Renault Mégane

Tratándose de un vehículo clave para los resultados de la firma gala, es normal que se hayan destinado todos los esfuerzos y recursos disponibles para el desarrollo de esta nueva generación. Su antecesor ya causó un gran impacto en el momento de su lanzamiento, puesto que rompió con las bases estilísticas del segmento de los compactos gracias a un audaz diseño, especialmente en su parte posterior. En este caso no se ha buscado un impacto tan sonado, sino que se ha optado por sorprender empleando parámetros ya conocidos, aunque importados quizás de la categoría de los cupés, ya que la zaga del Mégane III recuerda a la de otros modelos de clara vocación deportiva, como el bellísimo Alfa Romeo Brera o el Volvo C30, por su portón, muy inclinado, y sus grandes pilotos traseros. Las líneas de expresión del nuevo Mégane siguen la senda abierta por el nuevo Laguna y sobre todo por el flamante Laguna Coupé de reciente lanzamiento. El objetivo de Renault es dejar patente una clara evolución a nivel de diseño, aportando un aire de deportividad muy tangible pero a la vez cuidando con esmero todos aquellos aspectos que tengan que ver con la calidad y el refinamiento de sus productos. PVP Renault Mégane 1.6 16V 100 CV Authentique 14.400 euros Renault Mégane 1.6 16V 110 CV Expression 15.800 euros Renault Mégane 1.6 16V 110 CV Dynamique 16.800 euros Renault Mégane 2.0 TCe 180 Dynamique 19.900 euros Renault Mégane 1.5 dCi 85 CV Authentique 15.700 euros Renault Mégane 1.5 dCi 85 CV Expression 16.600 euros Renault Mégane 1.5 dCi 105 CV Expression 17.900 euros Renault Mégane 1.5 dCi 105 CV Dynamique 18.900 euros Renault Mégane 1.9 dCi 130 CV Dynamique 20.300 euros Renault Mégane 1.9 dCi 130 CV Privilege 21.600 euros

El nuevo Mégane Berlina conjuga de forma muy vistosa los códigos propios del universo de los deportivos con la pasión por el automóvil y el placer de conducción. Sin embargo, la seducción de este modelo debía prolongarse más allá de la vista y convencer también por su solidez, su robustez y su carácter poderoso y fiable. La Dirección de Diseño de Renault logró generar esta sensación gracias a las amplias superficies planas y las generosas ópticas delanteras y traseras del coche. El resultado final es un compacto de cinco puertas que mide 4.295 mm con una batalla de 2.640 mm, pero que posee una silueta dinámica gracias a unos voladizos delantero y trasero muy cortos, un techo inclinado y grandes vías (+28 mm delante y + 33 mm detrás, con relación al anterior Mégane). Su frontal proyecta carácter y personalidad. Un nervio sobre el capó atraviesa el logotipo, formando un arco de círculo que se dirige hacia los montantes del parabrisas. La forma perfilada de los faros se confirma con una línea fluida que les une a las entradas de aire. Gracias a este juego de líneas, el Mégane III posee una "mirada" penetrante y expresiva. Por lo que respecta a la zona trasera, su silueta está conformada a base de curvas pronunciadas, y unos flancos y unos perfiles laterales generosos, al estilo de los deportivos italianos y los cupés de formas redondeadas y aerodinámicas. Y todo ello, tratándose de un cinco puertas de vocación y uso funcional y casi familiar, ya que existe una versión (el tres puertas) de inspiración aún más deportiva y dinámica.

La innovación y la estética diferenciadora del Mégane III está presente también en el interior a través de una llamativa consola central -donde se concentran los mandos y controles para liberar espacio de otras zonas y acentuar la sensación de habitabilidad- y un tablero de instrumentos con un bloque de contadores mixto, con indicación analógica para el cuentarrevoluciones y digital para el velocímetro, algo habitual en los modelos de la firma del rombo. Además, este display incluye otros elementos informativos (limitador-regulador de velocidad, nivel de combustible, indicador de temperatura, indicador de cierre de puertas y presión de los neumáticos, etc.). En cuanto al puesto de conducción y la habitabilidad, tanto las formas de los asientos -con un mullido grueso, generoso y con la dureza adecuada-, como el diseño y los materiales utilizados, permiten dotar al interior del nuevo Mégane de un nivel de confort muy elevado que permite recorrer largas distancias de manera confortable y sin apreciar casi síntomas de fatiga. El reglaje del volante en altura y en profundidad alcanza los 45 mm de variación posible. Por todo ello, las sensaciones tanto a los mandos como viajando de pasajero son propias de una berlina de tamaño superior, gracias a un eficaz trabajo de insonorización, a la suficiente holgura y espacio para codos, espalda, piernas y cabeza (altura al techo), y a los numerosos huecos y espacios para guardar objetos, cosa que se siempre es de agradecer. A nivel de capacidad de carga, ofrece un volumen destacable, entre los mejores de su categoría, con un total de 405 litros (372+33 de espacio oculto bajo el piso del maletero), un 23% más que la anterior generación.

