Seat Ateca FR 2.0 TSI 190 CV: La combinación definitiva

Nos ponemos al volante de la versión más potente y mejor equipada del Seat Ateca, con motor de gasolina de 2.0 litros, 190 CV, cambio automático DSG de doble embrague con 7 relaciones, tracción a las cuatro ruedas y con el grado de equipamiento más alto FR. Vamos, que no hay un Ateca más caro y mejor equipado que éste (sin tener en cuenta al Cupra Ateca y el FR Plus). Tiene un precio base de 38.140 euros, sin contar los extras adicionales y sin aplicar el descuento de la marca… ¿Son muchos euros para un Ateca? Veamos…

No es la primera vez que pasa un Seat Ateca por la redacción de coches.net, es más, probablemente sea el modelo que más veces hemos probado durante los dos últimos años. Es lo que tiene cuando una marca confía tanto en su producto y nos ofrece tantas facilidades a la hora de probarlo con distintos motores y acabados…

Lo cierto es que, dinámicamente, el Seat Ateca es el mejor SUV compacto del mercado. Sin discusión. Así os lo hemos hecho saber cualquiera de los probadores de coches.net que hemos tenido la oportunidad de conducirlo. Podéis leer todas nuestras impresiones pinchando en este enlace en el que encontraréis todas las noticias, pruebas y comparativas en las que aparece el Seat Ateca: Todo sobre el Seat Ateca

La lista de rivales con los que compite es cada vez más larga y extensa, así que me voy a limitar a citar algunos de su competencia a modo orientativo: el Peugeot 3008, el Skoda Karoq, Ford Kuga, Nissan Qashqai, Opel Grandland X, Kia Sportage o Hyundai Tucson, entre otros.

No hay duda de que el acabado FR le aporta un toque distinto al Ateca. Los detalles que incorpora a su carrocería son sutiles pero suficientes como para destacar su presencia por encima del resto de grados de equipamiento. Partimos de un modelo bonito, con líneas rectas en toda su carrocería y bastante anguloso en sus pliegues. Seat se ha sacado un diseño que ha cuajado bien entre el público y ahora, con el FR, va un paso más allá.

Lo primero que resalta sobre el resto son los bajos pintados del mismo color de la carrocería. Estas piezas de plástico que en el resto de la gama Ateca son de color negro, en este caso adquieren la misma tonalidad Rojo Velvet con la que estaba decorada esta unidad de pruebas. Incluso el protector inferior delantero también está acabado en color.

La parrilla y las entradas de aire de la versión FR también son distintas respecto a la convencional. Su estilo tipo panal de abeja y el acabado negro brillante le otorgan un diseño un poco más deportivo al frontal. Como en todos los acabados FR, el logotipo diferenciador se sitúa en un lateral de la parrilla. También se añade un nuevo alerón de techo trasero estilo “Cupra” más prominente y con los aletines aerodinámicos negros en los laterales de la luneta trasera.

Entre el equipamiento de serie se incluyen las llantas de 18 pulgadas, los faros delanteros completamente en LED y las ventanillas traseras oscurecidas que le añaden aún mayor énfasis al conjunto. Además, esta unidad que nos ha cedido Seat acude al catálogo de opcionales para añadir unas espectaculares llantas de 19 pulgadas (821 €), el paquete exterior cromado (260 €), que incluye las barras del techo y los marcos de las ventanillas cromados, así como el color Rojo Velvet para la carrocería (572 €).

El interior está acabado en color negro tanto para el salpicadero, como en la zona del techo, de los pilares y, por supuesto, en los asientos. El negro se combina con sutiles detalles más deportivos como el pespunte rojo que acompaña a los asientos, al volante y a la palanca del cambio de cuero, o el dichoso Negro Piano que decora la consola central.

El volante es un poco más deportivo que el convencional, y aunque son prácticamente idénticos, éste añade la zona inferior plana y el logotipo FR en la parte baja. También se incluyen de serie los pedales deportivos de aluminio, que en otros acabados son opcionales, los asientos que combinan la parte interior de Alcantara con la exterior de cuero y los umbrales de las puertas de aluminio con el logo FR.

Lógicamente no hace falta profundizar demasiado más ya que el resto, tanto los materiales como los acabados o la habitabilidad, es exactamente igual al de un Ateca convencional.

Esta versión es una Ateca FR, pero como máximo exponente dentro de la gama Ateca se sitúa el acabado FR Plus, el cual incluye de serie, entre otros elementos, el Digital Cockpit, que es el cuadro de instrumentos digital con una pantalla de 12,3 pulgadas, y otros elementos que en el FR son opcionales y aquí están incluidos dentro del equipamiento de serie con una ventaja de precio favorable para el cliente.

