Para poner los dientes largos
El Ibiza Bocanegra es único en su especie. Esto no quiere decir que no tenga rivales, que los tiene. Entre ellos están el Renault Clio Sport, el Opel Corsa OPC, el Peugeot 207 RC y el Mini Cooper S, pero es que el Bocanegra reúne todas las cualidades para convertirse en deseado. Y es que tiene una estética diferenciadora, un equipamiento muy adecuado a su línea, un motor suave y con altas prestaciones asociado al cambio DSG de 7 velocidades, consume poco, es deportivo, fácil de conducir y tiene un precio relativamente asequible. ¿Se puede pedir más?.
860 euros. Ese es el precio que hay que pagar por tener el acabado Bocanegra en el Ibiza Cupra. Las diferencias entre ambas versiones son solo estéticas pero suficientes para hacer aún más exclusivo al más potente de los Seat Ibiza. El frontal es el principal signo distintivo del Bocanegra que, en clara alusión a su nombre, recurre al negro para dar una imagen más agresiva. Color que también se utiliza en la zaga para el difusor y el enorme espacio del paragolpes donde se aloja la matrícula. Si bien, en la parte trasera toma especial relevancia la gran salida de escape central, aunque sin llegar a eclipsar las letras negras colocadas en el portón del maletero que conforman la denominación de este modelo. Las llantas son otro de los elementos exteriores específicos del Bocanegra, son de 17 pulgadas y montan neumáticos 215/40. Para la carrocería solo hay dos colores disponibles: Rojo Dakota y Blanco Candy.
El espacio interior no varía con respecto a cualquier otro modelo de la gama Ibiza SC. Los asientos sujetan bien el cuerpo, pero dependiendo de la envergadura de quien los ocupe, las plazas delanteras pueden resultar algo estrechas. Detrás, la limitación viene dada por la altura, aunque hay que ser de talla bastante alta para tocar con la cabeza en el techo. La tapicería se distingue por los pespuntes en rojo y cosidos transversales en el mismo color formando un entramado de rombos, además de aparecer bordada la letra "B" en la parte superior del respaldo de los asientos delanteros. Dicha letra también aparece inscrita sobre aluminio en el brazo inferior de los tres que tiene el volante. Los tonos negros predominan en el habitáculo del Bocanegra, y en algunos casos adquieren un acabado de aspecto de fibra de carbono, por ejemplo en la parte superior de la visera del cuadro de instrumentación, los radios del volante y la tapa del cambio.
El acabado Bocanegra está reservado exclusivamente a la motorización 1.4 TSi en cualquiera de sus dos variantes: la de 150 CV que da lugar a la versión FR o la de 180 CV que se corresponde con el Cupra y que es la que hemos probado. Se trata de un motor de última generación que gracias al doble sistema de sobrealimentación proporciona una gran respuesta pero con un nivel de consumo y de emisiones muy ajustado, de hecho en ciclo mixto homologa 6,4 l/100 km. Las modificaciones en la gestión electrónica han permitido aumentar el régimen de potencia máxima, de 6.000 a 6.200 rpm, mientras que la presión máxima del turbo pasa de 2.000 a 2.150 milibares. De ahí los 10 CV extras respecto al 1.4 TSI de 170 CV que equipan los Volkswagen. En cuanto a prestaciones, alcanza el 0 a 100 km/h en 7,2 segundos y una velocidad máxima de 225 km/h.
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El sonido del Ibiza Cupra Bocanegra ya es toda una declaración de intenciones además de una constante insinuación a pisar el acelerador. Cuando se sucumbe a la tentación el motor no defrauda, si bien es en la zona media del cuentavueltas donde mejor muestra su poderío. Le acompaña eficazmente el cambio DSG de siete velocidades, una auténtica delicia que sabe exprimir al máximo los 180 CV del 1.4 TSI. Una buena cualidad del Cupra Bocanegra es que es deportivo pero no se muestra radical en sus reacciones, lo que significa que no hace falta ser un experimentado piloto para disfrutar con la agilidad que posibilita su chasis entre otras cosas. La suspensión, siendo dura, no es de esas que hacen temer por los empastes. De serie equipa autoblocante electrónico XDS, algo que también repercute positivamente en su buen comportamiento.
Algo fundamental en un modelo con carácter deportivo es el sistema de frenos. El Bocanegra monta de serie discos ventilados de 288 mm de diámetro qen el tren delantero y 232 mm en el tren trasero. Claro que para los más exigentes está disponible un conjunto de pinzas de cuatro pistones y unas pastillas específicas denominado "frenos racing Seat". Con estos frenos se mejora el tacto y sobre todo, ofrecen mejor resistencia al sobrecalentamiento en frenadas fuertes y contínuas. Dentro de las ayudas electrónicas a la conducción incluye ESP, ABS, Control de tracción con asistente a la frenada y autoblocante electrónico.
El Ibiza Cupra Bocanegra no solo es el más potente de la gama, también es el más exclusivo, por eso es el más caro: 23.360 €, al margen de posibles descuentos. De entre sus cualidades se puede destacar que es un deportivo que da confianza al conductor por la nobleza de sus reacciones. Otro factor a tener en cuenta es su bajo consumo y la comodidad que proporciona el cambio DSG, que como ya hemos indicado es de serie. Sin embargo, en la lista de opciones figura el puerto USB compatible con el iPod, la conexión Bluetooth o los faros Bi-xenon autodireccionales.
#4 buenas, me podrías explicar un poco mas eso, que cambiarlo a los 40000 km, el que ? me interesa que me digas un poco mas si puede ser, que opinas de la caja etc, gracias.