Porsche Cayenne: Espíritu de superación

Pese a crecer en tamaño, la imagen del nuevo Cayenne es más deportiva. No da la sensación de ser más grande que antes sino al contrario, es más esbelto y estilizado que el modelo al que sustituye. Ahora mide 4,84 m de longitud, 1,93 m de anchura y 1,70 m de altura, con una distancia entre ejes de 2,89 m. Sus formas son más afiladas y los contornos y volúmenes menos redondeados, motivo por el cual el frontal adopta unas formas más en cuña y los hombros y la trasera resultan menos voluptuosos que antes. En suma, un acierto completo pues su imagen mantiene los rasgos identificativos del modelo pero con registros más personales y específicos, como los pilotos traseros dispuestos horizontalmente. La tecnología Led se impone atrás y también delante con una tira de luces diurnas en la parte baja del faldón delantero.

Sus mayores dimensiones tienen como consecuencia inmediata una significativa ganancia de espacio en el interior, especialmente en la distancia entre las plazas delanteras y traseras. Además, esta zona mejorada para la movilidad de los pasajeros posteriores, puede configurarse gracias a una banqueta trasera que puede desplazarse hasta 16 cm longitudinalmente y unos respaldos de asientos con tres posibles inclinaciones. En cuanto al maletero de la nueva generación, gana nada menos que 130 litros de capacidad frente a su antecesor, totalizando 670 litros. La versión híbrida, por su parte, pierde algo de capacidad debido a que aloja las baterías bajo el piso del maletero y en este caso su volumen útil se queda en 580 litros. En cuanto al cuadro de instrumentos y el salpicadero, también se renuevan por completo adoptando formas y diseños de los mandos, las salidas de ventilación y la botonadura más modernos y elegantes. Destaca la profusión de dispositivos, pulsadores y botones para controlar la ingente cantidad de equipamientos, reglajes y configuraciones posibles que adopta el nuevo Cayenne. Lo cierto es que es necesario un reconocimiento visual intensivo para identificar las funciones, la utilidad de cada mando y la ubicación de cada control o conmutador en el caso de estar poco familiarizado con los modelos de la marca alemana. En el panel de instrumentos, el cuentarrevoluciones ocupa el centro, como de costumbre, y destaca la presencia de una pantalla LCD en la que se muestran diversos valores e información sobre parámetros del coche. En definitiva, el ambiente que se respira en el habitáculo del nuevo Cayenne es deportivo a la vez de muy tecnificado pero sin perder rasgos tradicionales que permiten identificar fácilmente los controles como los de un Porsche "de toda la vida". En cuanto a materiales, ajustes y calidad, la esperada para un vehículo de nuevo cuño que oscila entre los 60.000 y los 120.000 euros.

La tecnología es la protagonista de este apartado, que como todo el coche presenta significativas diferencias respecto al modelo predecesor. Destaca principalmente la incorporación de una nueva versión híbrida, que viene a contrarrestar las demoledoras críticas de las que ha sido objeto el Cayenne desde su nacimiento respecto a su escasa eficiencia energética. Esta variante combina un motor de gasolina V6 de tres litros de cilindrada, de 333 CV de potencia máxima, con un motor eléctrico que rinde 34 kW y que permite mover el vehículo por debajo de 60 km/h sin necesidad de recurrir al propulsor de combustión. La potencia total combinada es entonces de 380 CV y el resultado a nivel de consumo y emisiones lo sitúa en una ventajosa posición en relación a sus prestaciones: 8,2 litros/100 km de media homologada y emisiones de CO2 de 193 g/km. Como el resto de versiones (exceptuando la versión con cambio manual) incorpora un sistema de parada y arranque automático Stop/Start y adicionalmente un sistema de frenada regenerativa que se encarga de recargar automáticamente las baterías. El resto mecánicas del nuevo Cayenne también se distinguen por su mejorada relación entre rendimiento y eficiencia. La versión de acceso equipa un gasolina V6 3.6, de 300 CV, lo que supone un incremento de 10 CV respecto a la generación anterior. El Cayenne S es la oferta intermedia en gasolina, con un motor V8 de 4,8 litros de 400 CV. Consume 10,5 litros a los 100 km y sus prestaciones son ya muy considerables: 258 km/h y 5,9 segundos en aceleración 0-100 km/h. En la cúspide de la gama encontramos el Turbo, que cuenta con un bloque V8 gasolina biturbo de 500 CV. Gracias a este descomunal propulsor acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, alcanza los 278 km/h de velocidad punta y tiene un consumo de 11,5 litros/100 km. En cuanto al diésel, Porsche propone un motor V6 3.0 TDI de 240 CV que le otorga una buena dosis de dinamismo con un excelente registro de consumo: 7,4 litros/100 km. Toda la gama puede disponer de cambio automático Tiptronic S de ocho relaciones y la variante de acceso puede contar con un manual de seis.

