Seat León ST 4Drive 1.6 TDI CR 105 CV Man-6 Style S&S

La variante familiar del popular compacto de Seat ha ganado un nuevo integrante con la llegada de su alternativa 4x4, pensada sobre todo para conductores que se muevan habitualmente por carreteras en mal estado o por zonas en que las condiciones climatológicas condicionen el estado de las vías. En ocasiones, la incorporación de la tracción integral en este segmento penaliza el espacio interior, puesto que suele ser sinónimo de perder algo de capacidad en el habitáculo. En este caso, el fabricante español se ha esmerado en que esto no sea así, consiguiendo que no haya variaciones de ningún tipo en cuanto a amplitud, ni siquiera en volumen de maletero.

La versión que hemos probado, cuyo precio es de 25.200 euros (sin contar opcionales), es la más económica de las tres disponibles en la gama. El motor 1.6 TDI de nuestra unidad solo se ofrece junto a la terminación Style, mientras que el 2.0 TDI de 150 CV permite escoger entre Style o FR. Se trata de una gama muy simplificada que, además, apenas tiene competencia, puesto que el único rival directo dentro del segmento compacto familiar con tracción 4x4 es el Skoda Octavia Combi.

No hay diferencias en cuanto a proporciones entre el León ST 4Drive y el León ST. Para desarrollar esta carrocería familiar, el equipo de diseño del fabricante español ha ido más allá de prolongar simplemente la carrocería del León convencional. Y es que han logrado dotarlo de una personalidad propia, principalmente en lo que respecta a la zaga del modelo. Para conseguirlo, se ha trabajado en la consecución de una estética fluida, integrando los centímetros adicionales de una forma muy acertada en el diseño global del automóvil.

Con tal de identificar el nuevo León ST 4Drive debemos fijarnos en las siglas situadas en el portón trasero, puesto que por lo demás no hay variaciones si lo comparamos con el ST convencional. Los 27 centímetros en que aumenta la longitud del León ST si lo comparamos con su versión de cinco puertas no se traducen en una modificación en la batalla del vehículo, que permanece intacta. Lo mismo le sucede al frontal del compacto familiar de Martorell, en el que su reconocible parrilla trapezoidal y sus ópticas afiladas son las protagonistas, al igual que en su hermano más corto.

Hay que señalar que, en esta variante, las barras de techo forman parte del equipamiento de serie. Gracias a ellas, el vehículo adopta un aspecto más dinámico. La superior inclinación de la luneta trasera y los hombros bien marcados son otras de sus características estéticas.

Si nos fijamos al sentarnos al volante veremos el logotipo específico en el pomo de la palanca de cambios que diferencia a esta versión ST 4Drive. Los ingenieros de Seat han logrado que la incorporación del sistema de tracción a las cuatro ruedas no haya disminuido el espacio dentro del habitáculo con respecto al León ST. En este sentido, el habitáculo del modelo que hemos probado sigue destacando por ser espacioso y muy polivalente. La notable amplitud tanto para el conductor como para el acompañante se refuerza con una segunda fila que permite viajar cómodamente a dos ocupantes. La plaza central resulta algo estrecha. La generosa altura al techo, por su parte, subraya la sensación de amplitud.

Mientras tanto, el maletero sigue siendo uno de los mejores de su clase, con una capacidad de 587 litros con todos los asientos en posición normal. Este volumen puede crecer hasta nada menos que 1.470 litros una vez que abatimos los respaldos de los asientos traseros. Asociado al motor 1.6 TDI que hemos probado, el León ST 4Drive sólo se ofrece en la terminación Style, pues la superior FR sólo está disponible en el segundo motor que ofrece la gama, el 2.0 TDI.

