Porsche 911 Carrera: La evolución del mito

El afamado deportivo de Porsche ha sabido mantenerse fiel a los valores que le vieron nacer hace ya casi medio siglo. La aparición de su nueva generación viene acompañada de una actualizada imagen que no le hace perder un ápice de su mítico espíritu. Asimismo, estrena un amplio alarde de sofisticada tecnología y nuevos motores más potentes que le hacen evolucionar en el terreno de las prestaciones.

La ampliación de la batalla y del eje delantero le aporta un extra de estabilidad y aplomo que no sólo permite animarse aún más en las trazadas sino que también genera un grado de confort superior en rectas. También avanza en precisión de conducción gracias, en parte, a su nueva dirección electromecánica, que además incide directamente en el recorte de consumos. El coupé alemán ya está a la venta en dos variantes distintas, Carrera (con motor bóxer 3.4 de 350 CV) y Carrera S (con motor bóxer 3.8 de 400 CV). Para las versiones Cabriolet habrá que esperar un poco más, ya que se lanzarán poco antes de primavera. PVP

911 Carrera 99.393 € 911 Carrera S 115.456 € 911 Carrera Cabriolet 113.332 € 911 Carrera S Cabriolet 129.395 €

El mítico coupé de la firma de Stuttgart se ha rediseñado por completo, adquiriendo una apariencia nueva, aunque sin perder el espíritu que lo ha convertido en todo un icono de los deportivos. Lo primero que salta a la vista es su silueta plana y alargada así como sus líneas musculosas y su parabrisas más arqueado. El morro destaca por su afilada orientación y por sus anchas aletas, que le otorgan una imagen más aplomada sobre el asfalto. Y es que, se mire por donde se mire, su estética inspira fuerza en constante movimiento.

En esta generación, la distancia entre ejes crece en 10 centímetros. Sin embargo, la carrocería se ha alargado sólo 56 mm, por lo que el incremento de la batalla se ha logrado acortando los voladizos delantero y trasero. Además, se ha reducido ligeramente la altura total de la carrocería. Si seguimos repasando su apariencia nos llamarán la atención sus enormes llantas de 20 pulgadas, una muestra más de su deportiva vistosidad.

Los retrovisores exteriores han cambiado su ubicación. A diferencia del modelo precedente, en el que estaban alojados en la ventanilla, en el nuevo 911 Carrera se han instalado en los bordes superiores de las puertas. Además de aportarle un detalle distintivo a nivel de diseño, ello mejora la aerodinámica del vehículo. En este sentido también se ha incorporado un spoiler trasero más ancho y de regulación variable.

Acceder al habitáculo del nuevo Porsche es sinónimo de introducirse en un ambiente de pura deportividad y lujo refinado. Inspirado en el Carrera GT, el interior del 911 Carrera rezuma calidad por los cuatro costados. Desde el delicado tacto de la tapicería de piel, hasta los confortables asientos deportivos con ajuste eléctrico, todo está concebido para agasajar a los ocupantes. Los cambios se perciben desde el primer momento, con un salpicadero totalmente nuevo, dominado por una pantalla táctil de siete pulgadas desde donde se gestionan un buen número de funciones.

La ergonomía se ha cuidado al máximo, como puede comprobarse en la óptima accesibilidad a todos los mandos. La posición de la palanca de cambios queda en una posición bastante elevada, al más puro estilo de los deportivos de competición. Y es que el renovado Porsche genera la sensación de que estamos a los mandos de un automóvil que, más que conducirse a secas, se pilota. Como no podría ser de otra manera, conserva el cuadro formado por cinco relojes con el cuentarrevoluciones en el centro, así como el contacto situado a la izquierda del volante.

Pese a los cambios que ha registrado la carrocería, entre los que se encuentra una menor altura, la distancia al techo es prácticamente idéntica, por lo que el espacio por encima de la cabeza no se ve penalizado. Incluso mejora en la versión coupé con techo corredizo. Las dos plazas traseras son muy justas para dos adultos de estatura media, al igual que el maletero, que tampoco es de lo mejor del vehículo; cuestiones lógicas y poco preocupantes teniendo en cuenta el tipo de automóvil que llevamos entre manos.

