Su tamaño, 3,83 m de largo, se encuentra a mitad de camino entre un Renault Twingo, 3.6 m., y un Clio, 4,03 m. A diferencia de estos su capacidad es únicamente para dos personas, aunque ello no le hace renunciar a un maletero aceptablemente amplio, 270 l. prácticamente la misma capacidad que un Clio. Un volumen de carga que además no mengua ni un solo litro cuando escondemos el techo duro del Wind. El secreto radica en que para plegarse gira sobre si mismo quedando oculto bajo la cubierta exterior del maletero y no dentro de éste dividido en varias secciones, como ocurre en otros vehículos que incorporan soluciones de techo duro escamoteable similares. Claro que la parte de techo que el Wind deja al descubierto es menor. Hay dos opciones de motorización, ambas de gasolina, 100 y 133 CV. Los precios de la gama Wind son:18.100 euros el Wind con motor de 100 CV y 18.700 el de 133. La versión probada incluía extras, como las llantas de aluminio de 17", rueda de repuesto tradicional en vez de solo un kit reparapinchazos, climatizador, equipo de audio con MP 3, mandos en el volante, etc, así que su precio asciende hasta los 19.817 euros. Apuntaremos que actualmente todas las versiones están en promoción y tienen un descuento que oscila entre los 800/850 euros.
Diseño exterior
Diseñado para seducir, dice su publicidad. El Wind aúna líneas ágiles, que expresan dinamismo y robustez, con una silueta deportiva y desinhibida. Su capó queda inclinado hacia adelante y la línea lateral de su cintura, combinada con otra más corta dispuesta en paralelo en la parte inferior de las puertas, copia el mismo ángulo de éste para finalizar en los pilotos traseros. Muy avanzados lateralmente en las aletas, reproducen también en su contorno de plástico esa línea de cintura hasta conducirla a la zaga. Zona en la que se esconde el techo abatible y que se ve rematada con un vistoso alerón que simula estar apoyado en los pilotos posteriores. Unos altos pontones laterales ocultan las dos jorobas que, como una prolongación de los reposacabezas, se dibujan tras ellos en la carrocería.
Habitabilidad
El Wind aprovecha la plataforma del Clio 2 RS y los genes deportivos de esa versión se propagan también por el interior de su habitáculo. De muestra un botón: el cuadro de relojes copia el planteamiento, diseño y disposición de los relojes, de las motocicletas deportivas. Para hacer más próxima esa similitud, además va rematado en la zona superior por una visera traslúcida que simula una cúpula de carenado. Entre tanto los asientos, con los reposacabezas integrados, aportan gran sujeción lateral y colocan bien las caderas pero sin limitar los movimientos. Ese "cockpit" deportivo se completa con un pedalier de aluminio y un volante de tres radios.
El habitáculo no es espacioso ni especialmente bien aislado, algo, esto último, que parece querer reflejar el carácter rebelde y libre del Wind. Lleva repartidos varios compartimentos guardaobjetos, uno de generosas dimensiones detrás de los respaldos. El maletero tiene un volumen útil de 270 litros de capacidad, pero eso sí, las dos barras de refuerzo del chasis monocasco que lo ciegan parcialmente, limitan un poco la disposición del equipaje.
La visibilidad trasera está ciertamente limitada por la baja postura de conducción y las reducidas dimensiones de la luna posterior.
Mecánica
Como ya apuntábamos, para el Wind, de momento, hay solo dos opciones de motor, ambos de gasolina y con caja de cambios manual de cinco relaciones. Un tetracilíndrico con turbo de 1.149 cc que alcanza 100 CV a 5.500 rpm y que ofrece unas prestaciones de 190 de velocidad máxima, 0 a 100 en 10,5 segundos y declara un consumo medio de 6,3 litros a los 100 km. Mientras que la otra opción, la que hemos probado, es también tetracilíndrico pero de 1.598 cc . En su caso sin turbo y con una potencia que asciende hasta los 133 CV a 6.750 rpm. En cuanto a prestaciones y consumos estas son sus cifras: velocidad máxima 201 km/h, 0 a 100 en 9,2 segundos y firma un consumo de 7 l. a los 100 km. Ambos modelos cuentan con dirección con asistencia eléctrica variable.
Comportamiento
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Su comportamiento en carretera es muy neutro, pisa muy bien y mantiene la trazada. Pesa unos 1.100 kg en orden de marcha. Además vira muy plano y permite cambiar de trayectoria -su dirección incorpora asistencia eléctrica variable- con mucha agilidad y sin esfuerzo. Y eso a pesar de las generosas dimensiones de las llantas de 17" opcionales en este caso. Los dos motores del Wind son de 16 válvulas, y como suele ser lo habitual en los multiválvula respiran mejor a regiímenes altos. Por encima de las 4.800 rpm. en el caso de este 1.6 l. Lo que sorprende es que, sin ser muy fino en medios por el efecto "turbo", ya en su gama baja ofrece un empuje honesto. Que aparece a partir de las 1.100 rpm.
El tacto del cambio resulta algo tosco pero se muestra muy preciso. Una relación más sería bien recibida y ayudaría a bajar el consumo, 7,9 l. de media en nuestra prueba.
Nos gustó especialmente el comportamiento y respuesta de las suspensiones, que sin pecar ni de duras ni de blandas, filtran bien las imperfecciones del asfalto y sujetan perfectamente al coche. Un compromiso difícil de equilibrar que también contribuye a disfrutar de la conducción a cielo abierto. Algo que, una vez retirado el cierre de seguridad, tarda apenas 12 segundos en materializarse. Ver como su techo rota sobre si mismo para luego quedar oculto por la tapa del maletero es una maniobra que despierta curiosidad... y hasta envidias.
Seguridad
De serie cuenta con airbag frontales, de cortina y de tórax , control de estabilidad (ESP), regulador/limitador de velocidad, ordenador de abordo, dirección asistida eléctrica, etc.
Y opcionalmente se puede pedir con llantas de aluminio de 17", rueda de repuesto convencional, tapicería de cuero con asientos calefactables, sensor de lluvia y luces, sensor de parking trasero, navegador Tom Tom, etc
Valoración
El Wind es ante todo ágil y muy fácil de conducir. Cada vez que te subes en él compruebas que es uno de esos coches que transmite. Y por su configuración se puede disfrutar en solitario o a dúo, aunque hay que reconocer que su habitáculo es rumoroso y algo estrecho. Aún siendo de talla menuda resulta fácil tocarse codo con codo. Es una pena que el volante solo sea regulable en altura, esto hace que cueste un poco encontrar la perfecta postura de conducción.
Con una capacidad de maletero más que suficiente para largas escapadas, su techo rígido plegable soluciona con gracia y efectividad -y llama mucho la atención la maniobra de plegado/desplegado- ese problema de reducción de espacio para bultos que suelen tener los cabrios con techo duro escamoteable. Aunque a decir verdad el Wind es más un targa que un cabrio. Por otro lado es un coche sin edades ni sexos, aunque es probable que el público que más encandile sea joven.
A cuanto el caballo .Es comprar una carrocería , sin caballos .Parece que o corre , o bonito si lo quieres todo junto 25.000