Ya está en el mercado la cuarta generación de uno de los utilitarios más populares en nuestro país. No es otro que el nuevo Renault Clio, que llega con aires renovados para tratar de alzarse a lo más alto del segmento en cuanto a ventas se refiere. No sin tener en cuenta rivales de la talla del Seat Ibiza, Ford Fiesta, Opel Corsa o Peugeot 208 entre otros que se lo van a poner realmente difícil. Para conseguirlo, aporta una remodelación estética bastante significativa, con rasgos más deportivos tanto en el exterior como en el interior, mayor espacio para los pasajeros, a la vez que apuesta por un conjunto de motores ahorradores y eficientes para su lanzamiento. Para nuestra primera prueba a fondo nos hemos decantado por la versión diésel de 90 CV, posiblemente el propulsor que más demanda tenga a lo largo de toda su comercialización. La nueva generación de motores Energy dCi han sido profundamente renovados para lograr reducir el consumo homologado hasta unos fantásticos 3,6 l/100 km en ciclo combinado sin perjudicar las decentes prestaciones que ya ofrecían. PVP RENAULT Clio dCi 90 "Dynamique" 17.750 € Unidad probada 18.225 €
Vídeo: Crator Productions
Nueva identidad
El nuevo Clio es el primer vehículo de la marca francesa que expresa por completo la renovación en el diseño impulsada por el nuevo diseñador de Renault: Laurens van den Acker. De esta manera, la cuarta generación del utilitario toma prestados algunos rasgos característicos del concept car DeZir. El más significativo, sin lugar a dudas, es el frontal: presidido por el gran rombo de Renault en una posición privilegiada acompañado por una pequeña calandra que se alarga longitudinalmente para albergar las luces diurnas de tipo LED y fundirse con el nuevo diseño de los faros. De perfil se puede apreciar una mayor fluidez de las líneas horizontales, con los hombros bien marcados y con un estilo mucho más dinámico a modo de pequeño cupé. Modifica ligeramente sus proporciones (4.062 mm de largo, 1.732 mm de ancho y 1.448 mm de alto) para convertirse en un coche 45 mm más bajo que su predecesor, con un ancho de vías aumentado. También merece mención especial la protección plástica inferior, sobredimensionada, lacada en negro brillante con una franja cromada que se lleva gran parte de las miradas de costado. La zaga, a mi parecer, desentona ligeramente con el conjunto de vehículo. Digo esto porque da la sensación de estar recortada verticalmente, rompiendo un poco la armonía de la silueta del vehículo. Los pilotos traseros, dispuestos en posición horizontal, junto con el gran plástico inferior a modo de difusor, hacen que la trasera recuerde ligeramente a la del Seat Ibiza, salvando las distancias por supuesto.
Interior con personalidad
El habitáculo del Clio ha intentado cuidarse tanto como su nuevo aspecto exterior. Hasta el punto de dotarlo de una apariencia mucho más "sport" que la generación anterior, capaz de transportar a aquel que lo conduce a sus años mozos. Esto se ve más acusado cuando se elige un interior a todo color, como el de la unidad de pruebas que tuvimos nosotros. Ese rojo en el salpicadero, en las puertas, con detalles negro brillante en contraste, le quedaban... digamos, bastante "rácing". Para gustos colores. Centrándonos en la calidad de acabados y en los materiales elegidos, realmente podría esperarse algo más del utilitario de Renault. Las juntas y las fijaciones son bastante correctas, los materiales utilizados bastante agradables al tacto, pero las superficies acolchadas se limitan a la parte superior del salpicadero y a un pequeño reposabrazos en las puertas. En términos de funcionalidad aquí sí que le otorgamos nota alta ya que prácticamente se han suprimido todos los botones para dejar paso a una consola central, inspirada en una tablet multimedia denominada Media Nav, de funcionamiento táctil, con las mismas funciones que toda la botonera suprimida: radio, cd, navegador, bluetooth, y hasta un programa de eficiéncia que nos mostrará mediante gráficos nuestro estilo de conducción. El volante, de nueva estampa, releva al de la tercera generación a segunda división. Éste, mucho mejor acabado y con un tacto más agradable se actualiza a la par con el resto del interior. Los asientos son bastante simples, cómodos, pero la poca sujeción lateral que aportan hace que la espalda baile bastante en las curvas. El Clio está homologado para 5 ocupantes. El problema es que la plaza central es bastante incómoda y la persona que vaya situada en esta rezará para que el trayecto no sea demasiado largo. Dos acompañantes se sentirán a gusto si su estatura no supera los 1,80 metros por el tema del espacio para las piernas. En general el interior del nuevo Renault Clio ha ganado en calidad respecto a la versión anterior. Los huecos portaobjetos, bien distribuidos por todo el habitáculo aportan buenas soluciones para el pequeño almacenaje. Muestra de ello es la pequeña repisa situada justo encima de la guantera, perfecta para que el "copiloto" pueda dejar las llaves o algún pequeño objeto. Aunque sí es veradad que se echa en falta el típico cofre central.
