Coupé Cabriolet

Dos mejor que uno

Bajo la denominación Coupé-Cabriolet, el próximo 15 de noviembre llega a nuestro país el sexto modelo del programa Renault Mégane: toda una revolución entre los descapotables del mercado, al presentar un techo de cristal rígido pero plegable y con el que se puede cambiar la configuración del coche en apenas 22 segundos.

Con la inclusión del C-C (Coupé-Cabriolet), Renault Design ha diseñado un vehículo para satisfacer la demanda tanto de los clientes de coches descapotables como para los que se decantan por los de tipo coupé. Y para ello ha contado en su realización con el especialista alemán Karmann y con la ingeniería de Ital Design Giuggiaro. El resultado: un vehículo que incorpora un techo de cristal rígido que es capaz de plegarse en tan sólo 22 segundos, de forma que en su configuración coupé se pueda seguir disfrutando de la conducción "a cielo abierto".

El módulo de tan llamativa innovación pesa unos 78 kg. y consta de un techo de cristal que se pliega en V en dos partes (con un peso total de 15 kg.) y de su correspondiente mecanismo de activación hidráulico. Al tener techo de cristal, el Renault Coupé-Cabriolet goza de una luminosidad impresionante que se ve acentuada por las amplias superficies laterales acristaladas y por la ausencia de marcos en las puertas. La luneta trasera dispone de un sistema de desempañado clásico a base de filamentos eléctricos.

Asimismo, al ser un techo rígido, ofrece un excelente confort térmico. Gracias al cristal utilizado (Venus 40 de 3.15 mm de espesor), a la cortina quitasol y al degradado del esmaltado de la luneta, la protección solar es magnífica. En este caso, según los niveles de equipamiento, la climatización es automática o manual (Luxe o Confort, en el caso del mercado español). Esa misma rigidez también proporciona un mayor confort acústico, garantizando un aislamiento superior en 2 dB al de un clásico techo de lona.

En 22 segundos

La transformación de Coupé en Cabriolet y viceversa se realiza con el coche parado, pulsando un botón situado en las proximidades del freno de mano (de tipo aviación, como en el resto de la familia Mégane de 3 y 5 puertas). En sólo 22 segundos, se abren (o cierran) los cuatro cristales (puertas y custodias) y la puerta del maletero y el techo se pliega o despliega, entrando (o saliendo) del maletero. Para advertir al conductor de que se da por finalizada la operación, se produce un pitido. El techo viaja en el maletero sujeto por unos topes elásticos y un cierre mecánico, para evitar cualquier daño.

En el caso de que el conductor desee circular con las cuatro ventanillas bajadas, tendrá que accionar un segundo pulsador y el descenso de los cuatro cristales posibilita rodar a pleno aire, con el techo cerrado. Para el plegado y desplegado del techo, el sistema dispone de un bloque hidráulico situado en la parte trasera izquierda del maletero y cuenta con un motor, unidad de control y relés de bomba.

A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, el volumen del maletero no desmerece y, en el caso de este modelo, Renault ha conseguido que en la configuración Coupé el maletero aparezca con una capacidad de 490 litros (el de un Mégane Classic era de 540 litros) y en la Cabrio con un volumen de 190 litros.

También en diesel

La innovación de Renault con el Coupé Cabriolet se traslada también a las motorizaciones, ya que presenta tres distintas, incluyendo una no demasiado usual, como es la de ciclo diesel.

En gasolina, se puede optar por los de 1.6 y 2 litros de cilindrada (ambos con culata de 16 válvulas), que proporcionan, respectivamente, 115 y 136 CV de potencia. Estos dos propulsores cuentan con un sistema desfasador del árbol de levas de admisión, que les produce un incremento notable de potencia en las fases de aceleración. Cuentan con árboles de levas huecos (lo que supone una ganancia de peso importante) y las levas empujan a los accionadores de las válvulas mediante rodillos, con una importante reducción de rozamientos, garantía de una respuesta inmediata.

En diesel, este Renault monta un motor dCi Common Rail de 1.9 litros que rinde 120 CV y representa en la actualidad uno de los propulsores más brillantes de combustión interna.

Con las cajas de velocidades, se ha elegido la de selección manual de cinco marchas para el 1.6 litros, mientras que los motores 2.0 y 1.9 dCi incorporan la caja de seis marchas, estando prevista como opción una caja de velocidades automática Proactiva DPO en los motores de gasolina.

Seguro y elegante

Como elementos de seguridad activa en este modelo de cuatro plazas, hay que destacar la estructura realizada en aceros TTHLE (muy alto límite elástico) y Dual Phase (que ofrecen un excelente comportamiento estructural a la hora de realizar piezas por embutición). A este nivel, hay que añadir otros elementos como ABS, S.A.F.E. (Sistema de Ayuda a la Frenada de Emergencia), ESP (sistema electrónico de estabilidad) con función de subvirado, pudiendo elegir opcional-mente el sistema de control de presión de los neumáticos, que indica en cada momento la presión de cada rueda.

Y en cuanto a la seguridad pasiva, el Coupé-Cabriolet no se queda atrás respecto de sus "hermanos Mégane". Incluye seis airbag (dos frontales adaptativos, dos laterales y otros dos ubicados en los asientos delanteros que evitan el tan temido "submarinado"), pretensores pirotécnicos, limitadores de esfuerzo, anclajes Isofix y arcos de seguridad fijos o (en opción) móviles.

Con este nuevo modelo, Renault vuelve a apostar por el diseño, la habitabilidad y por la originalidad. A simple vista se reconoce que es un Mégane, como lo atestigua su parte frontal (con un diedro en el que se enseñorea el rombo, rodeado de aireadores) y un perfil en el que se aprecia la reducción de la batalla y el aumento del voladizo trasero, tomando como referencia la berlina de 5 puertas.

Las soluciones tecnológicas inteligentes que ofrece también son dignas de resaltar. A este Renault no le pueden robar la rueda de repuesto: no lleva. En su lugar, el usuario cuenta con un aerosol antipinchazos con el que poder solventar la incidencia y poder acudir a la estación de servicio más próxima.

Avances en el confort

Además, los retrovisores exteriores (según versiones) son abatibles eléctricamen-te mediante una sencilla rotación del botón de regulación eléctrico. Cuenta con sensor de lluvia, guantera iluminada y refrigerada, climatización manual, dirección asistida variable, ordenador de a bordo, radio con lector de discos compactos y mandos en el volante, sistema de arranque mediante tarjeta (popularizado por Renault hace tiempo) y con un dispositivo de encendido automático de faros (de gran utilidad al entrar en túneles o cuando se hace de noche), siendo el sistema de iluminación ajustable por un temporizador de 30 segundos a 2 minutos (para que el usuario pueda realizar el trayecto del coche a la casa, al garaje, etc.)

Opcionalmente, se puede disponer de limitador/regulador de velocidad y de iluminación de Xenon con faros acoplados, que corrige el alcance del haz en función de la velocidad del coche y de la carga, climatización automática, preinstalación de teléfono, etc.

Conjugada en dos niveles de equipamiento (Confort y Luxe) y sobre tres ambientes (Authentique, Dynamique y Privilége), la gama española ofrece tres niveles de motorización.

En cuanto a los precios, el Renault Coupé-Cabriolet se puede adquirir desde 19.165 euros (1.6 Confort Authentique) y hasta los 24.615 euros, que cuesta el 1.9 dCi Luxe Dynamique y Privilége.

Óscar Izquierdo