncia a la comodidad y no deja de lado por completo la practicidad: ofrece 2 plazas traseras que deben considerarse de apoyo o recurso por sus dimensiones. Por el contrario, al disponer de respaldos abatibles, su capacidad de carga puede pasar de los 384 a los 760 litros, lo cual es una cifra nada despreciable para un automóvil de sus características y concepción.

Para lograr unas prestaciones a la altura de lo que el vehículo evoca exteriormente, los ingenieros franceses han optado por dotarlo con una gama de propulsores que ofrecen una buena síntesis entre prestaciones y respeto por el medioambiente (todos ellos son Euro5). Además, se benefician en esta ecuación de un peso controlado, una trabajada aerodinámica y las últimas tecnologías en materia de ahorro y eficiencia energética. De momento -en el futuro la oferta mecánica se ampliará con nuevas versiones-, el RCZ se ofrece con dos motores, aunque tras el verano llegarán más variantes. La primera alternativa es un 1.6 litros THP de 156 CV que desarrolla 240 Nm y está asociado a una caja de cambios manual de 6 marchas. La segunda es un dos litros HDI con filtro de partículas que rinde 163 CV y entrega 340 Nm de par máximo. También equipa una caja manual de seis velocidades. Las emisiones de CO2 son de 155 y 139 g/km, respectivamente. A partir del verano se podrá equipar al gasolina con una caja de cambios automática de 6 marchas o decantarse por la versión de gasolina más potente: una variante del 1.6 THP con 200 CV, 275 Nm y transmisión manual de 6 marchas. Este último motor, inédito hasta ahora, dispondrá como novedad mundial en un 4 cilindros, de tecnologías únicas que le permitirán conseguir un muy alto nivel de eficiencia, tanto en lo que respecta a prestaciones como a consumo y emisiones de CO2.

El RCZ, tal como apuntábamos antes, ha nacido para llevar las sensaciones del conductor al límite, para generar una experiencia emocionante y placentera, lo cual se plantea a través de la precisión que transmite y de un comportamiento dinámico al más alto nivel. Se beneficia del eficaz chasis desarrollado a partir de la plataforma 2 de PSA (eje delantero pseudo McPherson y eje trasero de barra de torsión). Además, dispone de un puesto de conducción y de un centro de gravedad extremadamente bajos, de vías ensanchadas y de llantas de 18 o 19 pulgadas, factores que redundan finalmente en un control directo del coche, en un manejo rápido, instintivo y de muy fácil interpretación de las "señales" que el coche envía al conductor sobre la trazada, las inercias, etc. En la versión de 200 CV el eje delantero incorpora una barra de refuerzo inferior específica con el fin de dar al coche un comportamiento más vivaz y más ágil, si cabe, al tiempo que garantiza una estabilidad superior dadas sus prestaciones.

De acuerdo con su posicionamiento "fuera de serie" y su elevado dinamismo, el RCZ dispone de las tecnologías y equipamientos de seguridad habituales en este tipo de vehículos a los que suma sofisticadas ayudas a la conducción, como el control de tracción inteligente integrado de serie en el ESP, la ayuda al arranque en pendiente (también de serie), o los faros bi-xenón direccionales. Además, el RCZ se beneficia de un alto grado de seguridad pasiva ya que cuenta con una estructura optimizada que comprende, por ejemplo, tres vías de esfuerzo delanteras para la absorción de la energía en un hipotético impacto, sistemas de retención eficaces y un capó activo de accionamiento pirotécnico. Paralelamente, Peugeot pretende, de igual manera, conservar su liderazgo en lo que se denomina "seguridad terciaria". Para ello, la marca desplegará a lo largo de 2010 y sin sobreprecio para toda la gama RCZ, lo que supone una novedad mundial: una serie de servicios de asistencia de emergencia que incluyen el PEUGEOT CONNECT SOS (llamada de emergencia) gracias, sobre todo, a la adopción de un sistema de "centralita de comunicación localizada".

Si la individualidad de los clientes que adquieren este coche no queda colmada con su sugerente y particular diseño y su concepción estilizada y ultradeportiva, Peugeot pone a su alcance la posibilidad de transformar su coche en un objeto único. El RCZ propone una oferta de personalización de acuerdo con el carácter exclusivo de este modelo que cuenta entre otras cosas con elementos como techo de carbono, arcos de diferentes colores, varias opciones de llantas, decoraciones para la carrocería y un largo etcétera. Sin embargo, en principio, el coche tal cual se basta y se sobra para sorprender, para enamorar a simple vista y para convencer tras su conducción. El RCZ entra a formar parte por méritos propios de un exclusivo y selecto club de "coches deseables pero alcanzables"; es decir, automóviles con los que muchos sueñan y también muchos podrían conducir puesto que poseerlos es realizable; es el caso de atractivos y sugerentes vehículos como el Audi TT, el BMW Z4 Coupé, el Nissan 370Z, el Alfa Romeo Brera y otros bellos -y "razonables"- cupés deportivos.