Respuesta de líder
Renault fue el precursor de los monovolúmenes compactos con el Scenic, pero la soledad en el segmento le duró poco. Ahora, cuando ya va por su tercera generación tiene que competir contra más de una veintena de modelos, aunque los principales rivales del Grand Scenic son el Citroën C4 Grand Picasso y el recién llegado Peugeot 5008. Una de las principales armas que utilizada es un precio muy equilibrado para lo que ofrece. La versión 1.4 TCe 130 cuesta 22.150 euros.
El nuevo Grand Scenic además de ganar centímetros respecto a la anterior generación mejora notablemente su atractivo visual. Ahora mide 4,56 metros de largo, 1,84 m de ancho y 1,64 m de alto, mientras que su distancia entre ejes crece algo más de 3 centímetros situándose en 2,77 metros. En el frontal, de líneas muy limpias, toma especial protagonismo el rombo que identifica a la marca, el cual parece subrayado por la discreta ranura de la parrilla. Mucho más amplia es la toma de aireación que abarca la práctica totalidad del paragolpes en el que también se insertan los faros antiniebla al borde de sus extremos. En la vista lateral lo que más destaca son los grupos ópticos traseros en forma de boomerang, más incluso que mirando el vehículo por la zaga.
El espacio interior del Grand Scenic es generoso y confortable, con la excepción de la tercera fila de asientos, pero ya se sabe que estas dos plazas son válidas para una necesidad de transporte puntual pero no son muy recomendables para un uso cotidiano. En primer lugar porque un adulto tendría problemas para acomodarse y en segundo lugar porque no gozan del mismo nivel de acabado. De todas formas cuando no se utilizan tampoco molestan porque van escondidas en el piso del maletero y sin embargo, en caso de apuro salen a la superficie con solo tirar de una pequeña cinta. Lo que conviene tener en cuenta es que con las siete plazas, o mejor dicho las 5+2 plazas habilitadas, los 564 litros del maletero prácticamente desaparecen. Llama la atención que el cinturón de seguridad de la plaza central de la segunda fila de asientos parta del techo, algo, a mi juicio, anacrónico, antiestético e incómodo si alguien viaja en la tercera fila. El diseño del salpicadero es muy particular, pienso que tiene demasiado peso visual a pesar de la sencillez de la consola central y que las tomas de aireación adquieren un protagonismo excesivo. Por otro lado la visera del salpicadero acentúa la asimetría y la pantalla de instrumentación digital imitando a un cuadro de relojes analógico parece un adhesivo. Eso sí, la posición de la palanca de cambios resulta muy cómoda y el puesto de conducción gana ergonomía al disponer de un volante menos inclinado que en las anteriores generaciones.
El Grand Scenic comparte gama mecánica, además de plataforma, con el Megane, así que el motor más novedoso en el apartado de gasolina es el 1.4 TCe objeto de nuestra prueba. Rinde 130 CV y con la caja de cambios manual de seis velocidades que equipa logra un nivel de prestaciones suficiente para mantener sin ningún problema una velocidad de crucero dentro de los límites legalmente establecidos. Concretamente alcanza una velocidad máxima de 190 km/h y tarda 11,5 segundos en completar el 0 a 100 km/h. Pero como no dispone de inyección directa, sino multipunto con turbo e intercooler el consumo no es tan bueno como en algunos de sus competidores que incluso cuentan con más potencia. El Grand Scenic homologa un consumo mixto de 7,4 litros por cada 100 kilómetros recorridos.
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En frío el motor resulta un tanto ruidoso pero es algo que se va atemperando al sumar kilómetros y al alcanzar un régimen de giro de motor lineal. Pasado el nivel bajo de revoluciones el 1.4 TCe se comporta con soltura permitiendo una conducción no exenta de cierto dinamismo siempre que los trazados no sean muy exigentes para las recuperaciones y que no viajemos con el coche cargado hasta los topes. El Grand Scenic es noble de reacciones, estable y ofrece un gran confort de marcha gracias al equilibrio que demuestra en el tarado de la suspensión, ya que absorbe perfectamente las irregularidades del terreno pero sin la contrapartida de un acusado balanceo de la carrocería en los cambios de apoyo.
La versión 1.4 TCe 130 CV va asociada al nivel de equipamiento Dynamique que está un peldaño por debajo que el tope de gama, denominado Privilege. Por supuesto cuenta dentro del equipamiento de serie con ESP y Sistema de Control de Tracción (ASR) así como airbags laterales delanteros y de cortina. Pero al margen de la electrónica y demás elementos concretos destinados a la seguridad activa y pasiva, decir que la propia facilidad de manejo que transmite y la neutralidad en sus reacciones son motivo de seguridad.
La nueva generación Grand Scenic ha dado un salto cualitativo importante en cuanto a imagen exterior y calidad percibida en el habitáculo. Los materiales empleados en tapicerías y revestimientos son mejores y más agradables tanto al tacto como a la vista. También mejora la ergonomía del puesto del conductor y como se ha expuesto en el apartado anterior goza de un gran confort de marcha. Resulta muy funcional por la modularidad interior y la gran cantidad de huecos disponibles para dejar objetos, algo ya característico de este modelo en las anteriores generaciones. Los asientos de la primera y segunda fila conforman cinco auténticas plazas, y los dos añadidos en la tercera fila aportan versatilidad aunque no resulten demasiado cómodos. Esta versión del Grand Scenic ni destaca por tener un consumo brillante, sin embargo cumple en cuanto a dinamismo y tiene un precio bastante ajustado.
Hola buenas noches estoy a punto de comprarme el nuevo Grand Scénic 2017 gasolina y me preocupa un poco los motores nuevos 1.2 gasolina 130 caballos si son factibles el Peugeot 5008 también lleva un 1.2 dicen que van alimentados con turbo alguien me puede ayudar con alguna experiencia