Porsche Panamera

Porsche entra por vez primera en el segmento de las súper berlinas de lujo con su Panamera, un Gran Turismo de grandes proporciones - como así lo confirman sus casi 5 metros de longitud -, techo de coupé y ¡cuatro auténticas plazas! No se retiren aún hay más: su aplomo y agilidad es propio de cualquier superdeportivo que se precie caso del Audi S8 o BMW M5 y si valoramos confort de a bordo, se muestra comparable a cualquier gran berlina que presuma de serlo como es el caso del Mercedes-Benz Clase S

La firma de Zuffenhausen vuelve a demostrar toda su capacidad de construcción y creativa. Si hace una década sorprendió creando el todoterreno Porsche Cayenne, al que le equipó con un motor diesel; hoy lo hace sacando al mercado esta gran berlina, que combina toda la tradición deportiva de Porsche con la mejor tecnología punta. Actualmente a la venta este modelo se encuentra disponible en tres versiones: S, 4S y Turbo, todas ellas equipadas con el motor V8 de 4,8 litros montado en el Cayenne. Las dos primeras con motor atmosférico V8 de 400 CV, mientras la tercera monta un V8 con doble turbocompresor de inyección directa, que incrementa la potencia a los 500 caballos. Todos los citados automóviles a unos precios que adelantamos a continuación.

Porsche Panamera S: 105.525 euros Porsche Panamera 4S: 113.958 euros Porsche Panamera Turbo: 150.111 euros

Cuando el equipo de diseño dirigido por Michael Mauer se planteó la creación de una gran berlina lo hizo bajo tres premisas: tenía que tener la genética Porsche, cuatro verdaderas plazas que dieran cabida a personas de envergadura y techo de coupé. Siguiendo tales pautas, pero con el aliciente de partir de una hoja en blanco, sin ceñirse a una ubicación específica dentro de la marca crearon este atleta de cuatro plazas de gigantescas proporciones. Así lo manifiestan sus 4,97 metros de longitud; 1,93 metros de anchura y casi tres metros de batalla y una anchura de vías en torno a 1,65 metros. Sus insinuantes curvas dan paso a una carrocería ancha y expresiva que mantiene ciertos rasgos Porsche como el capó inclinado, la toma de aire interior o las ensanchadas aletas ¡Está bien, la nueva criatura de Porsche no luce la musculatura de un 911, ni siquiera la formas de un deportivo en tensión como el Cayman! Aunque tampoco le falta pues su estampa sosegada guarda las formas de un atleta fornido.

Por fin llega el momento de adentrarnos en su interior y observar si guarda la capacidad interior que se presupone de sus grandes proporciones. Tras cruzar el umbral de la puertas y posicionarme en las plazas delanteras he de reconocer que el confort delante está asegurado por unos asientos muy cómodos y con amplios reglajes eléctricos. Incluso llegamos a probar los opcionales deportivos, que aportan no sólo una sujeción extra a la hora de hacer unas conducción más incisiva, sino que también se adaptan fácilmente a nuestra fisonomía tanto para la conducción más deportiva como en la más relajada durante los largos viajes. El puesto de conducción es francamente cómodo pues aparte de los asientos, contamos con una magnifica ergonomía interior en la que todos los mandos destacan por su fácil acceso y manejo intuitivo. Incluso en el cuadro de relojes dentro de la esfera ubicada entre el velocímetro y la que recoge los indicadores de combustible y temperatura del agua, podemos elegir la información que queremos que nos muestre, ya sea la configuración del motor, del chasis, el navegador, etc... Todavía ansiosos de ver cuánto espacio disponemos detrás. Pues bien, tras posicionarnos en los mismos también he de reconocer que no plantea ni el más mínimo problema para acomodar a dos adultos tanto en anchura de hombros, como en espacio para las piernas o altura para la cabeza.

