El Renault Latitude continúa una estirpe de berlinas de lujo que había quedado huérfana en la firma francesa. Tradicionalmente la marca del rombo siempre había contado con un coche de este tipo, no obstante en la actualidad no disponía de un turismo en este segmento. Bien es cierto que en principio el estandarte de Renault en la actualidad era el Vel Satis, un cruce entre una berlina de cinco puertas de gran formato y un monovolumen. Un coche de lujo que guardaba ciertos rasgos en común con otro modelo de lo más curioso como fue el Avantime. En cierto modo este tipo de turismo que encarna el Vel Satis lo podríamos llegar a comparar, salvando las distancias con el BMW Serie 5 GT, una berlina de lujo con portón trasero y de techo más elevado. En el caso del Latitude estamos ante una berlina de diseño tradicional que pretende recuperar aquellos clientes que antes encontraban en Renault su turismo de lujo para viajar acompañados. Los ingenieros del Tecnocentro de París se han encargado de proyectar este modelo fabricado en Corea del Sur. PVP Latitude Expresión 2.0 16V 140 eco2 25.800 € Latitude Privilège 2.0 16V 140 eco2 28.000 € Latitude Expresión dCi 150 FAP eco2 27.100 € Latitude Privilège dCi 150 FAP eco2 29.300 € Latitude Privilège dCi 175 FAP 30.600 € Latitude Privilège dCi 175 FAP Auto. 33.300 € Latitude Initiale dCi 175 FAP 34.600 € Latitude Initiale V6 dCi 240 FAP Auto. 41.400 €
Diseño
En los años 80 el estandarte de Renault era el 25, mientras que en los 90 lo era el Safrane. De estas dos berlinas de lujo se fabricó una versión de lujo denominada Baccara con una potente mecánica de gasolina, tapicería de piel y todos los extras disponibles en aquel momento. Además, de ambos modelos se creó una versión especial con blindaje y un equipamiento todavía más especial para el Primer Ministro de Francia. Con Patrick Le Quément al mando del Departamento de Diseño surgieron proyectos como Avantime y Vel Satis, ambos ambiciosos a la vez que poco exitosos. Ahora la firma del rombo vuelve a presentar una berlina de lujo al estilo tradicional con una carrocería más convencional, el Latitude. Los ingenieros del Tecnocentro de París han trabajado codo con codo con los de la firma coreana Samsung, responsable de la fabricación de este modelo en sus instalaciones de Corea del Sur. Estéticamente es un coche que guarda pocas similitudes con el resto de modelos de la marca francesa, no obstante la calidad y los acabados son de primer nivel tanto fuera como dentro. En la parte frontal destacan los grupos ópticos que se estilizan hacia ambas aletas delanteras a la vez que envuelven el capó del motor. Tanto en la calandra como en los marcos de las lunas laterales, encontramos un gran número de elementos cromados que ensalzan el carácter Premium del Latitude. En la parte trasera hay unos pilotos de gran tamaño de color rojo y gris unidos por una tira cromada en la que se puede leer Latitude.
Habitabilidad
El Renault Latitude es un turismo claramente enfocado a ofrecer el máximo nivel de confort a sus ocupantes. Lo que han buscado los ingenieros de la firma francesa es dar lugar a un habitáculo muy amplio y cómodo. El resultado es sensacional, se trata de un coche ideal para llevar a cabo largos viajes, ya sea en pareja o con amigos. En las plazas delanteras encontramos una buena anchura entre codos, así como dos cómodos asientos tanto para el conductor como el acompañante. El acabado más lujoso, bautizado como Initale cuenta con un asientos delanteros con regulación eléctrica y con función de masaje sólo para el asiento del conductor. Entrar en las plazas traseras es como sentarse en el sofá de casa. La anchura de la banqueta permite acomodar a tres adultos sin ningún tipo de problema. El acceso a esta segunda fila es muy bueno gracias al generoso tamaño de las puertas traseras. Tanto el espacio para las piernas como la altura libre al techo son excelentes, viajar a bordo del Latitude es un placer, ya sea en las plazas delanteras como en las traseras. Bajo el capó trasero nos encontramos con un amplio maletero de 477 litros de volumen. La calidad es un aspecto que ha sido muy cuidado en el Latitude. Cuando estamos acomodados en la primera fila podemos percibir la buena terminación del interior. El salpicadero cuenta con un recubrimiento que ofrece un agradable tacto. Todos los mandos están dispuestos muy a mano y los instrumentos son de muy fácil lectura. En un tiempo en el que los fabricantes experimentan con pantallas de LCD y demás es bueno de vez en cuando encontrarse con unos relojes analógicos muy cómodos de leer.
