Las siglas GTS (Gran Turismo Sport) siempre identifican a un Porsche con un importante grado de preparación y carácter deportivo. Todos los modelos GTS ofrecen un plus de prestaciones y aptitudes para la conducción más rácing, sin llegar a los "excesos" de las versiones Turbo. En el caso del Porsche Panamera, la versión GTS que hemos tenido ocasión de conducir hace honor a estas siglas, y se confirma como un auténtico deportivo (eso sí, de cuatro puertas), a medio camino entre el Panamera S y el Panamera Turbo. Con el mismo motor V8 de gasolina que montan estos dos, ofrece 30 CV más que la versión S y 70 CV menos que el Turbo, del cual adopta algunos detalles del exterior. Su chasis ha sido convenientemente modificado para conseguir una mayor eficacia dinámica. La suspensión neumática adaptativa coloca la carrocería 10 mm. más baja que la del Panamera S y su tarado es más deportivo. Y el ancho de vía trasera aumenta 5 mm. gracias a la instalación de unos espaciadores. Estos retoques lo convierten en una "bestia" de circuitos, sin renunciar a su filosofía más rutera e incluso familiar, la verdadera esencia de su personalidad. Hemos podido comprobar este equilibrio que caracteriza al Panamera GTS rodando por carreteras de Málaga y dando unas vueltas al bonito circuito de Ascari (Ronda). Lo más duro ha sido cerrar el contacto y dar por finalizada la jornada, ya que este coche pide ser conducido a todas horas, en todo momento y en cualquier escenario. PVP: PORSCHE Panamera 4.8 GTS 131.831 €
Diseño
Porsche ha tenido las cosas muy claras a la hora de diseñar el Panamera GTS. Si lo que debe trasmitir este coche es una gran deportividad, nada mejor que asemejarlo a la versión Turbo, para dejar clara su condición.
Así, el Panamera GTS aprovecha algunas soluciones estéticas del Panamera Turbo, pequeños detalles que hacen difícil distinguirlos a primer golpe de vista: luce el mismo frontal agresivo, con las dos entradas de aire sobredimensionadas, cuya función no es solamente estética, sino que sirven para alimentar de forma óptima los filtros de aire. Los faros bi-xenón con las molduras interiores en color negro también son del Turbo. Como también lo es el spoiler trasero, que a partir de 205 km/h se abre automáticamente para generar más adherencia al eje trasero. Nada es superfluo en este coche. También hereda de la versión superior las llantas de 19 pulgadas. Finalmente, el look deportivo exterior se remata con las molduras de las lunas, el capó trasero o las salidas laterales de aire en color negro, así como las estriberas laterales. Para contrastar con el negro, si queremos, podemos pedir el coche pintado en rojo carmín, un color destinado exclusivamente para esta versión GTS. Estos detalles le dan un aspecto sport, pero a la vez serio y elegante. La carrocería refleja perfectamente el equilibrio entre aptitudes deportivas y filosofía rutera, bien conseguido. Es un coche lujoso, con aspecto de Gran Turismo, pero con los genes deportivos mostrados explícitamente en su estética. Algo que es difícil de conseguir.
Habitabilidad
No es la primera vez que me subo en un Porsche, pero sí que es la primera ocasión que lo hago en un Panamera. El interior resulta familiar, sin duda, con el gran salpicadero cargado de relojes y la gran consola central llena de interruptores y diales, marca de la casa. Como suele ocurrir cada vez que me pongo al volante de un coche de la firma de Stuttgart, recibo una sensación de solidez, perfecta terminación y estudiada ergonomía en todo su interior. La piel de los asientos, las molduras de aluminio, el tacto del volante... todo invita a recrear la vista. Calidad y refinamiento por doquier. Al principio, el exceso de botonería de la consola central, confunde. Pero es cuestión de acostumbrarse, ya que como es logico, el excelente equipamiento de este Porsche requiere todo tipo de mandos de control, que no tardamos en comprobar que están bien situados. Excepto el típico detalle, ya clásico, de la llave de contacto a mano izquierda. El Panamera es un coche que permite llevar a cuatro pasajeros con un buen nivel de comodidad. No es un 2 + 2, es un verdadero cuatro plazas.
Mecánica
El motor del Porsche Panamera GTS es el conocido V8 de gasolina de 4,8 litros que monta el Panamera S, 4S y el Panamera Turbo, pero con modificaciones mecánicas que le permiten dar 30 CV más que el Panamera S y 70 CV menos que el turbo, al confiar en una aspiración atmosférica , no sobrealimentada. Este motor alcanza los 430 CV de potencia máxima a 6.700 rpm, aunque puede estirar hasta las 7.100 rpm, momento en el cual el cambio de doble embrague decide pasar a una marcha superior, evitando el corte de encendido. Como comentábamos al inicio, las grandes entradas de aire del frontal no son sólo estéticas. Alimentan de un mayor caudal de aire a la admisión, de forma que se mejoran las prestaciones. Con este propulsor, el Panamera GTS hace el 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanza los 288 km/ de velocidad máxima: son unos registros poco lógicos para el tráfico de nuestro país, pero más que suficientes para recoger grandes sensaciones y pasar un buen rato en el circuito.
