Con una carrocería estirada en 18 centímetros, este Ibiza convertido en familiar mide 4,23 metros de longitud y ofrece un extra de habitabilidad. Esta ventaja se percibe, principalmente, en un maletero de importantes dimensiones que amplía las posibilidades del utilitario y lo convierte en una alternativa muy a tener en cuenta para quienes busquen un vehículo práctico y polivalente. Y todo ello con un buen confort de marcha y una conducta muy estable en todo tipo de vías.
Bajo el capó de la unidad probada se encuentra la mecánica de gasolina 1.2 TSI de 105 CV con la que el modelo logra un buen rendimiento, mejorado si cabe por la transmisión. Y es que el bloque está asociado a la excelente caja de cambios DSG de doble embrague y de siete velocidades, distinguida por su rápida respuesta. Este integrante de la marca de Martorell, cuyo precio es de 19.650 euros en el acabado Style rivaliza, entre otros, con el Renault Clio Grand Tour y el Peugeot 207 SW.
Texto y
Diseño exterior
La tarea principal de Seat con el Ibiza ST consistió en conjugar dos conceptos aparentemente distanciados como el carácter juvenil y el familiar. Es decir, un vehículo desenfadado con una amplia capacidad de carga. El frontal del modelo, eso sí, no varía y destaca por unas grandes tomas de aire que integran los faros antiniebla, además de por su parrilla trapezoidal con el borde cromado. Mantiene otro de los rasgos básicos como es la forma de flecha del morro, perfilado por los nervios en forma de V que recorren el capó.
Al igual que en otros automóviles de la marca como el León o el Exeo, los retrovisores exteriores están ubicados en el flanco de las puertas. El acabado Style de la versión que hemos probado incluye detalles exteriores como los faros dobles de serie o las barras de techo cromadas, que son de color negro en la versión inferior, denominada Reference. En dicha versión, las llantas de 15 pulgadas son de acero, mientras que en nuestra unidad son de aleación.
Al mirar el vehículo de perfil se observa cómo la cintura ascendente prolonga la línea del morro y extiende la carrocería hasta la zaga, ampliada con respecto al Ibiza convencional. Y es que, excepto los 18 cm más de longitud, las medidas básicas de esta variante familiar son iguales que las del modelo de cinco puertas. Incluso se mantiene la batalla, que es de 2,46 metros. La parte trasera destaca por el pequeño spoiler superior con la tercera luz de freno y por una luneta de importante tamaño.
Habitabilidad
Desde el puesto de conducción apenas distinguimos diferencias entre el Ibiza de cinco puertas y el ST. Cuenta con una correcta calidad de acabados y su tablier está diseñado en base a aspectos prácticos y funcionales. Los dos asientos delanteros son cómodos y pueden regularse en altura para conseguir una postura adecuada. Mientras tanto, es posible ajustar el volante tanto en altura como en longitud. Pese a los centímetros que gana este Ibiza familiar en su parte trasera, los pasajeros posteriores no se aprovechan de un espacio más holgado para las piernas, que es ya de por sí bueno en las plazas exteriores. La plaza central, sin embargo, cuenta con un confort algo más reducido debido a la presencia del túnel central y a una banqueta algo más corta. Por otro lado, el habitáculo cuenta con espacios para ubicar pequeños objetos, incluyendo las bolsas para revistas en los respaldos de los asientos delanteros.
Pero, como es de esperar, en el maletero es donde percibiremos las diferencias más notables entre el modelo convencional y el Ibiza ST. Gracias a la mayor longitud de éste se consigue un volumen de 430 litros con la segunda fila en posición normal. La versión Style de la unidad que hemos probado permite abatir los asientos traseros en relación 60/40. Con esta fila abatida, se logra un compartimento de carga hasta el techo de 1.164 litros. Para hacernos una idea, ello posibilita alojar dos bicicletas con las ruedas delanteras desmontadas.
Mecánica
La poblada gama que posee el Ibiza ST, integrada por seis mecánicas, está dominada en el apartado de gasolina por el bloque 1.2 TSI. Se trata de un motor de cuatro cilindros con sistema de inyección directa, turbo e intercooler que entrega 105 CV de potencia. Su par motor máximo es de 175 Nm a 1.550 rpm. Ofrece una destacable entrega de fuerza, que se mantiene desde bajas vueltas y se estira hasta llegar casi hasta las 6.000 revoluciones.
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En la versión elegida, el bloque va engranado a una caja de cambios automática DSG de siete velocidades. Hablamos de una caja de doble embrague con la cual los cambios de relación se producen con gran suavidad y de forma muy veloz. Además del eficaz modo secuencial, que ofrece un mayor grado de libertad al conductor, esta transmisión permite variar entre los modos automáticos Drive y Sport. En el segundo de ellos, se extrae el máximo rendimiento del motor con tal de remarcar sus cualidades deportivas.
En el capítulo de prestaciones, el Ibiza ST con mecánica 1.2 TSI de 105 CV y cambio DSG es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10 segundos y su velocidad máxima es de 190 km/h. En lo que se refiere a consumo medio, éste logra una comedida cifra de 5,3 litros a los 100 km, más que aceptable si consideramos su cilindrada.
Comportamiento
Si por algo se distingue la marca de Martorell es, sobre todo, por su capacidad para desarrollar automóviles confortables gracias a unos acertados reglajes de suspensión. Y esto no iba a ser una excepción en el Ibiza ST. En primer lugar, no hay que pasar por alto su importante aplomo al rodar por grandes rectas, por las que saca su espíritu más familiar que le capacita para realizar viajes largos. Incluso a alta velocidad, copia muy bien los baches del asfalto que podamos encontrarnos por estas vías.
Con un tarado que tiende a firme, el vehículo logra una estabilidad encomiable en el paso por curva que anima a rodar a ritmos rápidos por zonas reviradas. Y es que ni siquiera en este tipo de carreteras se notan diferencias dinámicas con el Ibiza convencional. Este aspecto se ve reforzado gracias al eficaz diferencial autoblocante electrónico XDS, que se encarga de compensar los posibles subvirajes. De esta forma, mejora la tracción del vehículo y, por consiguiente, también la seguridad.
La conducta de la dirección electrohidráulica está a la altura de la que nos ofrece la suspensión, pues permite mantener una gran sensación de control gracias a su precisión y a una respuesta muy directa. En este sentido, también cabe remarcar que su radio de giro, de 5,24 m, facilita la maniobrabilidad de este Ibiza alargado al conducir por ciudad o en los estacionamientos.
Seguridad
En el listado de equipamiento destinado a la seguridad del Ibiza ST se encuentra el ABS, el EBA y los airbag de conductor, acompañante (desconectable) y de cabeza-tórax. Asimismo, el vehículo dispone de cinturones delanteros pirotécnicos eléctricos y traseros de tres puntos. A nivel de ayudas, destaca la presencia del control de estabilidad (ESP) de serie. También cuenta con anclajes Isofix en los asientos posteriores y preparación para anclaje Top Tether.
Valoración final
Teniendo en cuenta la escasa diferencia de precio con respecto al Ibiza convencional, los conductores que necesitan un plus de espacio para equipaje por motivos familiares o para transportar material deportivo voluminoso deben tener muy en cuenta esta alternativa. Además, este integrante de la firma española dispone de un motor de gasolina muy capaz a la vez que eficiente y conserva el confort de marcha al que nos tiene acostumbrados Seat en la versión corta del utilitario.
Las opiniones son de estetica, velocidad, sensor de lluvia, ¿y qué hay de mecánica? Su motor es pequeño y permite facil acceso a la gran mayoría del motor, lo que facilita la reparación. Saludos.