Porsche Cayenne diesel

Una vez más, Porsche vuelve a sorprender entrando en terreno casi prohibitivo para un fabricante de deportivos, lanzando un producto impensable hace unos años como era el de acoplar a uno de sus vehículos una mecánica diesel. Esta vez le ha tocado al Cayenne, quien toma del Grupo Volkswagen un V6 de tres litros y 240 CV, aunque convenientemente adaptado y revisado para lograr un nivel de prestaciones y consumos hasta ahora impensables para la marca. Lejos de ser el sacrilegio para muchos puristas de la marca e incluso de ser el final de la marca de deportivos de pura raza, el Cayenne diesel pasará a la historia por ser una jugada de marketing perfectamente encauzada por Porsche tras lanzar al mercado el primer turismo - que no el primero motor - que monta un propulsor diesel. La fórmula no ha planteado mayores problemas para Porsche, quien ha aprovechado una vez más la colaboración con Volkswagen para acoplar el motor V6 de 3.0 litros que también utiliza el Q7 de Audi y el Touareg de Volkswagen. Claro que aunque toma la misma potencia, la marca de Stuttgart no se ha conformado con acoplarlo directamente sino que le ha realizado toda una serie de pequeñas mejores. El resultado: estamos ante un Porsche con todas las de la ley, pues sin ser desproporcionadamente potente, corre como un Porshe, se sujeta como un Porsche, frena como un Porsche y tiene la calidad de un Porsche.

Diseño

Estéticamente la imagen de este particular Porsche no se diferencia del resto de modelos de la gama, ni incluso lleva ninguna alusión en ninguna de sus partes que refleje su condición de diesel. Una característica que valorará en buena medida el propietario del mismo. En su musculosa silueta, la protuberante y agresiva toma de aire frontal así como las dobles salidas de escape y el afilado spoiler situado en la zaga configuran una imagen a la par de elegante deportiva. Una característica que se encarga de remarcar el juego de cromados tanto en las barras del techo, como en los marcos de las ventanillas y tiradores de las puertas. Tan sólo cabe resaltar que los modelos utilizados durante la breve toma de contacto montaban unos neumáticos Michelin Attitude, que ofrecer un excelente agarre.

Habitabilidad

Otro de los apartados que ha permanecido invariable al del resto de los Cayenne ha sido el del habitáculo. En este sentido nada que alegar pues ofrece un acogedor y cómodo espacio para acoger a cinco adultos. El puesto de conducción es tan exacto como el resto de los modelos de gasolina donde asientos y pedales se encuentran en una posición perfecta para hacer de su manejo una sencilla tarea. Por lo demás, el maletero tampoco ha sufrido variación de ningún tipo partiendo de unos aprovechables 540 litros - gracias a sus formas regulares -, que se sitúan por encima de 1.000 litros si prescindimos de las plazas traseras.

Mecánica

El propulsor 3.0 litros TDi del Cayanne es mejor que el de los utilizados en el Q7 y Touareg y lo es porque las mejoras introducidas en el sistema de inyección - capaz de hacer hasta cinco inyecciones controladas de manera exacta en momentos muy determinados, alcanzando hasta los 1.800 bares de presión - así lo confirman mostrándose muy superior en términos de rendimiento. Según anuncia Porsche consume un 28 por ciento menos que el V8 que utiliza el Cayenne S y 0,3 litros que el motor de los modelos de Audi y Volkswagen citados con anterioridad. Cuenta con inyección directa por conducto común, inyectores piezoeléctricos con un 75 por ciento menos de masa oscilante en la aguja del inyector posibilitando con ello tiempos de accionamiento más cortos, turbo de geometría variable (VGT) con álabes gestionados electrónicamente, sistema de recirculación de los gases de escape, filtro de particulas y catalizador por oxidación. Su mayor par respecto a sus hermanos V6 y S - 550Nm entre 2.000 y 2.250 rpm - le permite lograr una aceleración tan buena como la de estos. En términos de cifras si el Cayanne V6 para el crono de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y el S lo hacen 6,2; el Cayenne diesel sorprende quedando situado entre medias de estos dos registros en unos sensacionales 8,3 segundos. También hay que ser sinceros y detallar que en velocidad máxima se queda por debajo de sus hermanos antes citados pues aunque logra unos 214 km/h -217 km/h el Cayenne V6 y 275 km/h el S - tras cruzar la barrera de los 200 km/ le cuesta ganar velocidad. Aún con todo ello basta con pisar el acelerador para obtener una respuesta inmediata y un sonido que no delata su condición de petrolero. Muchos se preguntarán por qué Porsche no ha optado por la contundencia del motor V10 TDi de Volkswagen y lógicamente hay varios, entre ellos que con este motor se obtiene el peso idóneo y el nivel de prestaciones suficientes que colmen las expectativas de la marca.

Comportamiento

Su bastidor con suspensiones de control electrónico absorbe el potencial disponible con seguridad y equilibrio, proporcionándonos en todo momento una conducción que enamora. Tanto es así que a pesar de lo elevado que se encuentra el puesto de mando, sorprende por la eficacia y aplomo que muestra en carretera. A lograr este eficaz dinamismo contribuye su rápida dirección, buen equilibrio entre pesos (52%/48%) y la citada suspensión, que además de ser cómoda logra establecer un confort en marcha y una estabilidad envidiables para cualquier SUV del segmento Premium equipado con una mecánica diesel de altas prestaciones. Tal aplomo continúa también cuando la misma se retuerce, momento en que nuestro protagonista parece ir pegado al asfalto, ya que no muestra un balanceo de la carrocería. Fuera del asfalto, el Cayenne diesel lejos de amilanarse es capaz de enfrentarse a terrenos complicados ya sean vadeos, trialeras, ascensos con firme deslizante o pronunciados descensos, pues la suspensión neumática - que podemos regular -, junto a su eficiente caja de reductoras y eficaz control de tracción apoyado en el diferencial central de bloqueo electrónico ayudan a salir de tal complicada situación.

Seguridad

Los frenos de tacto esponjoso al principio muestran un comportamiento sublime en todo momento aguantando de manera estoica ante un uso frecuente de los mismos.

En cuanto al resto de sistemas, el Cayenne incorpora los mismos que el resto de la gama, que son toda una garantía de ayuda en la conducción off road: diferencial automático de frenado, ABS y PSM (control de estabilidad).

Valoración Final

Suficientemente prestacional, versátil, cómodo vigoroso y ajustado en consumos, así es el nuevo Cayenne diesel. Un vehículo de prestaciones que ya quisieran para ellos muchos de los rivales de su categoría, que se sujeta y frena como buen deportivo de la marca a la que hace gala. Además cuenta con un soberbio aplomo y precisión tanto en carretera como en campo y un precio nada desorbitado ... sin lugar a dudas nos ha convencido.