Renault Fluence 1.6 16 V 110 CV: El eslabón perdido

Si buscas algo más de capacidad que un Renault Mégane por casi el mismo precio y no deseas optar por el Laguna, el Fluence puede ser una buena alternativa. Fabricado sobre la base del anterior Mégane, tiene en su elegante estética y correcto acabado algunos de sus atractivos. El Renault Fluence se vende con un motor diesel 1.5 de 85 o 105 CV, o bien con un gasolina 1.6 16 V de 110 CV, que es el que monta la unidad que hemos probado. Renault no ofrece, pues, mucho donde elegir, ya que tampoco las versiones de acabado son muchas: tan sólo dos, Expression y Dynamique, esta última la más completa en equipamiento, y la que corresponde al coche que podéis ver en las fotos. El Renault Fluence se presentó en el mercado a principios de este año, como fruto del trabajo de un grupo internacional de ingenieros, de países como Francia, Japón, Corea o Turquía. El objetivo ha sido crear un coche del segmento C apto para mercados como el europeo, australiano o coreano, entre otros. En Corea es el segundo coche más vendido de su segmento. Por lo tanto, estamos ante un best-seller internacional que llega a España para cubrir el hueco que dejan el Renault Meganey el Renault Laguna, y luchar en el mercado de las berlinas de tres volúmenes a un precio competitivo. Lo hemos conducido, y nos ha convencido en cuanto a diseño exterior e interior, habitabilidad y equipamiento. No tanto en cuanto a comportamiento dinámico, ya que el motor de 110 CV se queda justo y empuja de verdad a muy altas vueltas, además de que el coche peca de excesiva morbidez de suspensión. Eso sí, la comodidad está garantizada y los viajes resultan placenteros. Estas fueron nuestras impresiones.

PVP: RENAULT Fluence 1.6 16 V 110 CV Dynamique 19.600 €

Diseño

El Renault Fluence es una clásica berlina de tipo sedán con carrocería de cuatro puertas. Sus líneas son armoniosas, con un pequeño aire deportivo en el frontal, generado por el largo capó, la rejilla cromada y las grandes tomas de aire del paragolpes. No obstante, en general el coche es bastante discreto estéticamente, y la primera sensación que transmite es de elegancia, sobretodo con la carrocería en color negro que os mostramos en las fotos. En el acabado superior ( Dynamique) se montan de serie las bonitas llantas de aleación Proteus, de 16 pulgadas, aunque opcionalmente podemos montar unas de 17 pulgadas, incluidas dentro del Pack Sport, que también incluye el techo solar eléctrico (900 euros).

Habitabilidad

Mide 4,62 de largo, 1,80 de ancho y 1,47 de alto. No es un coche pequeño, y su larga batalla (2.702 mm.) permite un buen espacio interior. El habitáculo destaca por su buena anchura y altura, y ofrece una buena sensación de amplitud. Los pasajeros de las plazas traseras viajan con buen espacio para las piernas, e incluso el que se coloca en la plaza central viaja cómodo, algo no demasiado habitual. Y es que el respaldo no es excesivamente duro, no hay túnel de transmisión que moleste y la guantera central no es demasiado intrusiva. Al subirse al coche lo primero que llama la atención es el predominio del color negro tanto en los plásticos como en los tapizados. Un embellecedor en imitación aluminio que cruza el salpicadero resalta sus dos volúmenes, y sólo algunos remates en el volante, pomo de cambio y consola central ponen la nota de "color" al dominante negro. No obstante, la sensación de calidad percibida que emite el interior de este Renault es elevada y una vez a sus mandos, el tacto de los materiales, los pulsadores y el diseño en general de todo el habitáculo es bueno. En el salpicadero destaca la pantalla del navegador, en posición central y elevada, que puede manipularse mediante mando a distancia. El equipamiento es muy completo. El coche lleva de serie climatizador dual, radio CD MP3, Bluetooth, volante multifunción con regulación en altura y profundidad forrado en cuero, control de velocidad de crucero, encendido automático de luces y sensor de lluvia e incluso cortinas-parasol traseras, un detalle de coches de nivel más Premium.