Cualidades dinámicas mejoradas
Aunque el nuevo Clio equipa la misma plataforma que la generación anterior, solo con el hecho de haber reducido su peso en torno a 100 kilogramos menos ya le hace un poco más ágil. El ancho de vías mejorado y una batalla más larga también contribuyen a mejorar la estabilidad del modelo, sobretodo en carretera. Las suspensiones adquieren un tarado un poco más firme aunque nos siguen pareciendo un poco blandas, priorizando el confort de los ocupantes antes que la efectividad. Se muestra algo subvirador cuando decidimos aumentar el ritmo y dar rienda suelta a nuestra conducción deportiva en alguna carretera revirada. Todo lo contrario ocurre cuando se circula por autopista, donde se pueden efectuar viajes de varias horas llegando bastante enteros al destino. Hemos encontrado al motor diésel dCi de 90 CV clavado para las expectativas que pueda tenerse en torno al dinamismo de este modelo. No es que ofrezca un despliegue impresionante de potencia y fuerza pero pensamos que es más que suficiente para el día a día. Empuja bien desde la zona baja del cuentarrevoluciones y permite estirar bastante las marchas antes de quedarse "muerto". En autopista se puede rodar a 120 km/h con total normalidad, aunque quizás con una sexta relación del cambio el motor iría un poco más holgado. La dirección también se ha retocado para aportar un guiado aún más preciso. La asistencia eléctrica puede parecer algo blanda cuando se circula a bajas velocidades para favorecer las rápidas maniobras, un detalle que le resta algo de sensibilidad al circular en ciudad. Todo lo contrario ocurre si rodamos con un ritmo alegre, donde la dureza gradual se deja sentir bien y transmite a las manos todas las irregularidades del terreno. Hemos comentado que en el apartado de consumos la marca ha conseguido homologarle una excelente cifra de 3,6 l/100 km, pero a la hora de la verdad, después de una semana conduciendo el Clio, nos aparece que hemos gastado una media de 4,4 l/100 km. Una cifra bastante buena teniendo en cuenta que lo hemos probado por todo tipo de vías y condiciones y, de vez en cuando, apretándolo un poco para intentar sacarle todo el jugo al pequeño motor.
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Excelente solución
Responder a las expectativas del mercado es algo que Renault ha tenido muy en cuenta en la cuarta generación del Clio. A nivel estético, el cambio radical que ha sufrido la carrocería aporta un nuevo enfoque más deportivo. Es un poco más grande en dimensiones, por lo que se mejora también la habitabilidad para los ocupantes. Un interior modernizado, bien acabado, con una apariencia mucho más moderna y con un buen programa de configuración al gusto del consumidor, proporciona un ambiente totalmente nuevo para el utilitario francés.
La gama mecánica está un poco limitada, pero como ya pudo comprobar Marga Nerín en la toma de contacto, son propulsores bastante equilibrados, con un alto nivel de eficacia y consumos realmente contenidos. El dCi de 90 CV se perfila como el motor estrella de la gama, tanto por prestaciones, calidad de funcionamiento como por consumos. Una auténtica maravilla que le viene como anillo al dedo al Clio.
Dentro de las pocas pegas que le hemos encontrado al nuevo modelo, quizás algunos vean el precio en desventaja con algunos de sus competidores. En su defensa debemos decir que la calidad percibida, el fuerte restyling que se le ha practicado y la calidad de marcha que aporta lo deja en una posición bastante privilegiada respecto a otros utilitarios generalistas.
Hola tengo un renault clio 1.5 dci y cuando voy conduciendo y subo de tresmil revoluciones ya sea para cambiar de marcha o acelerando con la marcha puesta me salta la luz del motor y me parpadea durante un rato y luego se quita. Me dijieronnque era el sensor de presion de conbustible pero lo cambie y sigue igual. Alguien sabria que podria ser ???