Seat Ibiza 1.0 EcoTSI 95 CV Xcellence

La quinta generación del utilitario superventas de la marca de Martorell ha dado un gran paso respecto a la anterior en términos de habitabilidad, de tecnología e incluso de comportamiento dinámico. Todo ello, incluyendo además su nuevo diseño, acerca considerablemente el Ibiza al León y lo reafirma una vez más como una de las grandes referencias del segmento de los utilitarios. Para esta prueba, la versión escogida ha sido la movida por el motor 1.0 de gasolina de 95 CV asociado al cambio manual de cinco marchas.

Este conjunto se distingue por un remarcable grado de eficiencia y es una de las opciones más interesantes para los conductores que no suelan viajar con el coche a plena carga. El precio de serie de esta variante, en acabado Xcellence, es de 18.420 euros que, si sumamos los numerosos opcionales de la unidad probada, asciende a 21.570 euros. Sin embargo, gracias al descuento comercial aplicado actualmente por Seat para el nuevo Ibiza, el precio con estos extras puede quedarse en 18.370 euros. Entre los innumerables rivales del Ibiza se encuentran modelos como el Renault Clio, el Ford Fiesta o el Opel Corsa . Aquí tienes un videocomparativo entre ellos.

La reciente renovación total del icono de Seat ha venido acompañada de importantes novedades desde el punto de vista estético. En cualquier caso, después de un rápido vistazo recuerda de forma significativa, puede que incluso excesiva, a su hermano León. Para empezar, hay que señalar que el Ibiza es más ancho que su antecesor. Este factor le aporta un “look” general más dinámico y deportivo.

Al igual que el León, está integrado en la firma visual de Seat con elementos ya tan característicos como los faros Full Led (opcionales, por 590 euros). También cabe señalar las nervaduras que recorren el capó y que se encargan de resaltar el logotipo de la marca.

Cuando se analiza su silueta se comprueba que los diseñadores de la marca de Martorell han generado unos voladizos cortos y una importante distancia entre ejes. La zaga del coche se caracteriza por contar con unos pilotos de menor tamaño al compararlos con la anterior generación. Las líneas de diseño de esta zona del vehículo se encargan de acentuar la sensación visual de anchura. En la unidad probada, hay que destacar la presencia de pintura metalizada opcional (430 euros) y las llantas opcionales de aleación de 16 pulgadas (450 euros).

Una vez en el habitáculo se ve claramente el paso al frente en lo que respecta a calidad de acabados gracias a la utilización de mejores materiales y más agradables al tacto. Por su parte, el puesto de conducción se distingue por ser espacioso, confortable, ergonómico y con un asiento que ofrece una buena sujeción del torso en todo momento.

Uno de los apartados prioritarios para Seat a la hora de desarrollar el nuevo Ibiza ha sido el de la conectividad. Por este motivo, en este acabado Xcellence viene de serie el sistema Mirror Link, compatible para smartphones Apple y Android. Asimismo, esta versión permite escuchar música en streaming y puede equipar un cargador inalámbrico para teléfonos inteligentes.

El aumento de la distancia entre ejes comentado anteriormente es un punto a favor en materia de habitabilidad para la segunda fila. Y es que ello se traduce en un mayor espacio para las rodillas para los pasajeros que viajen en ella. Esta zona es más adecuada para dos adultos que para tres pero hay que señalar que la mayor anchura del vehículo permite que un eventual ocupante de la plaza central cuente con un espacio aceptable.

Por su parte, la capacidad del maletero también ha mejorado, por lo que ahora brinda 355 litros. Se trata de uno de los volúmenes más amplios de la categoría y, además, es posible colocar la bandeja del fondo de maletero a dos alturas distintas.

Entre el amplio equipamiento de esta terminación Xcellence se encuentran airbags frontales, laterales y de cabeza, control de velocidad de crucero, detector de fatiga, seis altavoces, entradas USB y Aux-in, Bluetooth, volante multifunción de piel, asistente de arranque en pendiente, Front Assist con frenada de emergencia en ciudad, faros antiniebla con función cornering, programa electrónico de estabilidad y climatizador automático bizona.