Mecánica

Esta versión gasolina del Renault Fluence monta un cuatro cilindros 1.6 de 16 vávulas, que da 110 CV y un par máximo de 151 Nm a 4.250 r.p.m. Va asociado a un cambio de marchas manual de cinco velocidades. Este motor tiene como parte positiva su suavidad de funcionamiento, pero sus prestaciones son bastante pobres a bajo y medio régimen. El coche parece responder bien en un primer instante, pero en realidad se muestra poco potente y falto de par a medio régimen y hasta altas vueltas (el par máximo aparece a 4.250 r.p.m) el coche no responde con alegría. En cuanto a consumos, Renault declara 6,5 l/100 km de consumo mixto, 5,3 extra-urbano y 8,8 l/100km en ciudad. Durante nuestra prueba, el ordenador de a bordo registró 9,2 l/100 km. en ciudad, 7,1 l/100 km en autopista a 120 km/h mantenidos, y 6,7 l/100 km en carretera. Como es habitual, son cifras un poco superiores a las declaradas oficialmente.

Comportamiento

El Renault Fluence es, ante todo, un coche que concede prioridad al confort. Su amortiguación tiene una respuesta muy suave, que garantiza una excelente absorción de obstáculos y un buen nivel de comodidad en marcha. Se conduce mejor en vías rápidas que en carreteras reviradas, ya que acusa bastante el típico balanceo de carrocería, en buena parte fruto de la morbidez de la suspensión. La dirección asistida es de tipo variable eléctrica, de forma que en ciudad y a poca velocidad ofrece un nivel de asistencia superior al que ofrece a alta velocidad o a la hora de negociar curvas. Esa variabilidad es notable y perceptible, a nuestro gusto en exceso, ya que cuando se trata de circular por la urbe o aparcar, percibimos un exceso de asistencia y recibimos poca información sobre cómo pisa el tren delantero. No obstante, a mayor velocidad en vías rápidas o en carretera la asistencia es menor, y permite un guiado más natural. Al volante adoptamos una posición bastante ergonómica, con todos los mandos al alcance y en correcta posición. Los asientos pueden regularse en longitud, altura y ajuste lumbar. ofrecen una buena sujeción, aunque pecan de un mullido excesivamente blando. La visibilidad es buena en todos los sentidos, y tenemos la ayuda de los sensores para la asistencia al aparcamiento, colocados de forma discreta en el paragolpes trasero.

Seguridad

A la hora de frenar, el Fluence confía en un juego de discos ventilados de 280mm. delante y discos macizos detrás de 260mm, más que suficientes para el peso y las prestaciones del coche. Monta de serie ABS con asistencia a la frenada de emergencia y control de estabilidad ESP. También monta airbags frontales y laterales para conductor y pasajero, y de cortina delanteros y traseros. En caso de pinchazo,deberemos hacer uso de un kit de emergencia. La rueda de repuesto es opcional.

Valoración final

El Renault Fluence es una berlina compacta que destaca por su buena habitabilidad, completo equipamiento y buenos acabados generales. Si no buscamos un coche de grandes prestaciones, y concedemos prioridad al confort y la suavidad de marcha, esta versión de gasolina puede satisfacer nuestras necesidades. Es un coche muy válido para un uso en familia o como coche de representación, gracias a sus cuatro puertas y su estética elegante y discreta. Se fabrica en Bursa (Turquía), donde se empezó a fabricar el Rénault Mégane II, un punto estratégicamente ideal para su distribución en todo el mundo. Y es que se trata de un coche clásico, sencillo, diseñado para satisfacer un gran número de clientes en todo el mundo. Un coche para el mercado global, en definitiva.