Un modelo que nace con aspiraciones de conquistar a un amplio abanico de públicos debe venir acompañado de una oferta mecánica que ofrezca alternativas para todas las necesidades. Así es como Renault ha conformado la gama de motores; con seis alternativas diferentes, todas ellas caracterizadas por una alta eficiencia y un elevado rendimiento pero confirmando la tendencia que cada vez plasman más fabricantes: la reducción de cilindrada y potencia para combatir el consumo y las emisiones. La carrocería de cinco puertas sale a la venta con tres propulsores de gasolina y tres diésel. Los de gasolina son el 1.6 de 100 CV, el 1.6 de 110 y un dos litros Tce (Turbo Control Efficiency) de 180 CV. Mientras que los diésel son el 1.5 dCi de 85 caballos, el 1.5 dCi de 105 caballos y el 1.9 dCi de 130 caballos. Posteriormente las posibilidades de elegir motorización se ampliarán con la llegada de nuevas variantes de gasóleo (dCi 110 FAP, dCi 150 FAP Automático y dCi 160 FAP), En cuanto a los gasolina, la oferta también crecerá con otra variante Turbo (TCe de 130 CV) y un 2.0 16 V de 140 CV asociado a una transmisión automática CVT. Las cajas de cambio son todas manuales de 6 velocidades y de 5 en el caso de las motorizaciones menores (tanto diésel como gasolina).

Como era de esperar en uno de los líderes de su segmento, el Mégane ofrece un comportamiento ejemplar y unas prestaciones dinámicas a la altura de las expectativas sugeridas por su diseño. Precisión, seguridad y nobleza de reacciones definen la conducción del nuevo compacto francés. Además de un chasis nuevo y una nueva configuración de suspensión delantera y trasera, que limita los movimientos y los balanceos de la carrocería en curva, el Mégane estrena también una dirección asistida eléctrica totalmente nueva que se caracteriza por ofrecer una precisión de guiado mayor gracias a la disminución de la relación de desmultiplicación. Con estas modificaciones, "inscribir" el coche en una curva es más fácil y, a su vez, la transmisión de la información proveniente de la carretera es más completa para el conductor. La reactividad de la gestión de la dirección garantiza el 90% de la asistencia solicitada en tan solo 0,2 segundos, es decir, unas prestaciones dos veces superiores a las del anterior Mégane. Todos estos factores ofrecen como resultado un confort de marcha y unas sensaciones de conducción dignas de un líder que está llamado a ser nuevo referente de la categoría.

Renault es un ejemplo en cuanto a seguridad activa y pasiva; la dedicación material y económica y los recursos destinados por el fabricante francés para mejorar este apartado en sus modelos es difícilmente comparable a las de otras marcas. Auténtica abanderada de la seguridad, la firma gala -con más vehículos con cinco estrellas EuroNCAP que la gran mayoría de fabricantes- vuelve a ser la referencia con el Mégane. Así por ejemplo, el Mégane incorpora (según equipamientos y versiones) un sistema de vigilancia de la presión de los neumáticos, encendido automático de faros, activación de los limpiaparabrisas así como un limitador regulador de velocidad. Entre la tecnología disponible para mejorar la visibilidad se encuentran también los faros direccionales bixenón con orientación de las luces de cruce en viraje, que mejoran el relieve de la carretera al acentuar la iluminación lateral. En materia de seguridad activa, equipa de serie ABS con repartidor electrónico de frenada y Ayuda a la Frenada de Emergencia de serie. A estos dispositivos se le añade el control de estabilidad ESC con función de control de subviraje (CSV) para hacer frente a situaciones de conducción difíciles o de emergencia. Por lo que se refiere a la dotación de dispositivos de seguridad pasiva, destacar las zonas de deformación programada, para absorber la energía en caso de choque con el fin de preservar mejor la integridad del habitáculo, y sobre todo el airbag anti deslizamiento o PRC (Pelvis Restrain Cushion); un dispositivo posicionado en el asiento del conductor y en el del pasajero delantero que complementa el papel pasivo del sistema anti submarinado. El principio de funcionamiento de este sistema es idéntico al de un airbag aunque no se encuentra jamás en contacto con el ocupante. En el momento del choque, la activación provoca el hinchado del airbag, limitando así el desplazamiento y la rotación de la cadera.

No cabe duda de que nos encontramos ante un producto que atesora unos niveles de calidad de fabricación y fiabilidad inéditos hasta la fecha en la gama Renault. Es fácil apreciar que en el desarrollo de la nueva familia Mégane se ha aplicado un cuidado particular en los procesos de diseño y ensamblaje de todas las piezas del coche, tanto de sus componentes exteriores como de los interiores. A simple vista ya se ve la reducción de tolerancias de la carrocería, montantes, trampilla de combustible, etc. Los paragolpes delantero y trasero integran de forma casi imperceptible los radares de proximidad y el techo se ensambla a los laterales de la carrocería mediante soldadura láser con el fin de suprimir los embellecedores de techo. Todos estos detalles dan una idea de que es un vehículo realmente avanzado en el que se ha empleado la última tecnología disponible. La calidad de los materiales interiores también ha sido objeto de un meticuloso análisis para lograr los mejores resultados: revestimientos suaves al tacto, encajes perfectos y ergonomía y funcionalidad como criterios fundamentales de diseño. Ante tales argumentos, es difícil encontrar propuestas más completas en su categoría, teniendo en cuenta su gama de precios y su equipamiento.