Seat Ibiza 1.4 16v 85 CV 5p Reference

La llegada del nuevo Ibiza a Seat ha supuesto un salto cualitativo en longitud y calidad respecto a la anterior generación, sin menoscabar su virtuosa capacidad dinámica. Sencillo, pero muy bien hecho, el utilitario de la marca española ha llegado a su punto de madurez, con la que plantar cara en un competido segmento. La última edición del renovado Ibiza ha entrado con fuerza en el segmento de los utilitarios con un renovado diseño y nueva plataforma con la que acompañar a todo un viejo conocido en materia mecánica de la anterior generación como es la versión que nos atañe: 1.4 gasolina de 85 CV. Su notable evolución, que comentaremos con más detalle en la prueba realizada, da buena cuenta de hasta dónde ha estado dispuesto a esforzarse la marca española para hacer de su afamado benjamín uno de los modelos más exitosos de su segmento a lo largo de su dilatada historia. Prueba de ello son los cuatro millones de unidades vendidas desde que en aquel verano de 1984 viera la luz rodeado de una gran expectación el primer modelo de la marca.

Diseño exterior

Su nueva estética, obra del diseñador Luc Donckerwolke (ex diseñador de Lamborghini) ha sido todo un acierto, desde nuestro punto de vista, ya que sorprende por su línea agresiva y llamativa, a través de trazos geométricos simples y marcados. Llama la atención su perfilado frontal en forma de punta de flecha con la ópticas rasgadas y la amplia parrilla. En la zaga, sus grupos ópticos marcan el arranque de las líneas deportivas que presiden su lateral.

Habitabilidad

La adopción de una nueva plataforma ha llevado a incrementar el tamaño del Ibiza hasta los 4,05 metros de longitud, cifra que afecta directamente a la capacidad de maletero, que con 292

litros se convierte entre los mejores de su clase. Además cuenta con la gran ventaja de esconder en su fondo una rueda de repuesto de tamaño convencional, todo un acierto a la hora de sufrir un eventual pinchazo. Sin embargo, el incremento de longitud y de anchura de vías no ha influido en una mejora de la habitabilidad respecto a la anterior generación presentando unas cotas similares, que bien podríamos calificar de correctas tanto en la distancia para las piernas de las plazas delanteras como en las traseras. El puesto de conducción es francamente bueno gracias al generoso reglaje en altura y profundidad del volante, así como la regulación en altura de un asiento al que solo echamos en falta la regulación del apoyo lumbar.

Mecánica

Su discreto propulsor 1.4 litros de gasolina de 85 caballos sin destacar en prestaciones se muestra ideal tanto para moverse por ciudad como para circular por autopista, ya que ofrece una buena respuesta a cualquier régimen, sobre todo entre las 3.500 y 5.000 vueltas. Estirarlo más allá de las 5.000 vueltas no merece la pena, pues no supone un mayor rendimiento de la mecánica. Donde no se muestra tan resolutivo es a la hora de efectuar un adelantamiento, ya que obliga a hacer un uso más intensivo del cambio para encontrar su máximo rendimiento. Dicho motor se encuentra asociado a un cambio manual de cinco velocidades rápido, preciso y de agradable tacto, con un escalonamiento correcto en sus desarrollos. No obstante el quinto desarrollo se muestra algo más largo, ya que contribuye a contener el consumo. Gasto que se situó a lo largo del recorrido tanto en vías urbanas como interurbanas y carreteras secundarias en unos 7,5 litros/100 km de media.

Comportamiento

El estreno de una nueva plataforma - idéntica a la que monta el Volkswagen Polo -, de menor peso que la portada por la anterior generación, una recalibrada dirección electrohidráulica, que elimina vibraciones y reduce los esfuerzos de maniobra y la revisión de "silent-blocks" (puntos de unión entre las suspensiones y el chasis) con la adopción de nuevos amortiguadores Sachs y una nueva pletina en el conjunto muelle-amortiguador proveniente del León, que corrige la posición y el guiado del muelle mejorando su eficacia ha permitido ganar en calidad de pisada y eficacia dinámica.

Cualidades a las que se suma una agilidad y aplomo propia de un coche más grande. Gran parte de culpa lo tiene el tarado de la suspensión, ya que de los dos disponibles: uno más confortable y otro más deportivo, nuestra unidad testeada optaba por el segundo, que incorporaba muelles y amortiguadores un 15 por ciento más rígidos que la versión confort, una estabilizadora de mayor tamaño y un tren delantero con silent-blocks diferentes. Todo ello se suma a una dirección que endurece su grado de asistencia causándonos una grata sorpresa por su tacto y gran precisión. Sobre la carretera el Ibiza se muestra obediente ante cualquier tipo de curvas, con un tren delantero obediente en el guiado y un progresivo tren trasero que ayuda a redondear la trazada. Además la suspensión, sin llegar a pecar en exceso de dureza muestra un correcto compromiso entre confort y dinamismo. Tan buena es la capacidad de su chasis que llega a ensombrecer a esta voluntariosa mecánica. Además el control de estabilidad - de serie en toda la gama - apenas trabaja, ya que el coche obedece a las indicaciones que le marcamos desde el volante. Tan sólo cuando exigimos en exceso rozando el límite de adherencia corta cualquier amago de subviraje o sobreviraje.

Seguridad

Como ya hemos señalado el Ibiza incluye en todas sus versiones y acabados el control de estabilidad de serie - no desconectable - que lleva aparejado el control de tracción (TCS), además de la ayuda a la frenada de emergencia. También es digno de mención como parte del equipamiento estándar el sistema de ayuda para arranque en pendiente - que se muestra algo retardado y brusco en su funcionamiento -, el control de presión de neumáticos o la iluminación diurna. Ya dentro del habitáculo, la seguridad del habitáculo queda reservada a los airbags repartidos a lo largo del mismo entre los los frontales y los de cabeza y tórax.

Valoración final

Seat ha sabido dotar a todo un superventas como el Ibiza de argumentos necesarios como para no defraudar en cuanto a diseño, calidad de realización, dinamismo en marcha - gracias a su espléndido bastidor - y un equipamiento de seguridad a la altura de las circunstancias, que sube la nota a un equipamiento inicial más bien modesto. Todo ello ha dado una resultado más que convincente, a pesar de contar con un motor que no decepciona, pero tampoco destaca en términos prestacionales.