El Seat Ateca tiene un habitáculo sencillo, pero a la vez agradable. Bien acabado y con buena sensación de calidad. También es cierto que todo es mejorable, como el ajuste de algunos plásticos de la zona inferior del salpicadero o, quizás, un poco la habitabilidad trasera, pero en global es un producto diseñado para gustar a la gran mayoría.

El maletero tampoco es de los más espaciosos de la categoría, pero sus 485 litros de capacidad se antojan como una cifra más que aceptable que podremos utilizar prácticamente al completo, debido a que no ofrece unas formas demasiado complejas para distribuir bien la carga. Bajo el piso encontramos una rueda de repuesto de tipo temporal que se paga aparte (104 €) y que es de obligada elección si se escoge el sistema de navegación plus (385 €), el cual añade también el Seat Sound System de 9 altavoces y un subwoofer con el amplificador situado en el centro de la rueda de repuesto. Además, con el acabado FR se incluye la apertura eléctrica del portón y la activación sin manos pasando el pie por debajo del paragolpes trasero.

Esta mecánica se sitúa como la opción más potente en gasolina, sin tener en cuenta al Cupra Ateca. Se trata de una evolución del conocidísimo motor de 2.0 litros del Grupo Volkswagen que en esta ocasión ofrece 190 CV y 320 Nm de par máximo disponibles desde tan sólo las 1.450 rpm y constante hasta las 4.200 rpm.

Esta mecánica, con desconexión de cilindros en fases de baja demanda, se asocia únicamente al cambio automático de doble embrague DSG de siete relaciones y viene con tracción a las cuatro ruedas 4 Drive.

Según su ficha técnica, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 212 km/h. Por otro lado, el consumo medio homologado según ciclo NEDC es de 7 l/100 km, una cifra que sólo puede lograrse en vías rápidas cuidando el acelerador. Durante nuestra prueba conseguimos una media de 8,5 l/100 km combinando trayectos de ciudad, carretera y autopista sin usar el modo “Eco” que suaviza la entrega.

Es un motor que se muestra potente y lleno en cualquier rango de revoluciones. Empuja bien desde muy abajo y se estira con bastante facilidad hasta poco más de las 6.000 rpm. Es, por lo tanto, una mecánica que siempre responde sea cual sea el rango de revoluciones que llevemos, destacando sobre todo unas buenas recuperaciones.

Sin embargo, pese al buen rendimiento que ofrece, se percibe extremadamente plano en la entrega de potencia, por lo que la sensación de aceleración queda bastante disimulada. Digamos que le falta un poco de patada, pero en la práctica el coche corre mucho y en un abrir y cerrar de ojos te das cuenta de que te podrías haber ganado una multa sin apenas darte cuenta.

El cambio DSG de doble embrague con 7 relaciones funciona a las mil maravillas. No será la primera ni la última vez que diga que esta transmisión me encanta por su suavidad a la hora de engranar marchas. Es rapidísima subiendo y si hace falta es capaz de saltarse algunas marchas a la hora de reducir si así se lo indicamos apretando a fondo el acelerador.

Tenemos a nuestra disposición levas en el volante para su gestión en modo secuencial. Del mismo modo podemos usar la palanca del cambio dándole toquecitos si así lo preferimos. Como punto negativo le achaco la falta de una posición del cambio “sport”, la cual sólo podemos elegir con el modo de conducción más deportivo o configurándolo a nuestro gusto con el modo “Individual”. Ante una conducción más deportiva y en modo secuencial, en alguna ocasión ha tardado en reaccionar ligeramente a la hora de pedir una reducción de marcha.

El Seat Ateca se ha ganado por derecho propio el ser considerado uno de los SUV compactos más dinámicos del mercado. Y en mi opinión es el que mejor va dinámicamente hablando. Ofrece unas prestaciones prácticamente de turismo en una carrocería SUV que no había experimentado hasta que lo probé. Todo ello, gracias en gran parte a un chasis más deportivo que el de su competencia y a un tarado de suspensiones un poco más firme de lo normal.

No es el SUV más cómodo del mercado, eso está claro, para ello debería montar una amortiguación más blandita que filtrase cualquier bache o irregularidad de la calzada, pero el nivel de estabilidad en curva es cuanto menos sorprendente. Las llantas de 19 pulgadas reducen el perfil del neumático y por ello puede sentirse un poco más “incómodo” en firmes que no estén perfectamente asfaltados.

Si a todo ello le sumamos que este Ateca FR cuenta de serie con la tracción a las cuatro ruedas 4 Drive, el nivel de agarre que presenta es soberbio. Mucho hay que forzarlo para lograr hacer patinar alguna de sus ruedas, y por supuesto desconectar las ayudas a la conducción. Si no lo hacemos es imposible buscarle las cosquillas al coche ya que éstas actúan con muchísima facilidad y rapidez.