Bajo el capó del 911 Carrera se encuentra una de las joyas del deportivo alemán. Se trata, cómo no, del nuevo bóxer de 3.4 litros y seis cilindros de gasolina cuya potencia es de 350 CV y que entrega un par motor de 390 Nm a 5.600 rpm. El incremento de caballaje (el anterior tenía 345 CV) y su contundente empuje durante toda la banda de revoluciones le permite mejorar las prestaciones del modelo anterior. Por encima se encuentra el Carrera S, movido por un todavía más espectacular motor bóxer 3.8 de 400 CV. Dicho bloque, combinado con el cambio automático opcional, hace "volar" al nuevo Porsche deteniendo el cronómetro en unos excepcionales 4,1 segundos en el 0-100 km/h.

El motor se asocia de serie a la primera caja de cambios manual de siete velocidades de la historia que se instala en un turismo. Las seis primeras marchas se han diseñado pensando en el máximo rendimiento deportivo. De hecho, la máxima velocidad de 289 km/h se logra con la sexta relación. Mientras tanto, la séptima cuenta con una relación más larga para cumplir con un doble objetivo. Por un lado busca ganar confort de cara a trayectos largos y, por otro, optimizar al máximo el consumo.

Opcionalmente puede equiparse una sofisticada y extremadamente precisa caja PDK automática de doble embrague, también de siete marchas. Cabe resaltar que, junto con esta transmisión, el vehículo se beneficia de un sistema que Porsche denomina "navegación a vela". Éste dispositivo desacopla la marcha engranada en situaciones como, por ejemplo, un descenso cuando no se está acelerando.

En esta nueva generación, el consumo se ha recortado un 16% con respecto al modelo anterior. Para lograrlo, cuenta con el sistema Start/Stop de serie o el sistema eléctrico de recuperación de energía. La media de consumo del 911 Carrera con cambio automático es de 8,2 l/100 km, mientras que en el caso del 911 Carrera S con la misma transmisión, la cifra es de 8,7 litros.

Su tren de rodaje ha sido totalmente renovado para hacerle subir un escalafón tanto en el capítulo de la deportividad como del confort. Y la meta se ha logrado de sobras. El crecimiento de la batalla proporciona un notable incremento del aplomo, perceptible sobre todo al conducir por grandes rectas. La vía delantera también es más ancha que en el modelo anterior (46 mm más en el Carrera y 52 mm más en el Carrera S). Ello genera un grado de estabilidad todavía más elevado, de forma que al trazar curvas rápidas su comportamiento sea espectacular y la carrocería prácticamente ni se inmute.

Para ello también puede colaborar el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), un sistema activo para la estabilización de balanceo opcional para el Carrera S. Se encarga, entre otros aspectos, de minimizar las inclinaciones laterales cuando se conduce a gran velocidad por zonas reviradas y de desacoplar la barra estabilizadora cuando se circula en línea recta para lograr una marcha lo más cómoda posible. Así se armoniza una ágil y extrema dinámica de conducción con un confort de marcha considerable.

Por otro lado, el nuevo 911 Carrera cuenta con dirección electromecánica que, además de contribuir a la reducción del consumo, alcanza unos niveles de precisión realmente sorprendentes. Cada mínimo giro, por leve que sea, tiene su incidencia al milímetro y de forma instantánea en la trazada. Esto provoca que la sensación de control de las circunstancias por parte del conductor sea inmensa. Además, el volante transmite gran cantidad de información acerca del firme pero sin que ello llegue a resultar incómodo en ningún momento.

El listado de equipamiento de seguridad del automóvil germano incluye seis airbags, entre los que se encuentran los frontales para conductor y acompañante, los airbags de tórax laterales integrados en los asientos delanteros y los airbags de cortina. Cuenta con ABS, control de estabilidad y control electrónico de tracción. Se incorpora asimismo la columna de dirección de seguridad y cinturones automáticos con tres puntos de anclaje con pretensores pirotécnicos. También cuenta con fijaciones Isofix para los asientos traseros, además del cinturón de retención superior Top Tether en la bandeja portaobjetos.

Con esta renovación, el 911 Carrera evoluciona hacia un grado de deportividad aún más sublime, con mejoras estructurales y de equipamiento que le colocan entre "los elegidos" en cuestión de dinámica. Los motores bóxer que le dan vida tampoco se han quedado rezagados, pues logran dar otra vuelta de tuerca a las prestaciones registrando además un consumo más ambicioso que el modelo precedente. Por supuesto, no estamos ante una alternativa precisamente económica pero, como es sabido, la exclusividad tiene un precio.