Renault Laguna GT 4Control 2.0 dCi 130 CV

Objeto de comentarios favorables y desfavorables, el diseño del Laguna -como el de tantos otros modelos de la firma del rombo- no deja indiferente. Para algunos resulta demasiado frío y excesivamente moderno, para otros carece de fuerza y personalidad. Preferencias y gustos a parte, la opinión mayoritaria es que la versión familiar goza de un perfil más estilizado y acertado globalmente ya que la trasera de la berlina es bastante particular debido a unos pilotos traseros pequeños en relación al volumen de la zaga. La parte frontal confía en la fuerza de unos faros rasgados asimétricos y una boca de aireación inferior en color oscuro que elimina el concepto tradicional de parrilla y se extiende de lado a lado del parachoques con un efecto estético para muchos cuestionable.

La calidad de los materiales es francamente buena y el diseño del interior no puede decirse que no se haya cuidado con esmero. En cuanto a las formas y la ergonomía presenta soluciones peculiares como un salpicadero más bien horizontal que otorga continuidad entre el conductor y el pasajero, lo que transforma la consola central en una zona que "flota" sobre un puente central que cobra un gran protagonismo en el habitáculo. En cuanto al espacio, nada que objetar pues está en la línea de las berlinas de su tamaño, (casi 4,7 m) aunque su maletero de 450 litros sí que se ve superado por el de otros rivales como el Opel Insignia, el Ford Mondeo, el Citroën C5 o el Toyota Avensis, modelos que casi todos rozan o superan los 500 litros.

Este capítulo es en el que destaca sobremanera respecto a cualquier oponente de su categoría e incluso de otras. Al afrontar las primeras curvas rápidamente se nota como el coche goza de una estabilidad superior, diferente. Se pega materialmente a la carretera gracias a su buen chasis y a su innovador sistema de dirección en el que las 4 ruedas giran. Sus ventajas son patentes sobre todo en carreteras de curvas de montaña con abundantes giros más bien cerrados. Entonces apenas es preciso mover el volante para que el coche dibuje con precisión la trayectoria ideal. También la maniobrabilidad en ciudad es menor ya que el radio de giro es considerablemente menor, reduciendo las maniobras en un 10% respecto a un Laguna "convencional". El mecanismo hace que las ruedas traseras giren en el mismo sentido (alta velocidad) o en sentido contrario (baja velocidad, hasta 50 km/h) produciendo un efecto como el de circular sobre raíles. Las ruedas traseras sólo giran a partir de 2 km/h y con un ángulo máximo de 3,5 grados, en uno u otro sentido.

El motor de la unidad ensayada era un 2.0 dCi de 130 CV empleado en un sinfín de modelos de la firma del rombo. Es conocido por su buen rendimiento y elevado nivel de eficiencia: certifica un consumo medio de 5,8 litros con una velocidad máxima de 204 km/h y unas emisiones de 150 gr/km de CO2. El cambio de marchas, manual de seis velocidades, se comporta de manera muy precisa y su accionamiento es rápido, por lo que junto con un par motor elevado hace que su conducción sea ágil, sencilla y divertida en los momentos en los que la exigencia mecánica es mayor. Su bajo nivel sonoro contribuye a generar una sensación de notable confort de marcha.

Este dispositivo es un gran aliado de la seguridad activa ya que actúa en los momentos más delicados en la física de un automóvil como son la estabilidad en curva o las maniobras bruscas que el conductor pueda realizar para evitar obstáculos, por citar algunos ejemplos. En caso de una frenada con adherencia asimétrica, el ingenioso mecanismo desarrollado por Renault compensa perfectamente los desajustes de agarre que hay entre los dos lados del coche, de tal modo que el conductor no llega ni a percibir al volante la tendencia a ladear que se daría en un vehículo convencional. En todos estos casos el sistema 4Control consigue reducir drásticamente la inercia natural de la carrocería en las curvas, y lo que es mejor, mitigar el efecto de balanceo cuando se tiene que efectuar por ejemplo un cambio brusco de dirección en situaciones de emergencia o peligro de impacto.

Desde su lanzamiento en 1994, y en las sucesivas renovaciones experimentadas por el Laguna en 2001 y 2007, la berlina de Renault se ha caracterizado por ofrecer la calidad de un vehículo de gama alta en combinación con unos precios muy competitivos. En la gama 2010 la relación calidad-precio se mejora más si cabe por la introducción de nuevos equipamientos. También ha contribuido la simplificación en las opciones de equipamiento disponibles, que han sido agrupadas en torno a cinco "packs". Así, por ejemplo, la terminación Expression, que totalizaba hasta la fecha el 60% de las ventas del modelo, recibe en su equipamiento de serie, sin modificación de precio, elementos como el navegador integrado "Tom Tom" o el freno de parking asistido. La marca del rombo asegura que desde la introducción de la gama 2010 es posible adquirir un Laguna con 4Control por un precio 5.000 euros inferior a lo que se ofertaba en el momento del lanzamiento de las primeras versiones con cuatro ruedas directrices, asociadas además sólo a las motorizaciones 2.0T de 205 CV y dCi de 180 CV.