Mecánica
Del mismo modo que con el Laguna, el Latitude sólo está disponible con una única mecánica de gasolina. Estamos hablando de un motor atmosférico de cuatro cilindros en línea de 2 litros que entrega140 CV. Mientras que hay fabricantes que apuestan por la sobrealimentación como alternativa al gasóleo, Renault sólo plantea alternativas de este tipo en sus motores gasolina de pequeña cilindrada con modelos como Clio y Mégane. Los otros dos motores de cuatro cilindros en línea de la gama Latitude son turbodiesel también de 2 litros de cilindrada. La versión menos potente es un dCi de 150 CV, mientras que la más potente, es un dCi de 175 CV. El segundo está disponible opcionalmente con una caja de cambios automática, la misma combinación que podemos encontrar en el nuevo Laguna. Las versiones manuales de ambos motores son las que ofrecen mejores registros de consumo, con unos destacables 5,3 l/100 km en el dCi 150 y 5,5 l/100 km en el dCi 175. El tope de gama cuenta bajo el capó un magnífico V6 dCi de 3 litros de cilindrada. Se trata de un propulsor pensado claramente en ofrecer unas excelentes prestaciones así como un gran confort de marcha. A tan solo 1.500 rpm ofrece una sensacional entrega de par con 450 Nm. Con este empuje a tan pocas revoluciones, nos permite llevar a cabo grandes recuperaciones sin apenas subir de vueltas. Antes de las 4.000 rpm es cuando entrega su potencia máxima de 240 CV concretamente a 3.750 rpm.
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Comportamiento
Para resumirlo en pocas palabras el Renault Latitude es un coche cómodo. Lo que han buscado los ingenieros de la firma francesa es dar con un altísimo confort de marcha. De este modo las suspensiones han sido planteadas para filtrar al máximo las irregularidades del firme por el que circula. Si llevamos a cabo una conducción más decidida, con cierto aire deportivo el comportamiento sigue siendo bueno. El mejor aspecto de este chasis es, sin lugar a dudas, su nobleza. Es de esos turismos que avisan antes de llegar a una situación crítica. En el tren delantero cuenta con un esquema Pseudo-McPherson con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Por otro lado, en el tren trasero nos encontramos con un paralelogramo deformable con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Los muelles han sido específicamente diseñados para el mercado europeo, a diferencia de los planteados inicialmente en el mercado asiático. La dirección es de cremallera y permite un diámetro de giro de 11,6 m. En nuestra toma de contacto tuvimos la ocasión de conducirlo por carreteras secundarias, ciudad y autovía de la costa de Portugal. En nuestro recorrido pudimos comprobar el excelente nivel de confort que el Latitude aporta a sus ocupantes. Si bien en algunas situaciones nos pareció quizás demasiado blando, en otros aspectos vimos como la elección de suspensiones es la correcta para este coche.
Seguridad
Una de las principales estrategias de marketing de Renault es la seguridad, de modo que el Latitude no es ninguna excepción al respecto. El equipamiento de seguridad de este Renault es completísimo, con 8 airbags, ABS, SAFE, ESP, control de presión de neumáticos, control de tracción, fijaciones Isofix... Además de este completo equipamiento lo más destacable es la nobleza de su chasis, el comportamiento de este tracción delantera es ejemplar y ello se traduce en un control total del vehículo en todo momento.
Valoración final
Una berlina como las de antes pero con la tecnología de hoy. Cuatro puertas, casi cinco metros de largo y cinco cómodas plazas. Todo ello amenizado con motores dCi de última generación, capaces de aunar buenas prestaciones y consumos reducidos. Un turismo comodísimo tanto para usarlo a diario como para llevar a cabo largos viajes. Como alternativas posibles podemos contemplar: Ford Mondeo y Skoda Superb.
Tengo él latitud 3.0 v6 dci 241 cv initiale y es un cochazo