El acceso a las mismas queda facilitado por unas puertas que se abren casi 90 grados. Una circunstancia con la que habrá que familiarizarse a la hora de abrir la puerta, pues al principio es habitual abrirla a tope para entrar y deberemos de salir para poder cerrar. Para evitarlo aconsejamos abrirlas hasta la mitad más o menos, para cerrarlas sin temer a encontrarnos muy justos para entrar. En cualquier caso sentarse a bordo de las plazas traseras es toda una gratificante experiencia, que por unos momentos te hace olvidar de la berlina deportiva que se trata para disfrutar el placer de ir transportado en una "alfombra mágica" durante los kilómetros que su afortunado y adinerado propietario quiera que le lleve su chófer. Lástima que el maletero no siga la misma sintonía, ya que con una capacidad de 355 litros resultan más bien pocos para el equipaje de cuatro pasajeros. No obstante los respaldos los podemos abatir por partes, permitiendo un práctico fondo plano para albergar la carga. ¡Ojo a la apertura del portón trasero, ya que se abre a tanta altura que se hace necesario la opción de cierre automático (719 euros) para no golpear en un garaje con el techo bajo.

Como ya hemos señalado el Panamera aterrizará en España con tres versiones: S y 4S con el motor atmosférico V8, que le otorga una potencia máxima de 400 caballos y el Turbo, con V8 de doble Turbo de inyección directa, que ya hiciera debutar el Cayenne. Tales mecánicas irán dispuestas en posición delantera, con gran parte de los mismos por delante del eje delantero. Para adaptar las mencionadas mecánicas al Panamera, los ingenieros de Porsche han trabajado en aligerarlos introduciendo numerosos componentes de magnesio y aluminio, e incluso han aligerado las bielas y el cigüeñal. Incluso la tornillería con el ensamblaje del mismo mediante tornillos de aluminio en lugar de acero. A principios de 2010 se ofrecerá una mecánica V6 de unos 300 CV, mientras que la versión híbrida aparecerá después en una fecha aún por determinar. ¿Habrá diesel? Pues ni sí ni no, sino todo lo contrario que diría aquel. En este sentido, si desde Porsche afirman oficialmente que no, podría ocurrir lo mismo que con el Cayanne y declinarse para una versión más parca en consumos. Las versión S contará con tracción trasera, mientras que las versiones 4S y Turbo dispondrán de la siempre efectiva tracción total. En estas variantes dotadas de tracción total se ha integrado el diferencial delantero en el propio motor con el objetivo con el objetivo de bajar su altura y mejorar su reparto entre pesos. Todas las mencionadas mecánicas irán gestionadas por el cambio de doble embrague automático PDK La única excepción es el Panamera S de tracción trasera, cuyo motor V8 de 400 CV irá acompañado de una manual de seis velocidades. Las versiones dotadas de PDK suman a su dotación de elementos el sistema de arranque y parada automáticos, toda una delicia de sistema. Lo pudimos comprobar nada más llegar al primer semáforo, donde el motor se para de golpe y el único ruido que se percibe dentro del habitáculo es el de la agradable brisa procedente de las salidas de aire. Cabe destacar que este sistema Start&Stop - por medio del motor de arranque - es el primero del mercado que se puede combinar con una transmisión automatizada de doble embrague de site velocidades, como es la PDK. Una vez en marcha con los Panamera cabe señalar que sin con los atmosféricos de 400 CV ganar velocidad no supone ni el más mínimo esfuerzo, el Turbo es avasallador, contundente, aplastante. Tanto que se nos agotan los adjetivos. La distancia entre ambos es algo parecida a la final mundial del hectómetro, donde Tyson Gay sería el S y Usain Bolt pondría el ritmo incontestable al Turbo. Aunque gran parte de nuestro recorrido lo hicimos en este incansable atleta del asfalto como es la versión Turbo, cuyo motor hace alarde de una fuerza inagotable. Tanto es así que podemos acelerar a fondo en cualquier rango de revoluciones para catapultarnos a tal empuje que parece que nos comamos los demás coches de la carretera. La manera endiablada que tiene de correr este angelito es tanta que puede llegar a poner en aprietos al mismísimo 911 Turbo.