En cualquier caso, el listado de equipamiento de nuestra unidad es muy completo, e incluye de serie siete airbags, control de estabilidad, control de tracción con XDS, sensor de presión de neumáticos, asistente de arranque en pendiente, volante multifunción, control de velocidad de crucero, climatizador bizona, faros antiniebla con función cornering, sistema Radio Media System Colour con pantalla táctil de 5”, seis altavoces, lector de CD y conexión para USB y tarjeta SD. Siguiendo con su dotación, cuenta también con ordenador de a bordo, función Coming Home e indicador de cambio de marcha. Opcionalmente, equipa tapicería de piel gris/negra (1.490 euros), que incluye el Paquete Invierno (asientos delanteros calefactables, lavafaros con eyectores calefactables y retrovisores calefactables).

Para esta prueba hemos escogido la mecánica de acceso a la gama León ST 4Drive. Se trata del motor diésel 1.6 TDI de 105 CV, un bloque de cuatro cilindros que cuenta con un par motor máximo de 250 Nm entre 1.750 rpm y 2.750 rpm. Posee una respuesta bastante buena a bajas vueltas, aunque cuando acelera con más brío es a partir de las 1.700 revoluciones. Mantiene su entrega de fuerza a buen nivel hasta cerca de las 3.000 vueltas.

En el ámbito de las prestaciones, registra una aceptable aceleración de 0 a 100 km/h de 12 segundos, si bien éste no es uno de sus puntos fuertes. Puede alcanzar una velocidad máxima de 187 km/h. Mientras que las versiones de dos ruedas motrices el compacto familiar monta una caja de cambios de cinco velocidades, en esta versión con tracción total Seat ha decidido que sea de seis marchas. Esta variación no solo origina un mayor aprovechamiento de las cualidades del motor y el sistema de tracción sino que también beneficia a optimizar el consumo.

Y es que donde más sobresale esta mecánica es en el apartado de la eficiencia, ya que homologa una media de 4,5 litros cada 100 km (algo superior que su hermano 4x2, eso sí) y unas emisiones de CO2 de 119 g/km. A nosotros nos dio como resultado una cifra media de 5,8 litros, lo que le sitúa en una buena posición dado que se trata de un vehículo con tracción integral y que pesa 124 kilos más que la versión de tracción delantera. De cara a obtener esta cifra, cabe señalar que el vehículo dispone de serie de un sistema de Start/Stop de arranque y parada automática.

Centrémonos ahora en la principal novedad que alberga esta variante del León familiar. Hablamos de su sistema de tracción a las cuatro ruedas, que emplea la quinta generación del sistema Haldex, cuyo funcionamiento combina un embrague multidisco con accionamiento hidráulico y un control electrónico. Al trabajar de forma conjunta con el control de tracción con XDS comentado anteriormente logra brindar unos grandes resultados en materia de motricidad.

En condiciones normales, la mayor parte de la fuerza se envía a las ruedas delanteras. Cuando es preciso, el par se reparte hacia la rueda que lo necesite. A la notable estabilidad que proporciona el modelo cabe añadir, por tanto, una mayor sensación de adherencia cuando rodamos por vías en mal estado o carreteras con gravilla, con nieve o mojadas. Hay que tener en cuenta que el control de estabilidad es menos intrusivo que en el León ST con tracción delantera.

Entre los cambios incorporados con la llegada del sistema 4Drive destaca el nuevo tren trasero, con un tarado de suspensión modificado. Con esta variación se logra que no haya diferencias en cuanto a confort de marcha si lo comparamos con el León ST de dos ruedas motrices. El automóvil se caracteriza por un gran aplomo durante la conducción por las grandes rectas de autopista, por donde demuestra una importante calidad de rodadura.

En definitiva, estamos ante una versión del compacto familiar que cumple muy bien en todos los ámbitos. Y es que, además de ofrecer un interior muy polivalente, espacioso y bien acabado, cuenta con un motor muy equilibrado y la dinámica del modelo es más que destacable. Consigue mantener el mismo nivel de comodidad que su pariente con tracción delantera, sin penalizar el peso adicional que ha implicado la instalación del sistema de tracción y los cambios realizados en la suspensión. Si bien, en principio, esta versión del León ST no debería suponer un “boom” de ventas, sí que sigue ampliando las alternativas de Seat en el segmento familiar.