Esta unidad, por su lado, aporta opcionales como paquete estético Gloss Pack (130 euros), sensores de parking delanteros y traseros (150 euros), Winter Pack con calefacción asientos delanteros y eyectores calefactables (350 euros), sistema de infoentretenimiento Media System Plus con navegador y pantalla a color de 8 pulgadas (930 euros) y programa de modos de conducción Seat Drive Profile (120 euros).

Actualmente, la gama mecánica del nuevo Ibiza está compuesta por un solo motor de gasolina de 1 litro y de tres cilindros que se encuentra disponible en tres potencias distintas. La de acceso es la versión de 75 CV y que la más potente ofrece 115 CV, mientras que para esta prueba la escogida ha sido la intermedia, de 95 CV. Este propulsor, que proporciona un par máximo de 175 Nm entre 1.500 y 3.500 rpm, se distingue por su buen grado de suavidad. Su funcionamiento es agradable y, teniendo en cuenta su par y su potencia, recupera de forma bastante satisfactoria gracias a su buena elasticidad.

Brinda lo mejor de sí mismo a partir de las 2.000 rpm pero ello no le resta capacidad prestacional. De hecho, con un 0 a 100 de 10,9 segundos y una velocidad máxima de 182 km/h, se encuentra entre los mejores de su clase en este ámbito a igualdad de cilindrada y potencia. El motor está asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, única alternativa disponible junto a esta mecánica. Sus desarrollos, unidos a la comentada elasticidad del motor no obligan a estar cambiando constantemente de marcha.

Lo que sí hay que tener en cuenta es que, en caso de viajar con el coche muy cargado habitualmente sería preferible decantarse por la versión de 115 CV para contar con algo de ímpetu adicional. Por otro lado, una de las grandes virtudes del motor es, sin duda, su eficiencia, con un consumo medio homologado de 4,7 litros cada 100 km. El registro una vez finalizada la prueba fue de 5,9 litros, una cifra igualmente ambiciosa y que muestra su buena capacidad de ahorro de combustible.

Desde el punto de vista dinámico, Seat ha hecho un muy buen trabajo con la nueva generación del Ibiza. Y es que el automóvil proporciona un excelente equilibrio entre confort y estabilidad. Por ciudad se caracteriza por una notable maniobrabilidad que hace muy sencilla su conducción. Cuando llega la hora de abandonar las zonas urbanas para introducirse en autopista, demuestra un importante aplomo y un confort de marcha que recuerda a modelos de segmentos superiores.

Y el utilitario no se amilana al afrontar sucesiones de curvas, pues pone de manifiesto una remarcable agilidad que permite extraer un cierto carácter deportivo. El tacto de la dirección es preciso y directo, lo que contribuye a obtener una buena sensación de control por este tipo de vías. Si la conducción dinámica es nuestra prioridad, es preferible no obstante escoger la motorización de 115 CV que, a diferencia de la probada, sí puede asociarse al acabado FR, dotado de una suspensión algo más firme y una altura al suelo algo menor.

El equipo de frenos de este Ibiza en terminación Xcellence se comporta de forma efectiva y detiene el vehículo satisfactoriamente y con la suficiente intensidad. Pero no hay que pasar por alto que en la comentada versión FR (con motor de 115 CV) la frenada es aún más contundente gracias al hecho de contar con discos en ambos ejes. En la unidad de pruebas, el vehículo monta discos en el eje delantero y tambores en el trasero.

En definitiva, la nueva generación del emblema de Seat ha aterrizado subiendo un peldaño en todos los aspectos, acercándose mucho a su hermano mayor, el León. Un interior más habitable se une a una mayor conectividad, mejores acabados y a un comportamiento dinámico basado en un acertado compromiso entre comodidad y estabilidad.