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Comportamiento
Al arrancar, el coche nos recibe con un bramido, que dura unos breves segundos. A nuestra derecha, justo al lado de la palanca del cambio (ver foto), se sitúan los pulsadores del Paquete Sport Chrono, que permite adaptar el comportamiento del coche a nuestro gusto o necesidad. Optamos en un primer momento por el modo Normal, y cogemos la carretera en dirección a la Sierra malagueña. En modo Normal, el Panamera saca a relucir todo su carácter rutero. Se comporta en carretera como una auténtica berlina de lujo. La suspensión es cómoda, absorbente. El motor funciona suave, silencioso. El habitáculo está perfectamente insonorizado y cargado de detalles que hacen agradable la vida a bordo. Este Porsche demuestra ser un excelente coche para largos viajes. En los fuertes apoyos en curva podemos detectar algunas inercias (el coche pesa unas dos toneladas) pero siempre se ven minimizadas gracias al PDCC o Dynamic Chasis Control, que evita los movimientos de balanceo. En el Panamera GTS es de serie la suspensión neumática adaptativa, que en su modo normal es 10 mm. más baja que la del resto de la gama Panamera. Al llegar a la carretera de montaña, conectamos el modo Sport. El motor sube instantáneamente su régimen de giro, las reacciones a la posición del acelerador son más sensibles, la suspensión se endurece y los tiempos de cambio se reducen. El coche se transforma en una máquina de devorar curvas. A pesar de sus casi cinco metros y su volumen general, la agilidad a la hora de negociar los virajes es sorprendente. En modo Sport, el Panamera GTS rueda en plenitud de facultades si mantenemos el régimen cercano a las 6.000 revoluciones, punto en el que se cruzan las líneas de par y potencia. El Panamera GTS nos permite un grado más de satisfacción si seleccionamos el modo Sport Plus. Aquí la transición entre marchas es todavía más rápida, las marchas se estiran hasta un régimen superior y el control de estabilidad PSM interviene más tarde. Podemos incluso desconectarlo. La suspensión neumática baja la altura del coche a su nivel más bajo y los muelles se endurecen. El coche se prepara para rodar, si se presta la ocasión, en circuito.
Comportamiento en circuito
Unas vueltas al circuito de Ascari sirvieron para comprobar que, efectivamente, esta versión se ha diseñado para aquellos que puedan explayarse en este escenario ideal, aunque sea de vez en cuando. El coche acelera hasta el régimen máximo de forma súbita, y en la tarea nos acompaña un adictivo sonido proveniente de la admisión, que entra en la cabina a través del pilar A (ver vídeo). Es un efecto sonoro perfectamente estudiado, que Porsche denomina Sound Symposer, y que agudiza nuestros sentidos. Los responsables de la marca se apresuraron a puntualizar que este sonido no es artificial, es real. Por si alguien tuviese dudas. Dimos turnos de cuatro o cinco vueltas seguidas al circuito, que sirvieron para comprobar el excelente equipo de frenado de esta versión GTS, el mismo que equipa el Panamera Turbo. La frenada es contundente, y no desfallece, imprescindible para rodar sin preocupaciones. Las reacciones de este coche en los virajes son bastante neutras, fruto de su tracción integral, aunque si lo llevamos cerca del límite de adherencia en circuito tiene una pequeña tendencia a sobrevirar. Pero te podemos asegurar que con todo el equipamiento y preparación del chasis y el conjunto de sistemas electrónicos que equipa, sacarlo de la línea es harto difícil. Este Porsche se percibe, llevado en circuito, muy seguro y mucho más ágil de lo que se espera. No hay inercias, vira plano, con una facilidad para los cambios de trayectoria que dignifican su denominación de deportivo. Los 430 CV del motor, asociados perfectamente al cambio de doble embrague , junto con la estabilidad y eficacia de la tracción total, acaban de redondear un conjunto diseñado para la conducción más agresiva.
Valoración final
Porsche comercializa nueve versiones del Panamera. De éstas, cinco superan los 400 CV, todas ellas con el motor V8 de 4,8 litros. La variante GTS que hemos conducido se coloca entre el Panamera 4S y el Panamera Turbo, no sólo en cuanto a potencia y prestaciones, sino también en precio. Cuesta 13.873 euros más que un Panamera S, y 25.554 euros menos que un Turbo. A cambio, nos da un plus de deportividad respecto al primero, que incrementa sus aptitudes para circuito, y un ahorro considerable en la compra con respecto a un Turbo. Y con un look similar. Cierto es que por 126.076 euros podemos comprar un Porsche Carrera 4 GTS Coupé, con 22 CV menos pero un comportamiento deportivo intachable. Pero el Panamera nos ofrece una mejor habitabilidad y una mayores aptitudes para los largos desplazamientos, características que encajan con las necesidades de muchos clientes.
despiadado tiene razon