Con el objetivo de minimizar al máximo un peso en báscula nada contenido, que parte de 1.770 kilos en el S hasta alcanzar los 1.970 kg del Turbo, la estructura de la carrocería mezcla materiales ligeros como aluminio, magnesio y aceros de diferente grosor. Sorprende también su reparto entre pesos, a priori nada favorable con un 54 % delante y 46 % detrás en los S y 4S y 55% delante y 45% en el Turbo, sobre todo si tenemos presente que tenemos un V8 colocado sobre el eje delantero. Una situación que ha servido para ganar espacio en el habitáculo. En cuanto a las suspensiones existen diferencias entre las montadas por las versiones de 400 CV y el Turbo. Las primeras cuentan con muelles metálicos. mientras las segundas optan por la PASM variable de accionamiento neumático con tres posibilidades diferentes de utilización: Confort, como una cama de agua, Sport y Sport + -como una tabla -, que no sólo regulan la dureza de una amortiguación, nada incómoda - ni siquiera en su posición más baja donde la altura de la carrocería se rebaja a 25 mm - sino también el momento de actuar el control electrónico de estabilidad; además de regular la velocidad de la dirección. A tales ayudas se suma el control dinámico del chasis, que Porsche identifica bajo las siglas PDCC y que actúa sobre las estabilizadoras activas atenuando el efecto de balanceo cuando practicamos una conducción deportiva extrema. También puede equipar, al igual que el resto de la familia, el interesante paquete Sport Chrono Plus, que en el caso del Turbo regula la firmeza de la amortiguación - rebajando la altura hasta en 25 mm, modifica la dirección, la gestión del cambio y del acelerador, añadiendo una función overboost del turbo que incrementa en 70 Nm el par ayudando a mejorar las prestaciones. Incluso también puede modificar el sonido del motor o subir la altura de la carrocería, siempre y cuando no rebasemos los 30 km/h. Ésta última toda una necesaria función, gracias a que nos permite sortear los baches y badenes sin necesidad de preocuparnos de rozar los bajos. Dicho paquete añade además una función de control de salida "Lanch Control" que con sólo pisar el freno estando el coche detenido, apretar el pulsador Sport Chrono y acelerar a tope soltando el pie del freno, permite salir a toda velocidad sin que el coche pierda tracción. Todo ha sido cuidado el máximo en el Panamera de cara a mejorar sus virtudes aerodinámicas, de hecho el fondo de este automóvil deportivo se presenta carenado casi en su totalidad. Además en su zaga incluye un alerón trasero escamoteable - de mayor tamaño en el Turbo al incluir doble hoja deslizable -, que regula su inclinación en función de la velocidad a la que circulemos. La nueva criatura salida de la factoría de Zuffenhaussen manifiesta un estado de forma excelente, tanto en su versión de tracción trasera como las dotadas de tracción total. Toda una máquina de devorar kilómetros, capaz de garantizar la emoción y el placer de conducción a raudales. Conducirlo es puro placer para los sentidos, por su obediente y rápida dirección, respuesta del motor y comportamiento de su bastidor, que hacen impresionarnos por la facilidad con la que rueda muy rápido, sin apenas manifestar esfuerzo alguno. Cuando las curvas se suceden las engulle sin sobresaltos, sin manifestar cualquier atisbo de balanceo de la carrocería. Puedes incluso sentir la pisada de su descomunal calzado, envuelto en llantas de 19 pulgadas- como es el caso de la versión Turbo y ni siquiera se inmuta. Más bien su sonido se transmite al interior como un susurro cercano, que como un ruido perturbador. Si dejamos el Cayenne a un lado, el Panamera me ha parecido el Porsche más fácil de conducir y al que más partido se le puede sacar sin ser un consumado volantista.

Los frenos incluyen en todas las versiones discos ventilados en ambos trenes de generosas dimensiones -360 mm delante y 330 mm detrás, salvo el Turbo que cuenta 390 mm delante y 350 mm detrás -, que ayudan a detener con contundencia a nuestro protagonista. Más todavía a la hora de probar los cerámicos que portaba el Turbo -9750 euros - un "extra" que puede ser de gran utilidad, más que por su capacidad de frenado por su duración, si tenemos en cuenta el peso de esta versión que supera las dos toneladas. Si nos centramos en el capítulo de la seguridad pasiva, Porsche nada más que ha dejado como opción los airbags laterales traseros.

Hasta ahora todo lo que habíamos leído acerca del Panamera eran maravillas y queríamos comprobarlo "in situ" y de primera mano si todo lo dicho era cierto o más que nada, que nuestros colegas se habían quedado sorprendidos ante tan magna obra por parte de Porsche. Tras corroborarlo podemos señalar que la marca de Stuttgart ha creado uno de los mejores automóviles de la historia, un magnífico Gran Turismo tan deportivo como un 911, capaz de levantar envidias a su paso y a quien su adinerado propietario prescindiría del chófer para conducirlo, saboreando cada kilómetro a su paso..