Con el selector giratorio que se sitúa por detrás de la palanca del cambio y junto al freno de estacionamiento eléctrico podremos elegir el modo de conducción que mejor nos convenga. Estos modos son los clásicos Eco, Normal, Sport e individual, al que se le añaden dos nuevos modos, el de tierra y el de nieve, que nos ayudarán a mejorar las prestaciones de la tracción 4 Drive cuando circulemos por caminos o con condiciones climatológicas adversas.

En resumen, el motor de 2.0 litros le sienta como anillo al dedo a este Ateca FR con vocación deportiva. Dudo mucho que se le pueda encontrar alguna pega a su rendimiento, quizás sí en el apartado del consumo, que es un poco elevado, pero la excelente simbiosis que hace con el cambio DSG y la tracción 4x4 lo hacen una opción realmente atractiva para el cliente que busque un Ateca aún más deportivo sin dar el salto al Cupra Ateca.

Es difícil de entender esto cuando estamos hablando de un SUV, pero el Ateca se encuentra más cómodo en carreteras secundarias que en autopista. Se comporta como un turismo, con poco balanceo de la carrocería, con un feeling de la suspensión un poco duro, con un paso por curva rápido y seguro y con una capacidad de tracción excelente.

Esto no significa que no vaya bien en autopista, porque no es así, va fantástico, pero en este caso no es tan cómodo como un Peugeot 3008 o incluso un Skoda Karoq que están más enfocados al confort de los ocupantes.

Si le vamos a dar un uso extensivo fuera del asfalto, mi recomendación sería no elegir el acabado FR, ni tampoco sus llantas de 19 pulgadas opcionales que montaba esta unidad. Con menos pulgadas ganamos en filtración y los protectores pintados en este caso pueden quedar arañados con facilidad. Sin embargo, la capacidad de tracción en tierra que presentó esta unidad fue bastante buena teniendo en cuenta que montaba un neumático completamente asfáltico.

El precio base de este Ateca FR 2.0 TSI 190 CV 7DSG 4Drive es de 38.619 euros. En el momento de realizar esta prueba la firma española ofrece un descuento de 4.500 euros sujeto a la financiación. Por lo tanto, el precio base con el descuento aplicado es de 34.119 euros.

El nivel de equipamiento FR es el más alto disponible, sólo superado por el FR Plus que añade algún extra con un sobrecoste más beneficioso para el comprador. El acabado FR ofrece entre su equipamiento de serie algunos elementos tan interesantes como: el sistema multimedia con navegación y ocho altavoces, las cámaras frontales, laterales y de marcha atrás, la apertura y arranque sin llave, el detector de fatiga, asistente de detección de vehículos en el ángulo muerto, mantenimiento de carril, faros LED, apertura del portón trasero eléctrica, asistente para las luces de carretera, sensor de luz y lluvia, regulador de distancia con el coche precedente y función de seguimiento, limitador de velocidad y los cristales tintados entre muchos otros.

Además, también podemos acceder al catálogo de opciones para acabar de completar el Ateca FR a nuestro gusto. Esta unidad equipa como elementos opcionales: color Rojo Velvet (572 €), llantas de 19 pulgadas (821 €), Sistema de Navegación Plus (385 €) con pantalla de 8 pulgadas, Seat Sound System con 9 altavoces y subwoofer y conectividad Full Link, rueda de repuesto de emergencia (104 €), cargador por inducción para el smartphone (208 €), Pack Winter (416 €) con calefacción para los asientos, Pack Exterior Cromado (260 €) con las barras del techo y los marcos de las ventanillas cromados y el Advanced Comfort & Driving Pack Plus (104 €) con asistente de atascos, asistente de emergencia, control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales de tráfico, sistema de protección de peatones y detector de ángulo muerto. Todo ello suma una cifra de 2.870 euros en equipamiento opcional.

Por lo tanto, el Seat Ateca FR que nos ha cedido amablemente Seat para realizar esta prueba tiene un precio de 41.010 euros sin descuento que, una vez aplicado, se queda en 36.510 euros. Nos plantamos en seis millones de las antiguas pesetas para un SUV compacto generalista. Un precio que se sitúa donde ya empieza la gama de modelos "premium" con un nivel de potencia similar. ¿Cuál es la diferencia? Que aquellos, los "premium", por este precio, van con un equipamiento un poco pobre y en el caso del Seat, éste Ateca FR está completamente equipado. Puestos a gastarse esta suma de dinero, qué prefieres ¿Un Ateca completamente equipado o un "premium" justito? Aquí que cada uno saque sus conclusiones...