Si por algo merece ser reconocido el trabajo de desarrollo de la nueva generación del Cayenne es por el exhaustivo proceso de aligeramiento al que ha sido sometido, logrando una más que significativa reducción del peso en todas sus versiones que se cifra en unos 150-200 kg menos de media. Así, el SUV de lujo de Porsche pesa 2.070 kg en su versión más ligera (V6) o 2.245 kg en el Turbo por los 2.235 kg y 2.430 kg de las mismas variantes en el modelo precedente. Ello se debe a la utilización del aluminio en mayores proporciones que antes (capó, puertas, aletas, portón...) así como por la presencia de componentes más ligeros en el chasis, los motores, la caja de cambios, las llantas y otros equipamientos. Este severo régimen se ha traducido en una agilidad y un dinamismo acentuados de tal manera que lo sitúan a la cabeza del segmento en cuanto a comportamiento en carretera. Con una suspensión bastante más firme y una excelente precisión de guiado, conducir rápido por zonas de curvas es ahora mucho más fácil y factible que antes, gracias, también, a la inacabable retahíla de dispositivos y controles electrónicos de asistencia a la conducción, de serie o en opción según versión, como por ejemplo al suspensión activa de dureza variable, las barras estabilizadoras activas o un avanzado control de estabilidad que interviene sobre la trayectoria del coche en curva antes incluso de que la pierda. Aunque ya era incuestionablemente asfáltico, el Cayenne 2 lo es más aún ya que la reductora no se ofrece ni en opción, por lo que su circulación por campo se ve reducida en sus capacidades, que conservan sin embargo buenas aptitudes todavía gracias a su elevada distancia libra al suelo y a un programa con hasta 3 modos off-road.

Su talante dinámico y la filosofía netamente deportiva que impregna todas y cada una de las creaciones de la firma de Stuttgart permiten dotarlo con algunas interesantes opciones como por ejemplo los frenos carbonocerámicos PCCB. Por unos 9.000 euros más Porsche ofrece estos eficaces frenos asociados solo a llantas de 20 o 21 pulgadas que tienen en la resistencia a la fatiga su principal punto a favor. Pensados principalmente para el S o el Turbo dado el potencial mecánico de ambos, son el complemento ideal para quien desea tener lo mejor de lo mejor en cuanto a componentes pero también en cuanto a eficacia y resultados. Los mencionados sistemas electrónicos de asistencia a la conducción conforman igualmente un impresionante paquete de seguridad que transforman a este gran 4x4 de lujo en un aventajado modelo desde el punto de vista de la eficacia dinámica y la seguridad activa y pasiva.

El atractivo de este modelo ha sido siempre muy especial. Su imponente presencia y su exclusiva presentación han captado a lo largo de estos años a numerosos clientes provenientes del segmento de las grandes berlinas de representación o de los familiares de lujo. Pero es que ahora, al crecer en tamaño, reducir su peso y disponer de una nueva versión híbrida más eficiente, los argumentos que podía tener en su contra se desvanecen y todo son ventajas, con la única salvedad de que sigue estando reservado a un tipo de clientela de desahogada posición económica que además cuente con los recursos no sólo para adquirirlo sino para mantenerlo y conservarlo en las condiciones que precisa. Por imagen, diseño, habitabilidad, eficiencia, eficacia y comportamiento supone un verdadero órdago a los preceptores de la categoría de los SUV de lujo. Sólo el precio establecerá una limitación importante a la hora de plantearse su adquisición.