Deportivo sí. Pero solo en apariencia. Y es que por mucho que se intente exprimir los 100 CV del motor de gasolina TCE, el que montaba nuestra unidad de pruebas, las prestaciones que se logran no están a la altura de su radical estilo. Así que no digamos si la versión elegida es la que equipa el propulsor diesel dCi de 85 CV. Claro que hay a quien le basta con la imagen, máxime si, como en este caso, el precio no se dispara. Pues los 13.760 euros que refleja su tarifa, le sitúan por debajo de lo que cuesta con el acabado Exception.
Los que de verdad quieran un Clio deportivo Renault les ofrece dos opciones: el GT 1.6 130 de CV y el Renault Sport 2.0 de 200 CV, todo depende del nivel de dinamismo que prefieran. Y entre la competencia tampoco faltan las propuesta: Seat Ibiza, Skoda Fabia RS, Opel Corsa, Fiat Grande Punto, Peugeot 207, Mitsubishi Colt...
Tanto la versión Clio S como la GT y la Renault Sport solo están disponibles con carrocería de tres puertas.
Diseño exterior
Longitud: 4,03 metros, anchura: 1,72 metros, altura: 1,50 metros, es decir, las mismas cotas que sus hermanos de gama. Por tanto, las únicas diferencias son las que se ven. Pero ojo porque algunas hay que pagarlas aparte. Esos adhesivos que tanto contribuyen a su imagen racing cuestan 86 euros los de las puertas y otro tanto el que va colocado en el techo. Y si se quiere el alerón trasero habrá que desembolsar 185 euros.
Las lunas traseras sobrepintadas, las llantas de aleación de 16 pulgadas con radios de color blanco y los embellecedores, también en blanco, de los espejos retrovisores, el paragolpes delantero y, en su caso, el alerón trasero son de serie.
Habitabilidad
El espacio interior tampoco varía en el Clio S respecto a otras versiones, pero sí los acabados. De hecho el cuentarrevoluciones y el indicador de velocidad se distinguen por su fondo blanco. El mismo color que viste la consola central y la lámina decorativa que recorre el salpicadero justo por encima de la guantera.
Otra diferencia es que los asientos se enfundan en una tapicería específica en tejido gris antracita con pespuntes en blanco y algunos cuadros acompañados de la letra "S". Decoración que continúa la estética prevista para los adhesivos exteriores.
Por otro lado, los espejos retrovisores hay que ajustarlos manualmente y el volante se puede regular en altura pero no en profundidad. Aunque esto último no es un obstáculo para encontrar la postura de conducción adecuada.
Como en el resto de la gama el Clio S está homologado para 5 pasajeros, y aunque en la parte trasera tres adultos irían un poco justos, la plaza central es más confortable que en otros modelos, incluso, de segmentos superiores. Lo que es menos cómodo es que el cinturón salga del techo.
La capacidad de maletero, con 288 litros, está dentro de lo habitual en un utilitario.
Mecánica
Dos motores son los que ha previsto Renault para el Clio S. Un diesel 1.5 dCi de 85 CV y el gasolina TCE de 100 CV objeto de nuestra prueba.
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Es un motor que aunque luce el distintivo Eco2 por estar sus emisiones de CO2 por debajo de 140 g/km, no destaca frente a sus rivales por tener un consumo especialmente contenido. 5,8 l/100 km de media es lo que acredita en su ficha técnica, una cifra superior, por ejemplo, a los 5,5 l/100 km que refleja el Opel Corsa 1.4 100 CV.
Eso sí, acelera de 0 a 100 más rápido que el Corsa: 11 segundos frente a 11,9. Y la velocidad máxima que alcanza (184 km/h) también está ligeramente por encima de los 180 km/h del utilitario de Opel.
Comportamiento
El comportamiento es igual al de cualquier otra versión del Clio equipada con la misma mecánica.
No resulta significativamente ágil, sin embargo muestra un perfecto equilibrio entre estabilidad y confort. Asimismo mantiene bien la trazada pero, como en la mayoría de los Renault, es necesario acostumbrarse a una dirección que se percibe imprecisa aunque no lo sea.
La suavidad es una constante en el motor TCE del Clio y eso positivamente en el confort de marcha. Ahora bien, si queremos ganar dinamismo tendremos que hacer girar el motor en la zona alta del cuentavueltas, lo que por un lado obliga a estar más pendientes del cambio, por cierto, manual de 5 velocidades, y por otro a soportar mayor nivel de rumorosidad en el habitáculo. Si bien, en ningún caso llega a ser molesto.
Seguridad
El ajustado precio del Clio S se entiende en mayor medida, o quizá deja de parecernos tan ajustado, cuando se revisa la lista de equipamiento, el de serie, claro está. Y es que llegados a ese punto uno se da cuenta de que dicho equipamiento es bastante básico.
Aunque en el apartado de seguridad no faltan los airbags frontales de conductor y pasajero, los airbags laterales de tórax y los airbags anti deslizamiento. Los airbags de cortina son una opción que cuesta 209 euros. El ESP tampoco se incluye de serie de modo que si se quiere habrá que sumar 368,25 euros.
Valoración
Si lo que se busca es imagen y no prestaciones, el Clio S cumple de sobra con esas expectativas "deportivas". Y además por un precio razonable.
Claro que a la larga no deja de ser un "quieres y no puedes" que quizá llegue a provocar cierto sentimiento de frustración a su propietario. Aunque ya se sabe que el que no se consuela es por que no quiere.
Y por otro lado, hay que reconocer que aunque sea un Clio "normal" no lo parece, y eso, también cuenta.
La avería debería estar localizada en la llave de señal de emergencia, cambiarla.